Читать книгу Las relaciones colectivas de trabajo en el nivel europeo e internacional. Organización, acción sindical y negociación colectiva - Dulce María Cairós Barreto - Страница 17
6. BIBLIOGRAFÍA
ОглавлениеACEVEDO, C. (2003), “La experiencia del crecimiento económico de El Salvador durante el siglo XX”. Banco Interamericano de Desarrollo. Serie de Estudios Económicos y Sectoriales.
ACOSTA, M. (2013), Razones para la crisis de la deuda externa: 1973-1982. Boletín Electrónico La Insignia. Madrid, España.
AGARWALA, S. y SINGH, P. (1973), La economía del subdesarrollo, Tecnos, Madrid, 333-74.
AGUIRRE, M. (1995), Los días de futuro. La sociedad interna en la era de la globalización, Icaria, Barcelona.
ALAIN, C. (2009), “Sobre los conceptos de economía en general y de economía solidaria en particular”, en José L. Coraggio (Org) Qué es lo económico? Materiales para un debate necesario contra el fatalismo, Ciccus, Buenos Aires, pp. 13-46.
ALBUQUERQUE, P. (2004). “Asociativismo”, en Cattani, A. La otra economía, Colección lecturas sobre Economía Social, UNGS-Altamira, Buenos Aires.
ALKIRE, S., ADRIANA, C., y ROCHE, J. M. (2013), Multidimensional Poverty Index 2013: Brief Methodological Note and Results. www.ophi.org.uk/multidimensional-poverty-index/
AMAYA, P. J. y CABRERA MELGAR, O. (2013), Territorios Funcionales en El Salvador. Documento de Trabajo. Serie Estudios Territoriales. Programa Dinámicas Territoriales Rurales.Rimisp.
ANDREFF, W. (1997), La transformación económica de los países del Este ocho años después: Resultados y retos para el futuro.
ARMSTRONG, H. W. y TAYLOR, J. (1986), Regional Economics and Policy, Philip Allan, Londres.
ASKUNZE, C. (2007), “Economía Solidaria” en Celorio, G. y López de Muniain, A. (coords.): Diccionario de educación para el desarrollo. Ed. Hegoa.
BARÁN, P. (1971), “La economía política del crecimiento”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
BANCO MUNDIAL (1975), World Development Report, Oxford University Press, Nueva York.
BANCO MUNDIAL (1990), World Development Report, Oxford University Press, Nueva York.
BANCO MUNDIAL (varios años), Statistics. Oxford University Press, Nueva York.
BANCO MUNDIEAL (varios años), “Más allá del crecimiento económico”.
BARREIRO, F. (1998), “Las políticas locales de promoción económica: reflexiones e innovación”, en BRUGUE, Q. Y GOMA, R. (de.): Gobiernos locales y políticas públicas. Ariel Ciencia Política, Barcelona.
BATTISTON, D., CRUCES, G., LOPEZ CALVA, L. F., LUGO, M. A., y SANTOS, M. E. (2009), Income and Beyond: Multidimensional Poverty in six Latin American countries. OPHI Working Paper no 17, 29.
BENKO, G. y LIPIETZ, A. (1992), Les régions qui gagnent: districts et réseaux: les nouveaux paradigmes de la géographie économique.
BOISIER, S. (2003), El desarrollo en su lugar (El territorio en la sociedad del conocimiento), Geolibros, Santiago de Chile.
BONNET ESCUELA, M. (1999), El proceso de toma de decisiones en la estrategia de desarrollo local. Ediciones Federte. Santa Cruz de Tenerife.
BRAMOVICH, A., HINTZE, S., MONTEQUÍN, A. y VÁZQUEZ, G. (2003), “Empresas sociales: características, problemas y perspectivas. Un estudio de casos de la Región Metropolitana de Buenos Aires”. Capítulo en Federico-Sabaté (coord.): Empresas Sociales y Economía Social: aproximación a sus rasgos fundamentales. Cartilla n.° 6 Programa de Desarrollo Local, ICO-UNGS. Los Polvorines, junio de 2003.
BRUTON, H. (1965), “Principles of development economics” Englewood Cliffs, N.J. Prentice-Hall, PAIS.
BURNS, A. (2007), Politizando la pobreza: hacia una Economía Solidaria del Cuidado. Progressio El Salvador, Centroamérica.
CABRERA MELGAR, O., y AMAYA VALENCIA, P. J. (2012), Crecimiento Inclusivo y Transformación Estructural: Una Primera Aproximación. Boletín Económico, 34.
CAILLÉ, A. (2009), “Sobre los conceptos de economía en general y de economía solidaria en particular” en Coraggio, J. L. (org.) ¿Qué es lo económico? Materiales para un debate necesario contra el fatalismo. CICCUS, Buenos Aires.
CASTELLS, M. (1996), The Rise of the Network Society, The Rise of the Network Society.
CEPAL (2013), CEPALSTAT. Base de Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Recuperado el 12 de julio de 2013, de http://interwp.cepal.org/cepalstat/engine/index.html
CARDOSO, F y FALLETO, E. (1973), Dependency and Development in Latin America, Berkeley: University of California Press.
