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Epílogo
ОглавлениеDespués del abandono de la bahía de La Paz, pasarían 37 años para que se lograra establecer una misión ahí. En los siguientes años continuaron llegando los pescadores de perlas, quienes con sus abusos y vejaciones más indispusieron a los guaicura. Incluso hubo varios perleros que llegaron a esclavizar a algunos guaicuras.
Imagen 15. Siguiendo los pasos de Kino. Para llevar a cabo este estudio, seguimos las rutas de Kino en California, tanto a pie como en mula. Foto de Enrique de Velasco.
En 1716 el padre Juan María Salvatierra intentó convencer a los guaicuras de establecer una misión, pero éstos ni siquiera quisieron escucharlo. Al establecerla esperaban proteger a los guaicura de los abusos de los perleros, sin embargo los agravios eran muchos. Para 1719 el padre Clemente Guillén, quien explorara extensamente el territorio de los guaicura, escribió acerca de los indios de La Paz:
[Son]…completamente incontrolables, son los más feroces y airados a causa de la crueldad de Atondo... como resultado de esta entrada [la de Atondo] algunos de estos nativos llegaron a ser obstinados, rebeldes y reacios hacia los españoles, a causa de la cruel acción del Almirante, quien había amontonado y dejado una cantidad de maíz en la orilla, que traía a bordo de sus barcos. Cuando los indios se apresuraron a recoger el grano, disparó un pedrero y una piececita de artillería causando un gran número de muertos entre los nativos. La masacre dio lugar a un terror hacia los españoles que fue heredado de padres a hijos… (89)
Finalmente vencieron la resistencia de los guaicura los padres Juan de Ugarte y Jaime Bravo, quienes el tres de noviembre de 1720 fundaron la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz Airipí, la que no duró mucho tiempo, ya que en 1734 fue saqueada y destruida totalmente durante la revuelta de los pericú, en la que también participaron los guaicura. Aunque la misión fue reinstalada en 1736, ya nunca se recuperó y solo ocasionalmente se le utilizó. Finalmente fue abandonada por los misioneros en 1748, debido al ocaso de su población indígena por las epidemias.
Con el tiempo, la primer misión fundada por Kino y primer misión de las Californias, Nuestra Señora de Guadalupe de Californias se olvidó. Y se olvidó al grado que los historiadores modernos que más han trabajado la etapa misional californiana tampoco le dan su crédito, como Burrus, Mathes, León Portilla, entre otros.
Quizá fue olvidada por su duración tan corta, escasos tres meses, de abril a principios de julio de 1683. Además esa corta duración representó un fracaso deshonroso para los militares, sobre todo para Atondo, quien con más ganas quiso olvidarla. La posterior continuación de esta entrada y el establecimiento de San Bruno, en octubre de 1683, fue lo que más ayudó al olvido, ya que San Bruno, aunque también fue un fracaso, tuvo una duración más larga, un poco más de un año y medio, y no estuvo rodeado por la deshonra, ya que algo aprendió al respecto Atondo, quien logró una mejor selección de sus hombres. Además, cuando se retomó el proyecto misional por parte de Salvatierra, fue básicamente la experiencia de San Bruno la que se aprovechó. De hecho Salvatierra retomó el proyecto justo donde lo dejara Kino.
En sus últimos años Kino ya no menciona a esta misión por su nombre, solo la recuerda como la experiencia misional de “unos meses en el puerto y bahía de Nuestra Señora de La Paz”. (90) Y aunque breve, la experiencia tuvo sus consecuencias, como ya lo mencionamos en el caso de los guaicura.
6- Isidro de Atondo y Antillón (1639- ¿?). Nació en Valtierra, Navarra, España. Militar y religioso. Inició su carrera militar en 1658, dentro del ejército de Galicia, participando en varias batallas. Posteriormente se alistó en el ejército español y en 1663 estuvo en la flota del duque de Veragua. Llegó a la Nueva España en 1669. Debido al proyecto californiano de la corona, en 1676 fue nombrado gobernador de Sinaloa y en 1679 Almirante de Las Californias. Ese mismo año empezó a construir un astillero para hacer las naves para la expedición a California.
7- Pedro Matías Goñi (1647-1712). Nació en Viana, Navarra, España. Fue ordenado sacerdote jesuita en Logroño, España. Participó, junto con el padre Kino, en el intento de evangelizar California durante la entrada de Atondo, 1683-1685. Posteriormente fue superior del real Colegio de San Ildefonso, en la ciudad de México donde murió en 1712.
8- Sobre la problemática de estos preparativos ver: Gabriel Gómez Padilla (2008), En la “Isla” más grande del Orbe, Tomo II de la Biografía documental de Eusebio Francisco Kino, Instituto Sonorense de Cultura, Hermosillo.
