Читать книгу Andanzas por la nueva China - César M. Arconada - Страница 11
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La reforma de la escritura china, o sea el tránsito del chino tradicional, todavía mantenido por varias comunidades, al chino simplificado, promovido por la República Popular, se concretó en 1955 en el Congreso Chino para la Reforma de la Escritura. Allí se nombró un comité que al año siguiente estableció una primera relación de caracteres reformados, corregida en 1964 y 1977, un proceso todavía considerado inconcluso.
Arconada, cuyas andanzas por China se desarrollaron durante los momentos iniciales de dicha reforma, que le interesó en profundidad (véase «Los jeroglíficos y su destino»), se guio por el oído y seguramente también se dejaría aconsejar por sus acompañantes a la hora de transcribir los nombres de ciudades, parajes y personas, de modo que escribió, por ejemplo, Tun Chuen donde habría correspondido normativamente Tongchuan, Chansá por Changsha, Chiniu por Chinu o Si Tsan An en vez de Chang-an.
Esta edición respeta la literalidad del texto, revisado y preparado para la imprenta por María Cánovas, esposa y compañera del autor en aquel viaje, pero hemos procurado normalizar las grafías de los nombres propios que aparecen a lo largo del texto en todos los casos que hemos podido documentar, a partir del sistema tradicional de transcripción usado en Occidente desde el siglo xix o el sistema Wade-Gales, en ocasiones, en lugar del pinyin, que adecúa la fonética al hablante extranjero y es más habitual en la actualidad. Cuando no ha sido posible, por tratarse de lugares ilocalizables, intelectuales locales y personajes populares perdidos en el anonimato, hemos conservado las transcripciones del autor. También hemos corregido erratas y errores de puntuación mecanográficos evidentes, adaptando la acentuación a las normas de la RAE.
G. S.