CASTAÑEDA, T., LINDERT, K., DE LA BRIÈRE, B., FERNÁNDEZ, C., HUBERT, C., LARRAÑAGA, O., OROZCO, M., AND VIQUEZ, R. (2005). ‘Designing and Implementing Household Targeting Systems: Lessons from Latin America and the United States’. Social Protection Discussion Paper Series (0526). Washington, DC: The World Bank.
COADY, D., GROSH, M. AND HODDINOTT, J. (2002), ‘The Targeting of Transfers in Developing Countries: Review of Experiences and Lessons’. Social Safety Net Primer Series. Washington, DC: The World Bank.
COMISIÓN MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE Y DEL DESARROLLO (1988), Nuestro futuro común. Ed. Cast.: Alianza Editorial S.A., Madrid.
CORAGGIO, J. L. (2003), “Una alternativa socioeconómica necesaria: la Economía Social” en Danani, CL (comp.): Política social y economía social: debates fundamentales. Fundación OSDE.
CORAGGIO, J. L. (2002), “La economía social como vía para otro desarrollo social” en De la emergencia a la estrategia: más allá del “alivio de la pobreza”. Espacio Editorial, Buenos Aires.
CORAGGIO, J. L. (2007) “Una perspectiva alternativa para la economía social: de la economía popular a la economía del trabajo”, en Coraggio, J. L. (org.) La economía social desde la periferia: contribuciones latinoamericanas. UNGS/Editorial Altamira, Buenos Aires.
CORAGGIO, J. L. (2009), “Territorio y economías alternativas”, ponencia presentada en el Seminario Internacional “Planificación regional para Vivir Bien. Visiones, desafíos y propuestas”, organizado por el Ministerio de Planificación para el desarrollo, La Paz, Bolivia, 30-31 de julio.
CORAGGIO J., LAVILLE, J., CATTANI A. (2009), Diccionario de la otra economía, Primera edición, Buenos Aires: Altamira.
CUELLAR, N. (2002), Cambio económico, empleo y pobreza rural en El Salvador. PRISMA. El Salvador.
DELGADO, M. Y SALGADO, M. (2009), “Crisis y pobreza rural en América Latina: el caso de El Salvador”. Documento de Trabajo N.° 44. Programa Dinámicas Territoriales Rurales. Rimisp, Santiago, Chile.
DURÁN, J.J., 2013: “La gobernanza de las empresas multinacionales en una economía globalizada”, pp. 330-332.
ELIZALDE, A. (2003), Planificación estratégica territorial y políticas públicas para el desarrollo local, CEPAL, pp. 81-82.
ELIZALDE, A., (2006), Desarrollo a escala humana: conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones, Icaria.
EPELMAN, M. (1981), Calidad ambiental y salud humana. Nicaragua.
ESCOBAR (2006), La matriz insumo-producto como instrumento de planificación del desarrollo económico en comunidades organizadas de los países pobres: El caso del Grupo Bajo Lempa en El Salvador. Tesina Preparada para el Master en Desarrollo Económico, Universidad Carlos III Madrid.Espacio Editorial, Buenos Aires.
FAGEN, R. (1983), Theories of Development: The question of class strugle. Monthly Review 35, 13-24.
FIGUEROA ALBELO, V. M. (2009): “Economía Política de la transición al socialismo: Experiencia cubana”, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2009.
FLORES MACAL, M. (1983), Origen, desarrollo y crisis de las formas de dominación en El Salvador. San José, Costa Rica.
FOREMAN-PECK, J. (1995), Historia Económica mundial. Relaciones económicas internacionales desde 1850, Prentice.
FOURNIER, M. y VÁZQUEZ, G. (2007), “Experiencias y aprendizajes en la construcción de otra economía. Estudio sobre emprendimientos socioeconómicos asociativos”. ICO-UNGS en convenido con Red de Asistencia Técnica, ANTA-CTA. Marzo.
FRANK, G. (1969), América Latina: Subdesarrollo y Revolución. (New York: Review Press).
GAIGER, L. I. (2004), “Emprendimientos económicos solidarios”. En Cattani, Antonio David, La otra economía, Colección lecturas sobre Economía Social, Altamira, Buenos Aires.
GALEANO, E. (1971), Las venas abiertas de América Latina.
GARCÍA RODRÍGUEZ, J. L. (editor) (2000-a): Instrumentos para el desarrollo local. Excmo. Cabildo Insular de La Palma. Santa Cruz de Tenerife.
GORENDER, (1978), “La economía solidaria y el capitalismo en la perspectiva de las transiciones históricas”, en José L. Coraggio, La economía social desde la periferia (2007).
GREFFE, X. (1992), Descentralizar a favor del empleo. Las iniciativas locales de empleo. Centro de publicaciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Madrid.
GUERRA, P. (2001), Mirades globals per a una altra economia. Setem. Barcelona, 2012.
GUERRA, P. (2004), Economía de la solidaridad y solidaridad en la economía: Contextos conceptuales y antecedentes históricos. Cátedras y Cursos.