9- Michael Mathes (1974), Californiana III: documentos para la historia de la transformación colonizadora de California (1679-1686), tomo II, Colección Chimalistac de Libros y Documentos acerca de la Nueva España núm. 37, Ediciones José Porrúa Turanzas, Madrid, pp. 507-509.
10- Mathes [9]: 507-509.
11- Mathes [9]: 286-288.
12- Mathes [9]: 65-66.
13- Ernest, J. Burrus (1964), Kino escribe a la duquesa: correspondencia del p. Eusebio Francisco Kino con la duquesa de Aveiro y otros documentos, Madrid, Ediciones José Porrúa Turanzas, p. 203.
14- Mathes [9]: 322-323.
15- Este asentamiento se considera como la tercera vez que fue fundada la ciudad de La Paz. La primera fue realizada por Hernán Cortés el tres de mayo de 1535 cuando estableció el puerto de Santa Cruz. La segunda por Sebastián Vizcaíno en 1596, quien le dio a la bahía su actual nombre de La Paz. La cuarta fundación fue realizada por los misioneros jesuitas Juan de Ugarte y Jaime Bravo el 4 de noviembre de 1720, cuando dieron inicio a la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz Airipí. La quinta fue por el soldado José Espinoza, en 1811, de la cual parte la actual ciudad de La Paz. Pablo L. Martínez (2013), Efemérides californianas: 1500-1900, Gobierno del Estado de Baja California Sur, Archivo Histórico Pablo L. Martínez, La Paz, p. 32.
16- María de Guadalupe de Lencastre, sexta duquesa de Aveiro, duquesa de Arcos y Maqueda (1630-1715). Nació en Azeitao, Portugal. Pertenecía a la más alta nobleza portuguesa. Vivió muchos años en España y en 1665 se casó con el duque español, don Manuel Ponce de León. Tuvieron tres hijos. Por cuestiones políticas entre Portugal y España, este matrimonio se disolvió. A la duquesa se le llegó a conocer como “la Madre de las Misiones”, ya que gracias a su inmensa fortuna financió numerosas misiones en los territorios de Portugal y España, principalmente en China, India, Filipinas, México, Perú y las Marianas, incluso apoyó intentos de evangelizar en Japón. Durante casi medio siglo benefició a muchos misioneros, entre ellos a Kino. Burrus [13]: 21-27.
17- Burrus [13]: 182.
18- El término “real” es de las muchas palabras castellanas de origen árabe que significa “sitio donde está acampado un ejército”, nada tiene que ver con el término “rey” o “realeza”. El término árabe original es “aryal” que significa “gran conjunto de bestias, ejército”. El hecho de que en los campamentos se encontrara a veces el rey, motivó que a esta palabra se le asociara popularmente con el monarca. En la Nueva España se empleó mucho el término de “Real de Minas”, en franca alusión a la presencia de autoridades reales en un yacimiento mineral, o por extensión a donde hubiera algún destacamento de soldados.
19- Burrus [13]: 213.
20- Puerto del Yaqui. Se trataba de un pequeño puerto natural, localizado en la región de la desembocadura del río Yaqui, cercano a la antigua misión de Belem, no lejos del pueblo yaqui de Vicam. Durante la expedición de Atondo fue utilizado como punto de aprovisionamiento.
21- Se refiere a una legua castellana, que en la España del siglo XVIII equivalía a 4195 metros. Se definía por la distancia que regularmente se recorría a pie en una hora.
22- Miguel del Barco (1988), Historia natural y crónica de la Antigua California, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, p. 441.
23- Barco [22]: 173-174.
24- Se refiere a la fundación de la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz Airipí, establecida por los jesuitas Juan de Ugarte y Jaime Bravo el 20 de noviembre de 1720.
25- Barco [22]: 174.
26- Miguel Venegas (1979), Obras californianas del padre Miguel Venegas, S.J., La Paz, Universidad Autónoma de Baja California Sur, tomo I, p. 68. Esta edición consta de cinco tomos que se irán citando en numeración romana.
27- Francisco Xavier Clavigero (1986), Historia de la Antigua o Baja California, México, Universidad Iberoamericana, Departamento de Historia, p. 57.
28- Clavigero [27]: 67.
29- Sobre este tema véase: Carlos Lazcano Sahagún (2006), La bahía de Santa Cruz: Cortés en California, 1535-1536, Ensenada, colección Navegantes de la California núm. 2, Fundación Barca, Museo de Historia de Ensenada,.
30- Juan Antonio Baltasar (1996), Apostólicos afanes de la Compañía de Jesús en su Provincia de México, México, Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, Instituto Nacional Indigenista, p. 385.
31- Venegas [26] IV: 37.
32- Venegas [26] IVI: 36-38.
33- Mathes [9]: 328-333.
34- Venegas [26] I: 225-226 y [26] IV: 40, # 120.
35- Burrus [13]: 233-272.
36- Mathes [9]: 328-333.
