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Electrogoniómetros

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Los electrogoniómetros, introducidos por Karpovich y Karpovich35 en 1959, se usan sobre todo en el campo de la investigación para obtener mediciones articulares dinámicas. La mayoría de estos aparatos cuentan con dos patas o terminales, similares a las del goniómetro universal, las cuales se juntan con los segmentos proximal y distal de la articulación que se mide.34-39 Se conecta un potenciómetro a los dos terminales. Los cambios en la posición de la articulación provocan que varíe la resistencia del potenciómetro. El cambio de voltaje resultante determina el grado de movilidad articular.

Algunos electrogoniómetros se parecen a los goniómetros pendulares. Los cambios de posición de la articulación causan un cambio en el contacto entre el péndulo y las pequeñas resistencias. El contacto con las resistencias produce un cambio en la corriente eléctrica, y sirve para determinar el grado de movilidad articular.

Los potenciómetros que miden el desplazamiento angular también se han integrado en extensómetros de resistencia eléctrica y dinamómetros isocinéticos. Los electrogoniómetros flexibles con dos galgas de plástico conectadas por medio de un extensómetro flexible están pensados para medir el desplazamiento angular entre las galgas en uno o dos planos de movimiento,33,42 si bien no pueden medir la rotación. Los torsiómetros (de eje simple) están diseñados para medir la rotación en un plano, como la supinación y pronación del antebrazo. Sin embargo, Shiratsu y Coury, en su estudio sobre torsiómetros, hallaron que la fiabilidad y precisión de los sensores de los torsiómetros variaban según los sensores y los movimientos. Los autores llegaron a la conclusión de que los electrogoniómetros eran más fiables y precisos que los torsiómetros.43

Mediante una revisión sistemática de las herramientas de medición (goniómetros estándar, inclinómetros de fluido y de gravedad, fotografías y sistemas de análisis del movimiento) se cuantificó la movilidad de la articulación de la rodilla y se halló que, en el caso de las mediciones dinámicas, los electrogoniómetros y los sistemas de análisis de movimientos 3D eran los más fiables y los que tenían un menor error de medición. Para cuantificar la posición articular estática, los goniómetros e inclinómetros manuales se clasificaron por detrás de las secuencias de resonancias magnéticas y de los sistemas de análisis de movimientos 2D en cuanto a los errores mínimos de medición.44 Perriman y colaboradores45 hallaron que el electrogoniómetro flexible mostraba una excelente precisión y fiabilidad test-retest para medir la cifosis torácica.

Manual de goniometría

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