GUERRA, P. (2007): “¿Cómo denominar a las experiencias económicas solidarias basadas en el trabajo? Diálogo entre académicos latinoamericanos acerca de la polémica conceptual”, Otra Economía. Revista Latinoamericana de Economía Social y Solidaria, Volumen I – N.° 1 – 2.° semestre de 2007.
GUZMÁN, J., y FERNÁNDEZ, J., (2004), “Proceso de globalización: ¿Convergencia o divergencia económica entre países?
HERMASSI, E. (1978), Changing Patterns in Research on the Third Worlds, Annual Review of Sociology 4, 239-257.
HUNTINGTON, S. (1976), The Change to Change: Modernization, development and politics. (New York: Free Press).
ISUANI, E.; VUOLO, R. y FANFANI, E. (1991), El Estado Benefactor. Un paradigma en Crisis, Miño y Dávila, Buenos Aires, Argentina.
Informe FMI (2015), “Informe sobre perspectivas de la economía mundial”.
Informe CEPAL (2014), “Inestabilidad y desigualdad. La vulnerabilidad del crecimiento en América Latina y el Caribe”.
JAHODA, M. (1987), Empleo y desempleo: Un análisis socio-psicológico. Ediciones Morata, S. A. Madrid España.
HIRSCHMAN, A. (1986), “El avance en colectividad. Experimentos populares en América Latina”. Serie de Economía, Fondo de Cultura Económica, México. ICO-UNGS (2009): “Emprendimientos socioeconómicos asociativos: su vulnerabilidad y sostenibilidad”.
KRUGMAN, P. (1994), Competitiveneness: A dangerous obsession. Foreign Affairs, vol. 73 NQ 2: 28-44, march/April.
KUZNETS, S., 1955: “Economic Growth and income inequality”, American Economic Review.
LAVILLE, J.-L. (2004), “El marco conceptual de la Economía Solidaria” en Laville, J. L. (comp.) Economía Social y Solidaria. Una visión europea. Colección lecturas sobre Economía Social, UNGS-Altamira, Buenos Aires.
LAVILLE, J. L. (2009): “Definiciones e instituciones de la economía” en Coraggio, J. L. (org.) ¿Qué es lo económico? Materiales para un debate necesario contra el fatalismo. CICCUS, Buenos Aires.
LAVILLE, J. L. (2010), Crisis capitalista y economía solidaria. Ed. Icaria. Barcelona.
LINDO-FUENTES, H. (2002), La economía de El Salvador en el siglo XIX, Dirección de Impresos y Escritos, CONCULTURA.
LÓPEZ, H.; ZAMORA, A. y MORALES, A. (2006), Estrategia de Desarrollo Económico Social del Departamento de Sonsonate. Editorial Maya.
LUNGO, M., et al. (1996), Proceso de urbanización y sostenibilidad en El Salvador. PRISMA No. 17. San Salvador, El Salvador. Mayo-Junio.
MADDISON, D. (2001), The amenity value of the global climate.
MAPA DE POBREZA URBANA Y EXCLUSIÓN SOCIAL VOLUMEN 1 (2010), Conceptos y Metodología. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Programa El Salvador, Ministerio de Economía (MINEC), Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) San Salvador, El Salvador.
MARTÍNEZ COLL, J. C. (2002), “Crecimiento y desarrollo” en la economía de mercado, virtudes e inconvenientes.
MARTÍNEZ, L., y WEHBE, C. (2003), Inversión exterior, concentración de la producción y desigualdades crecientes, IDUS.
MARX, C. (1965), “El Capital”, Tomo I, Ediciones Venceremos, La Habana.
MAX-NEEF, M. (1993), “Desarrollo a Escala Humana”. Conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones”.
MAX-NEEF, M. A. (1993), Desarrollo a Escala Humana. Conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones. Editorial Norman/Icaria. Barcelona.
MEDINA VÁSQUEZ, J.; BECERRA, S. y CASTAÑO, P. (2014), Prospectiva y política pública para el cambio estructural en América Latina y el Caribe, CEPAL, Santiago de Chile.
MONTOYA, A. (2009), Manual de Economía Solidaria, Departamento de Economía de la UCA. Antiguo Cuscatlán El Salvador.
MONTOYA, A. (2000), Desarrollo Económico. UCA Editores.
MOORE, M. (1993), Globalization and Social Change. New York: Elseiver.
MORALES, C. (1957), Pobreza, desertificación y degradación de tierras. CEPAL. Diciembre 2005.
MYRDAL, G. (1957), Teoría económica y regiones subdesarrolladas, Fondo de Cultura Económica, México.
MYRDAL, G. (1968), La pobreza de las naciones, Ariel, Barcelona.
MYRDAL, G. (1957), Economic Theory and Underdevelope, Regions, produce General Dukworth y Co, Ltda., London.
NÚÑEZ, O. (1995), “La economía popular, asociativa y autogestionaria”, CIPRES, Managua.
