Читать книгу Suicidio, medicamentos y orden público - Clara Bardón - Страница 17
LA PSICOSIS, TRASTORNO O ESTRUCTURA
ОглавлениеMENTAL: En el caso del drama de Pau...
J-DM: Este paciente tenía los atavíos del toxicómano. Es lo que fue puesto por delante para ser considerado un sujeto normal.
AA: Con la clínica de los mono-síntomas, las grandes estructuras ya no son reconocidas y la psicosis ordinaria aún menos. Muchas salen en las portadas de los periódicos a falta de buenos diagnósticos, y a tiempo.
DV: Ya no son estudiadas como tales.
AA: La utilidad pública de nuestra escuela y lo que se hace en las Secciones y Antenas Clínicas del Campo Freudiano permiten familiarizarse con esta clínica mucho más fina, que será una orientación para los practicantes.
DV: El interés de hoy por los trastornos del humor encuentra una enorme acogida en el discurso científico. Desde tal perspectiva hay que prestar atención para no descuidar, detrás de lo que podría presentarse como trastornos psicóticos, lo que daría más bien cuenta de trastornos del humor. Esta asunción creciente de los trastornos del humor, por el lado del discurso de la ciencia, puede ser puesta en perspectiva con el lugar particular que nosotros nos damos en la psicosis, a menudo de manera extensiva en nuestra orientación psicopatológica. Más allá de las formas clásicas de la paranoia y de la esquizofrenia, está todo el lugar que nosotros le damos a la psicosis ordinaria. Nos vemos así llevados cada vez más a hacer el diagnóstico de psicosis, a menudo frente a fenómenos que, en la clínica actual, como la de los trastornos obsesivo-compulsivos o las conductas adictivas, han encontrado cierta autonomía.
FB-C: Sin embargo, cuando se sostiene, con las familias de los pacientes, un discurso fenomenológico sobre lo que les ocurre a sus niños, ellas reconocen enseguida de qué se trata.
AA: Se pueden situar los efectos y obtener su apaciguamiento. Tomemos el ejemplo en los barrios periféricos, los adolescentes estigmatizados como peligrosos. Las escuelas ya no pueden más porque son violentos, agresivos. Gracias a los lazos que tendemos con ellos vienen a vernos en el Centro de proximidad, como en el dispensario. En tanto sabemos que la violencia en cuestión se inscribe en una psicosis, clásica u ordinaria, tratamos con ellos en consecuencia, tratamos de obtener que ellos puedan subjetivar su acto. La mejora es entonces espectacular. Se apaciguan y sus familias también. Ellos saben que podrán volver porque se ha establecido un lazo de confianza. A menudo la escuela nos dice a continuación: «están desconocidos». No les decimos de qué se trata, pero el paciente y la familia lo saben. En tanto, más allá de los pretendidos trastornos del comportamiento, prestamos atención al sujeto y a lo que él nos dice de sí mismo, sí, los efectos pueden ser inmediatos.