Читать книгу Plegaria en el asedio - Damir Ovčina - Страница 15

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Mi madre en el sofá concentrada en el Oslobođenje. Un zumo de naranja y tres plátanos delante de ella. Su mirada serena. Remuevo torpemente los espaguetis con aceitunas y salsa de tomate. Primera hora de la tarde. Ella viene a la cocina con ayuda del andador. Se sienta junto a la ventana. Dos estantes marrones sobre soportes metálicos. En ellos los cuentos de los hermanos Grimm, una vieja radio plana de la marca Grundig y un pequeño cañón. Zumo del envase verde con una naranja dibujada.

Venga, voy a hacer unas palačinke.4

¡Coge huevos!

¿Cuántos?

Dos.

Mi padre saca del frigorífico un cartón de diez huevos. Lleva impreso el rótulo de Agrokomerc.

Y ahora añade un vaso y medio de leche.

¿Así?

Un poco más.

¿Y qué más?

Unas cinco cucharadas de harina. ¡Pon una más! ¡Y un poco de agua!

¿Qué sartén?

Coge la más grande. Ahora añade una pizca de sal y una cucharada de azúcar. ¡Bátelo en la batidora!

Yo me estoy poniendo zumo mientras ruge la batidora Gorenje Fullmix.

¿Tú quieres zumo?

Es suficiente. ¡Pon aceite a calentar! No hace falta mucho. ¡Coge el trapo!

La primera gorda y pegajosa.

¡Sepárala un poco! ¡Ten cuidado, no arañes la sartén! Ya ves, poco a poco va saliendo.

¿Hay mermelada?

En la alacena.

Un tarro de la marca Podravka y otro de Vitaminka.

Yo las untaré.

¡Para mí con moras!

Las otras con albaricoque.

Yo untaré estas.

Ella aparta el Oslobođenje y se levanta apoyándose en el andador. Yo la sujeto mientras se acerca a la puerta del pequeño balcón. Mira el jardín comunal. Nieve en la mesa del jardín. Empieza el fin de semana. Aguanieve.

4Dulce similar a la crep francesa.

Plegaria en el asedio

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