NURKSE, R. (1952), “Algunos aspectos internacionales del desarrollo económico”, en A. N. Agarwala y S. P. Singh, La economía del subdesarrollo, Tecnos, Madrid, 1973: 263-77.
NURKSE, R. (1953), Problemas de la formación del capital en los países insuficientemente desarrollados, Fondo de Cultura Económica, México.
OCAMPO, J. A. (2012), La historia y retos del desarrollo, ONU.
OCHOA, M. E. (2000), El impacto de los programas de ajuste estructural y estabilización económica en El Salvador. SAPRIN.
OCDE/CEPAL, 2011: “Perspectivas Económicas de América Latina 2012: Transformación del Estado para el Desarrollo”, OECD Publishing http://dx.doi.org/10.1787/leo-2012-es
PACHECO DUARTE, J. F. (2005), ¿Qué es el desarrollo humano sostenible? Los aportes desde el PNUD y la escuela Latinoamericana de pensamiento ambiental.
PÉREZ DE MENDIGUREN, E. y G. (2008), “¿De qué hablamos cuando hablamos de Economía Social y Solidaria?, Concepto y nociones afines” en XI Jornadas de Economía Crítica.
PÉREZ, H. (1973), “El subdesarrollo y la vía del desarrollo”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
POLANYI, K. (1957), “La economía como proceso institucionalizado”, “The economy as an instituted process”, en Trade and Market in the Early Empires. Economies in History Theory, New Cork.
POLANYI, K., (1994), “El sustento del hombre”, Biblioteca Mondedon.
POULANTZAS, N. (1998), Estado y Sociedad en Naciones Dependientes, México.
RAZETO, L. (2009), Lecciones de economía solidaria – realidad, teoría y proyecto. Ed. Uvirtual.net, Cátedras y Cursos.
SAJARDO-MORENO, A. (1996), Économie sociale et services sociaux en Espagne, Revue des études coopératives, mutualistes et associatives (RECMA), n.° 261 (59), 3ème trimestre.
SALCEDO, D. (2005), Una definición operativa del desarrollo local para El Salvador, Revista de Ciencias Sociales y Jurídicas.
SEGOVIA, A. (2002), Transformación estructural y reforma económica en El Salvador: el funcionamiento económico de los noventa y sus efectos sobre el crecimiento, la pobreza y la distribución del ingreso. F&G Editores.
SINGER, P. (2004), “Economía Solidaria”, en Cattani, A. La otra economía, Colección lecturas sobre Economía Social, Altamira-UNGS, Buenos Aires.
SO, A. (1991), Social Change and Development, Newburry Park, California.
STEWARD, M. (2000), Emotional states and physical health.
SWEEZY, P. (1975),” Teoría del Desarrollo Capitalista”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
SZENTES, T. (1984), “La Economía Política del Subdesarrollo”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
SUMMERS, R. y HESTON, D. (1991), An Expanded set of international comparisons, The Quarterly Journal of Economics.
TODARO, M. (1984), “El Desarrollo Económico del Tercer Mundo”, Tomo I, Ed. Nueva York.
TROITIÑO, M. A. (2000), El territorio la revalorización de los recursos endógenos en el desarrollo regional, Cuadernos de Turismo.
VASITOS, C. (1992), Una Estrategia Integral para el desarrollo. Santo Domingo, República Dominicana: PNUD.
VASQUEZ BARQUERO, A. (1988), Desarrollo Local: Una estrategia de creación de empleo, Ediciones Pirámide, Madrid.
VASQUEZ BARQUERO, A. (1993), Política Económica Local. Ediciones Pirámide. Madrid.
VASQUEZ BARQUERO, A. (2000), Desarrollo, Redes e Innovación. Lecciones sobre desarrollo endógeno, Ediciones Pirámide, Madrid.
1. CASTELLS, 1996.
2. BENKO y LIPIETZ, 1992.
3. OCDE, 1999.
4. “Los críticos han planteado que el proceso ha propiciado la explotación de los habitantes de los países en desarrollo, ha ocasionado grandes alteraciones en su forma de vida y en cambio ha aportado pocos beneficios, mientras los defensores apuntan a la considerable reducción de la pobreza alcanzada en países que han optado por integrarse a la economía mundial, como China, Vietnam, India y Uganda”. Véase: http://www.bancomundial.org/temas/globalizacion/cuestiones1.htm
“Al parecer no existe una definición exacta y ampliamente aceptada. De hecho, la variedad de significados que se le atribuye parece ir en aumento, en lugar de disminuir con el paso del tiempo, adquiriendo connotaciones culturales, políticas y de otros tipos además de la económica. Sin embargo, el significado más común o medular de globalización económica –aspecto en el cual se concentra este trabajo– se relaciona con el hecho de que en los últimos años una parte de la actividad económica del mundo que aumenta en forma vertiginosa parece estar teniendo lugar entre personas que viven en países diferentes (en lugar de en el mismo país). Este incremento de las actividades económicas transfronterizas adopta diversas formas: Comercio internacional, inversión extranjera directa, flujos del mercado de capitales…”.
