Читать книгу Suicidio, medicamentos y orden público - Clara Bardón - Страница 14
LA FORMACIÓN
ОглавлениеAA: La formación es contemporánea al momento en que la psiquiatría vuelve al seno de la medicina, en el que ya no hay el internamiento propio de la psiquiatría, solo hay un tipo de internamiento para todas las especialidades. Entonces la «enfermedad» mental es, otra vez, pensada sobre el modelo de la enfermedad infecciosa.
FB-C: La formación de las enfermeras psiquiátricas ya no es una formación específica.
DV: La elaboración de la política de salud pública no escapa a las presiones de los diferentes grupos que concurren en su aplicación. Como sabemos, el debate público, a veces, es apasionado. Cada uno trata de aportar su grano de arena, sin descuidar la defensa de sus propios intereses. Los problemas en este dominio son complejos. Se puede evocar la situación particular de los médicos asistentes generalistas que trabajan desde hace tiempo en el sector psiquiátrico. No han recibido formación universitaria en psiquiatría. La reglamentación apunta a darles la cualificación de psiquiatra sin el pasaje obligatorio al cual deben someterse los psiquiatras durante su formación. Naturalmente, los universitarios que estudian psiquiatría han señalado este problema.
En la actualidad la Alta Autoridad de Salud aplica la evaluación de las prácticas profesionales. El esfuerzo de investigación de la calidad es legítimo. Su puesta en marcha es más compleja. Nadie se priva de querer estar en el meollo de la puesta en marcha de los criterios de esta evaluación. Después de una primera etapa de acreditación de los establecimientos de atención clínica, ahora estamos en la etapa de la certificación. Se mide la dificultad dado que la investigación de consenso reduce a veces considerablemente el alcance de lo que se pudo aceptar como criterio de calidad. El próximo paso será el de la evaluación de la formación continuada.
J-DM: Hay allí un movimiento que nos sobrepasa ampliamente. Nos hemos implicado de buen grado estando presentes en las diferentes comisiones con los colegas médicos, nos arrastra una máquina. La misma idea que tuvimos de la necesidad de atención clínica para los sujetos psicóticos fue transformada por estas máquinas infernales que se adelantan y no vemos claro cómo evitaremos la precipitación de estos dispositivos del lado de lo médico-social en detrimento de la atención clínica. La gestión de la salud reposa sobre la voluntad de favorecer lo sanitario puro y que pide una tecnología avanzada —lo que en psiquiatría parece inadecuado—, y luego el resto de atención es de acompañamiento. No se paga a un especialista que ha hecho quince años de estudios como se paga a alguien que aplica las consignas de atención clínica. Esto es lo que está en juego y es delicado para la psiquiatría, porque ésta es un síntoma de todo esto y es arrastrada por el dispositivo. Hasta el punto de que un cierto número de personas están preparadas para producir un impasse sobre la psiquiatría. Así, en Italia, el cierre de los hospitales psiquiátricos ha llevado a que los psicóticos estén en la calle durante más de diez años. Este tipo de orientación puede ver extenderse su temporalidad sobre una generación.
AA: En Francia tenemos la oportunidad de tener una cultura del psicoanálisis, el cual permanece extremadamente vivo, gracias a la enseñanza del doctor Lacan y a los psicoanalistas decididos como Jacques-Alain Miller. Desde este punto de vista, tenemos interés en estar muy atentos, hacer valer un cierto número de puntos para guiar a los que deciden en materia presupuestaria.