Читать книгу Plegaria en el asedio - Damir Ovčina - Страница 14
ОглавлениеCon el jefe del clínico en el despacho de la primera planta.
Hemos hecho lo que hemos podido.
¿Es eso todo?, ¿una infección bacteriológica? ¿Tanta debilidad por esto?
No es todo. Sospecho que hay un problema con la linfa. De todos modos, yo soy dermatólogo. Las úlceras en la piel son un problema secundario. Que se vaya a casa y luego ya veremos. Cualquier día puede estallar la guerra.
Para nosotros esto ya es la guerra.
El médico se encoge de hombros. Mi padre firma los formularios.
Mamá se acomoda en la cama. Está mejor. No tiene fiebre.
Hemos guardado todo en la bolsa azul. La mujer de Busovača quiere ayudarnos. Dejamos la bolsa de la fruta sobre su cama. Marcha atrás y con el brazo sobre el asiento del copiloto mi padre conduce el coche hasta la entrada del edificio. Yo la sujeto hasta la puerta. La gente mira. Ella entra con movimiento vacilante en el asiento delantero. Yo vuelvo por las cosas y paso al trasero. Lentamente hacia la salida entre los edificios del complejo hospitalario. En la radio noticias de los municipios y a continuación música tradicional. El sol muy alto en un cielo despejado. Mucha gente en los alrededores. Policías de la reserva con uniforme azul de paño grueso apoyados en un Zastava 101 azul y blanco. En la mano, fusiles Kaláshnikov. Conserjes con traje marrón también de paño. Segunda semana de febrero. Un día cálido. Se está bien dentro del coche. Mi madre observa con atención a la gente a lo largo de la calle principal y habla animadamente con nosotros. Fantaseo con que pronto se desvanezca toda la historia de su enfermedad. Vemos Skenderija, luego Marindvor, Pofalići y Malta, Čvila y Otoka. Después de pasar Alipašino giramos a la izquierda a Vojničko, luego a Mojmilo y a la derecha a Dobrinja V, y de nuevo a la derecha donde el edificio marrón y a la izquierda a la calle Akifa Šeremeta. Y finalmente a la derecha a la calle Franca Prešerna. Vecinas en el balcón de abajo a la izquierda y en el de arriba a la derecha. Nos saludan. Bajan hasta el coche. Yo sujeto a mamá. Se apoya en mí mientras habla con ellas. Subimos despacio, pero de buen humor. Mi padre ha abierto la puerta.
Un poco más.
En el piso, un ambiente agradable. Del acumulador sopla aire caliente. Naranjas en la mesita. Colecciones de libros completas en la estantería. Ella recorre la habitación con la vista. Un envase de zumo junto a las naranjas. Yo en el sillón verde.
La puerta del cuarto abierta. La radio con el volumen bajo. Escribo lo que ha sucedido y cómo es ahora. Tacho partes. La nieve se pega al tejado. Se ha encendido la farola en el aparcamiento.