5. Algunos autores introducen la distinción del término globalización a partir de la ideología política neoliberal, Andreff, W., 1997.
6. La globalización tiene múltiples facetas “…dándose implicaciones recíprocas, que a su vez, informan y van orientando la construcción de un proceso en “marcha”. Lo que no se acaba de aclarar es en marcha pero ¿hacia dónde? Y la construcción ¿de qué?…”. Véase Martínez, L., y Wehbe, C., 2003: “La organización económica internacional y los problemas derivados de la globalización”.
7. Banco Mundial, 2001: “Más allá del crecimiento económico”.
8. POLANYI, K., 1994: “El sustento del hombre”.
9. AGUIRRE, M., 1995.
10. VITERI, D., GALO, 2013.
11. GUZMÁN, J., y FERNÁNDEZ, J., 2004: “Proceso de globalización: ¿Convergencia o divergencia económica entre países?
12. Ibídem.
13. “…El crecimiento mundial disminuyó en el primer semestre de 2015 como consecuencia del ahondamiento de la desaceleración de los mercados emergentes y del debilitamiento de la recuperación de economías avanzadas. En este momento, está proyectado en 3,1% para 2015 en su conjunto, cifra ligeramente inferior a la de 2014 y 0,2 puntos porcentuales por debajo de los pronósticos de la Actualización de julio de 2015 de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO, por sus siglas en inglés). Las perspectivas de los principales países y regiones continúan siendo desiguales. En comparación con el año pasado, el crecimiento repuntaría ligeramente en las economías avanzadas, pero se enfriaría en las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Habida cuenta del retroceso de los precios de las materias primas, la depreciación de las monedas de los mercados emergentes y la creciente volatilidad de los mercados financieros, los riesgos a la baja para las perspectivas han recrudecido, sobre todo en el caso de los mercados emergentes y las economías en desarrollo…”.
“…Según las proyecciones, la actividad mundial cobrará cierto ímpetu en 2016. En las economías avanzadas, la leve recuperación que arrancó en 2014 continuaría fortaleciéndose. En las economías de mercados emergentes y en desarrollo, las perspectivas mejorarían: en particular, el crecimiento de los países que están atravesando dificultades económicas en 2015 (como Brasil, Rusia y algunos países de América Latina y Oriente Medio) seguiría siendo débil o negativo, pero ya no en igual medida el próximo año, lo cual compensaría holgadamente la desaceleración gradual pre-vista para China…”. Fondo Monetario Internacional: “Informe sobre perspectivas de la economía mundial 2015”.
14. Informe FMI, 2015: “Informe sobre perspectivas de la economía mundial”.
15. Informe CEPAL, 2014: “Inestabilidad y desigualdad. La vulnerabilidad del crecimiento en América Latina y el Caribe”.
16. SUMMERS y HESTON (1991) y MADDISON (2001).
17. KUZNETS, S., 1955: “Economic Growth and income inequality”, American Economic Review.
18. PNUD, 1996, p. 75.
19. STEWART, 2000.
20. VÁSQUEZ, BARQUERO, A., 2000.
21. CEPAL, 2004.
22. El proceso de globalización tiene carácter histórico y multidimensional, se remonta al surgimiento del capitalismo en Europa a fines de la edad media, a la nueva actitud científica y cultural que encarnó el renacimiento, y a la conformación de las grandes naciones europeas y sus imperios. La expansión del capitalismo es el único fenómeno histórico que ha tenido alcances verdaderamente globales, aunque incompletos. CEPAL, 2004: “América Latina y el Caribe en la era global”, p. 1.
23. Una situación derivada de la escala creciente y acumulativa de las actividades humanas, que tienen efectos de carácter mundial, como el calentamiento global, el adelgazamiento de la capa de ozono estratosférica, la merma de la biodiversidad y el avance de la desertificación y la sequía, que adquieren carácter global, y que ha puesto la mayor vulnerabilidad ambiental y la mayor interdependencia existente entre los países. Unido a ello, el manejo de los asuntos ambientales internacionales tiene una institucionalidad débil y frágil. CEPAL, 2004.
24. Según la CEPAL, existen otros procesos en el marco de la globalización que tienen una dinámica relativamente independiente de la globalización económica. Uno de ellos es el que la misma CEPAL ha denominado “Globalización de los valores”, que se entiende como la extensión gradual de principios éticos comunes, cuyas manifestaciones más significativas son las declaraciones sobre los derechos humanos (doble dimensión de derechos civiles y políticos y derechos económicos, sociales y culturales), y las declaraciones de las cumbres mundiales de las Naciones Unidas – NN.UU.–. Incluida la Declaración del Milenio. Igual que en el plano económico, esta otra globalización de los valores tiene larga trayectoria vinculada a las luchas de la sociedad civil internacional.
25. “América Latina y el Caribe en la era global”. CEPAL, 2004, p. 12.
26. El efecto combinado de estos factores explica por qué, en el plano mundial, la estructura productiva ha seguido mostrando una alta y constante concentración del progreso técnico en los países industrializados, unida a un sostenido predominio en las ramas más dinámicas del comercio internacional y una influencia hegemónica en la conformación de las grandes empresas transnacionales. CEPAL, 2004: “América Latina y el Caribe en la era global”, pp. 13-16.