37- Burrus [13]: 233-272.
38- Burrus [13]: 191-196.
39- Burrus [13]: 214-217.
40- Mathes [9]: pp.253.
41- Burrus [13]: 233-272.
42- Francisco de Castro, gran poeta e intelectual jesuita. Nació en Madrid, España, en 1619. En 1622 pasó a la Nueva España, en donde permaneció el resto de su vida. En 1642 ingresó en la Compañía de Jesús, trabajando muchos años en las misiones de Sinaloa. Pronto destacó por su erudición, con un gran talento para la poesía, sobresaliendo su composición “La Octava Maravilla”, publicada en 1729. Fue un gran amigo del padre Kino y de varios intelectuales novohispanos, como Sor Juana Inés de la Cruz y Singüenza y Góngora, entre los más distinguidos. Se encuentra entre los mejores poetas jesuitas y novohispanos. Murió en la Ciudad de México en 1687. Sobre este personaje véase: Francisco de Castro, La octava maravilla, edición y comentarios de Alberto Pérez-Amador Adam, Colección Biblioteca Americana, México, Fondo de Cultura Económica, , 2012, pp. 35-40.
43- Mechón.
44- Burrus [13]: 201-211.
45- Mathes [9]: 328-333.
46- Venegas [26] IV: 37, # 112.
47- Venegas [26] I: 222-223.
48- Mathes [9]: 253.
49- Mathes [9]: 253.
50- Burrus [13]: 205.
51- Perímetro.
52- Parece tratarse de la pequeña isla San Juan Nepomuceno localizada 16 kilómetros al norte de La Paz, muy cerca de la playa Pichilingue. Tiene una extensión de 2 400 m de largo por 612 de ancho. Su costa oeste es escarpada y en la parte sur tiene playas arenosas; ahí se localiza una laguna salada.
53- En ese tiempo el virrey era don Tomás Antonio de la Cerda y Aragón, conde de Paredes de Nava y marqués de la Laguna de Canero Viejo, quien gobernó entre 1680 y 1686.
54- Burrus [13]: 205-206.
55- Mathes [9]: 254.
56- Burrus [13]: 215.
57- Burrus [13]: 217.
58- Burrus [13]: 262.
59- Burrus [13]: 196.
60- Burrus [13]: 202-203.
61- Venegas [26] IV: 37, # 112.
62- Burrus [13]: 204-205.
63- Burrus [13]: 208.
64- Bernardo Pardo fue provincial de los jesuitas del 20 de septiembre de 1680 al 11 de septiembre de 1683. Pensaba destinar a Kino a la Tarahumara, como compañero de Tomás Revell, pero cambió de opinión cuando Atondo le pidió un cosmógrafo para su expedición. Murió en 1686, cuando Kino luchaba por salvar la misión de California. Véase: Zambrano, el tomo XI del Diccionario Bio-Bibliográfico de la Compañía de Jesús en México, pp. 66-97.
65- Mathes [9]: 329-330.
66- Mathes [9]: 254.
67- Venegas [26] IV: 38, # 115.
68- Venegas [26] IV: 38, # 118.
69- Venegas [26] IV: 39, # 119.
70- Pedrero. Se trata un pequeño cañón de unos 75 centímetros de longitud que disparaba proyectiles de piedra. Tanto en plazas como en los buques, estaba montado sobre una horquilla de hierro, cuyos extremos o puntas remataban en unos anillos en donde se apoyaban los muñones de la pieza.
71- Venegas [26] IV: 38, # 116.
72- Venegas [26] I: 226.
73- Burrus [13]: 208-209.
74- Venegas [26] I: 227.
75- Mathes [9]: 255.
76- Venegas [26] IV: 40, # 123.
77- Venegas [26] IV: 40-41, # 123-124.
78- Mathes [9]: 297.
79- Venegas [26] IV: 41, # 125-126.
80- Sobre los contratiempos de la Balandra, véase: Bolton [3]: 182-183.
81- Venegas [26] IV: 41, # 127.
82- Mathes [9]: 329-330.
83- Mathes [9]: 331.
84- Mathes [9]: 330-333.
85- Mathes [9]: 330.
86- Burrus [13]: 204.
87- Burrus [13]: 192.
88- Véase: Ernest J. Burrus (1965), Kino and the Cartography of Northwestern New Spain, Arizona Pioneers Historical Society, Tucson. Placa V entre las páginas 36 y 37.
89- Esta cita del diario de Guillén de su entrada de 1719, se tomó de: James Arraj (2015), Una expedición a la Nación Guaycura en las Californias, La Paz, Instituto Sudcaliforniano de Cultura, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, p.19.
90- Eusebio Francisco Kino (1989), Las misiones de Sonora y Arizona: Favores celestiales y relación diaria de la entrada al noroeste, México, Editorial Porrúa, p. 341.