27. El efecto global de este fenómeno es la existencia de mayores márgenes en los países industrializados para adoptar políticas anticíclicas e inducir una respuesta estabilizadora de los mercados financieros, y por el contrario, la virtual inexistencia de esos márgenes en las economías de los países en desarrollo, puesto que los mercados financieros tienden a agudizar las variaciones del ciclo y los agentes del mercado esperan que las autoridades nacionales también se comporten en forma pro cíclica. “América Latina y el Caribe en la era global”. Ibídem.
28. No se manifestó en la primera, en la que se produjeron grandes desplazamientos de mano de obra, ni en la segunda, período en que ambos factores mostraron escasa movilidad. Estas asimetrías en los grados de movilidad de los factores productivos dan origen a sesgos en la distribución del ingreso, que perjudican a los factores menos móviles. Según la CEPAL, es en la tercera fase de la globalización cuando la situación de los países de América Latina y el Caribe estuvo vinculada en gran medida a las fluctuaciones de los flujos de capital hacia la región y a su adaptación a los intensos procesos de reestructuración de la economía mundial. En ese momento la región adoptó los programas de liberalización económica a partir de mediados de los años ochenta, y en algunos países incluso desde antes, y los instrumentó de manera más amplia y profunda que otras regiones del mundo en desarrollo. “América Latina y el Caribe en la era global”. Ibídem.
Según Myrdal, algunos países se han desarrollado económicamente en alto grado y cuentan con niveles muy elevados de ingreso medio real por habitante.
29. Los índices en los países altamente desarrollados muestran tendencias ascendentes. En general, son los países industrializados los que se están industrializando aún más. Por el contrario, en los países subdesarrollados, la formación de capital y la inversión tienden generalmente a ser más reducidas, aún en relación con sus ingresos más bajos. Para que existiese igualdad en el ritmo de desarrollo, la formación de capital y la inversión tendrían que ser, por lo contrario, relativamente mayores, ya que en los países más pobres el aumento natural de la población es por lo general más rápido.
30. “…El Consenso de Washington surgió en 1989 a fin de procurar un modelo más estable, abierto y liberalizado para los países de América Latina. Se trata, sobre todo, de encontrar soluciones al problema de la deuda externa que atenaza el desarrollo económico de la zona latinoamericana y, al mismo tiempo, establecer un ambiente de transparencia y estabilidad económica. En dicho consenso, se trató de formular un listado de medidas de política económica para orientar a los gobiernos de países en desarrollo y a los organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo (FMI, BM y BID). A la hora de valorar los avances en materia económica de los primeros al pedir ayuda a los segundos. El Consenso, se elaboró para encontrar soluciones útiles sobre la forma de afrontar en la región la crisis de la deuda externa, y establecer un ambiente de transparencia y estabilidad económica…” Béjar, R., 2004: “América Latina y el Consenso de Washington”.
31. No obstante los relativos avances en la región, sobre todo, en la reducción de la inflación y los desequilibrios fiscales y en el incremento de las exportaciones y la Inversión Extranjera Directa (IED), en materia de crecimiento económico, productividad, sostenibilidad y vulnerabilidad externa, los avances en la región no han sido buenos.
32. La mayoría de los países más pobres, han conservado las mismas desigualdades entre individuos, clases sociales y regiones que han existido siempre, y en muchos de ellos continúan aumentando esas desigualdades. Su desarrollo ha sido más lento y su población ha crecido más rápido que en los países ricos.
33. Prebisch, R., 1981: “Capitalismo periférico, crisis y transformación”.
34. “…La técnica tiene en ello un papel primordial. Conforme se desenvuelve en los centros sobrevienen continuas mutaciones en su estructura social, como así también en los países periféricos. Cuando penetra en ellos esa misma técnica, con gran retardo, se modifican en forma correspondiente las relaciones entre estos últimos países y aquellos centros. La tendencia inmanente al desequilibrio exterior que se ha presentado y sigue presentándose en el desarrollo periférico: Se ha tratado de contrarrestar esta tendencia con la sustitución de importaciones primero, y después con la exportación de manufacturas. Los centros distan mucho de estimular las exportaciones de manufacturas de la periferia mediante ciertos cambios en su estructura productiva. Y en la medida que no abren sus puestas a aquéllas, obligan a la periferia a continuar sustituyendo importaciones. El mercado no ha podido responder a la ambivalencia de la técnica. Ha sido ésta un factor imponderable de bienestar material, pero ha traído también la explotación irresponsable de recursos naturales agotables y el deterioro impresionante de la biosfera, aparte de otras serias consecuencias. La técnica penetra gracias a la acumulación de capital, así en medios físicos como en formación humana. A medida que se desenvuelve este proceso se operan continuas mutaciones en dicha estructura, la cual abarca una serie de estructuras parciales vinculadas entre sí por estrechas relaciones de interdependencia; las estructuras técnicas, productivas y ocupacionales, la estructura de poder y la estructura distributiva. El análisis de esas mutaciones es indispensable para desentrañar la compleja dinámica interna del capitalismo periférico…” Ibídem.
“…El interés económico, estratégico, ideológico y político de los grupos dominantes de los centros, es de donde proviene la dependencia en las relaciones centro-periferia. Eso aunado a la superioridad técnica y económica de dichos grupos dominantes. Estos inyectan en la periferia sus técnicas, formas de consumo y existencia, sus instituciones, ideas e ideologías, lo que supone una imitación del capitalismo periférico de este modelo…” (…) Para que esta situación sea diferente, deberán existir decisiones colectivas fuera del mercado que se sobrepongan al interés de los grupos dominantes, lo que implica un cambio de paradigma, una visión transformadora en el desarrollo periférico y de sus relaciones con los centros. Esto abriría una oportunidad y algunas opciones de desarrollo. En el marco de este proceso de desarrollo asimétrico, para América Latina. se abren algunas opciones de desarrollo pero se cierran o se anulan otras. Ibídem.
35. De acuerdo con Dunning (2000), el denominado “diamante del capitalismo global”, está compuesto por cuatro instituciones: Las entidades supranacionales, el mercado, el gobierno y las asociaciones intermedias.
“…Las entidades supranacionales más relevantes de nuestros días han surgido después de la Segunda Guerra Mundial. Así tenemos en primer lugar al Banco Mun-dial, entidad preocupada por el desarrollo económico, al Fondo Monetario Internacional (FMI) especializado en temas monetarios y financieros y a la Organización Mundial del Comercio (OMC) encargada del comercio internacional…” (…) El mercado no solo permite determinar el grado de escasez de bienes y servicios y asignar recursos (materiales, financieros, humanos y tecnológicos) descentralizadamente sino que también es una institución inmersa en una red de instituciones relacionadas. El mercado permite maximizar los beneficios derivados de la innovación, de la producción y del intercambio. (…) En el mundo de nuestros días existe una clara proliferación heterogénea de organizaciones no gubernamentales (no lucrativas y también de carácter comercial), que no son ni estado ni mercado, con desigual incidencia en el quehacer de los países. Dentro de estas la participación internacional es creciente…” Citado en DURÁN, J.J., 2013: “La gobernanza de las empresas multinacionales en una economía globalizada”, pp. 330-332.
36. Véase OCDE/CEPAL, 2011: “Perspectivas Económicas de América Latina 2012: Transformación del Estado para el Desarrollo”, OECD Publishing http://dx.doi.org/10.1787/leo-2012-es
37. OCAMPO, J.A., 2012.
38. El crecimiento económico –más alto en América del Sur– ha sido estimulado por el dinamismo del sector externo y sostenido por la demanda de China y, en menor medida, de la India, lo que ha impulsado las exportaciones agropecuarias y de las industrias extractivas, principalmente por la vía del aumento de los precios internacionales y también por los incrementos de su volumen físico. Tan significativa es la demanda por esta clase de bienes que América del Sur ha venido profundizando su especialización productiva y exportadora en las materias primas, a la vez que ha procurado gobernar este auge, toda vez que genera ingresos adicionales extraordinarios en las arcas de los Estados nacionales. “Planificación, prospectiva y gestión pública. Reflexiones para la agenda de desarrollo”, CEPAL, 2014.
39. El proceso ha motivado importantes reformas, como la creación de agencias ejecutivas, la introducción de modelos semicontractuales con órganos centrales de gobierno y una remuneración basada en los resultados. Las transformaciones influyeron en la redefinición del rol del Estado, que empezó a centrarse menos en la prestación de servicios y más en una función de dirección, al proveer marcos estratégicos globales a los mercados. También se emplearon mecanismos de mercado en la prestación de servicios dentro del sector público. Además, la gestión estratégica y preventiva de los recursos humanos sirvió para fortalecer la capacidad del estado y facilitó el ejercicio de sus nuevas funciones. La práctica ha demostrado que la gestión pública requiere de sus propias técnicas e instrumentos. Si bien el modelo de la nGp trasladó el énfasis en las reformas de la gestión pública y del buen gobierno, no siempre aportó una respuesta clara y directa a las necesidades de esta y con frecuencia dejó de abordar la transparencia en aquel. Además, se concentró en la eficiencia, pero en ocasiones en detrimento de la eficacia. OCDE/CEPAL, 2011: “Perspectivas Económicas de América Latina 2012: Transformación del Estado para el Desarrollo”, OECD Publishing. http://dx.doi.org/10.1787/leo-2012-es.
40. ESCRIBANO, G., 2004.
41. ESCRIBANO, G., 2004.
42. ESCRIBANO, G., 2004.
43. PNUD, 2003.
44. ESCRIBANO, G., 2004.
45. La planificación debe desarrollarse a través de un proceso en el que participen distintos agentes sociales. Debe estar acompañado, además, de una capacidad de coordinar las actividades estatales orientadas a alcanzar los objetivos estratégicos y a evaluar las acciones de los organismos del Estado en tal sentido. La prospectiva, la participación, la coordinación y la evaluación, constituyen lo que podríamos denominar las funciones básicas de la planificación.
46. “Progresos en materia de planificación en América Latina” (1963); “Evolución y orientaciones del Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social” (1966); “Discusiones sobre planificación” (1965); “Reflexiones en torno a los problemas actuales de la planificación en América Latina” (1968); “Las reformas presupuestarias para la planificación en América Latina” (1967); y “Evolución y perspectivas de los procesos de planificación en América Latina” (1972).
47. “…Aparte de enumerarse los aspectos positivos de la práctica de la planificación, en el documento también se presentan una serie de insuficiencias y las posibles causas que las explicarían, desde las que inciden en aspectos típicos de política interna y externa, hasta las más vinculadas con los aspectos conceptuales del proceso de planificación…”.
“…En particular, se señala que la “mayoría de los programas políticos que hoy se plantean como salidas a los problemas de América Latina se apoyan en gran medida en las interpretaciones elaboradas por las oficinas de planificación y plantean como problemas básicos los identificados en los planes…”. Ver Textos seleccionados del ILPES (1962–1972): “Los fundamentos de la planificación del desarrollo en América Latina y el Caribe 2012”, pp. 16-17.
48. Este proceso, tuvo el acompañamiento de la CEPAL, desde donde se orientó la acción hacia el problema de desarrollo económico de América Latina y de su planificación. Además se inició el asesoramiento a gobiernos en materia de creación de sistemas orgánicos de planificación.
49. “…el concepto de sistema de planificación indica la existencia no sólo de un método técnico por el cual se orientan los órganos planificadores en la formulación del alcance y consistencia de los objetivos que se postulan, sino que también de un método administrativo u organizativo que permita que toda la administración pública, las empresas privadas y la población en general entreguen y canalicen, hacia los niveles responsables apropiados, sus conocimientos, informaciones, apreciaciones y deseos sobre las acciones inmediatas y futuras y el cumplimiento de las mismas en el pasado. Implica también la existencia de un complejo mecanismo de información económica que abastece rutinariamente a los órganos planificadores y ejecutivos de la mate-ria prima estadística básica que requieren para la formulación y control de los planes. Los organismos de planificación, mediante investigación directa o especial, sólo deberían captar aquel tipo de información que, por su naturaleza y costo no puede proporcionarse rutinariamente. Finalmente, un sistema de planificación expresa un trabajo de tipo permanente, que se realiza como un hábito normal y mediante una rutina previamente establecida y aceptada como necesaria para organizar y canalizar las decisiones. Un sistema de planificación lleva implícito una rutina para formular, controlar y ejecutar planes…” CEPAL-ILPES, 2012: “Los fundamentos de la planificación del desarrollo en América Latina y el Caribe”, pp. 28-29.
50. Según la CEPAL, el modelo productivo actual de la región, crea profundas desigualdades económicas y sociales. En ese sentido, plantea en primer lugar, la necesidad de “crecer para igualar e igualar para crecer”, mediante una macroeconomía que mitigue la volatilidad, fomente la productividad y favorezca la inclusión, al mismo tiempo que dé origen a dinámicas productivas que cierren brechas internas y externas. En segundo lugar, igualar potenciando capacidades humanas y revirtiendo disparidades en forma activa, a través de la universalización de los derechos y prestaciones sociales, el impulso a la inclusión desde el mercado de trabajo y el logro de una mayor convergencia territorial. En tercer lugar, la necesidad de un pacto fiscal, con efectos redistributivos, que brinde acceso a la innovación, a la institucionalidad laboral y a la seguridad en el trabajo. En resumen, promover un nuevo balance en la economía mediante una renovada ecuación entre el Estado, el mercado y la sociedad.
51. Todos estos planes, si bien con sus propias peculiaridades, presentan ciertas características comunes referentes, por ejemplo, al establecimiento de metas sobre el crecimiento del PIB per cápita y la generación de empleos formales; la presencia de un fuerte énfasis con relación a la igualdad, la cohesión social y la superación de la pobreza; la inclusión de metas de seguridad ciudadana; la priorización del gasto en infraestructura pública; el establecimiento de metas de presión fiscal y de estructura tributaria (reconociendo la necesidad de incrementar los ingresos fiscales), y la revalorización del papel del Estado y la administración pública, entre otros rasgos en que se observan similitudes, ARMIJO, 2011.
52. ARMIJO, M., 2011.
53. Pueden mencionarse, entre otros, los siguientes programas: El plan Brasil 2022, la agenda Chile país desarrollado: Más oportunidades y mejores empleos (con un horizonte a 2018), visión Colombia II centenario 2019, el plan nacional de unidad nacional de la esperanza de Guatemala (con un horizonte a 2032), visión nacional 2030 de México, el plan Perú 2021 y la estrategia nacional de desarrollo de la República Dominicana “Un viaje de transformación hacia un país mejor” (con un horizonte a 2030).
54. ARMIJO, M. 2011.
55. MEDINA VÁSQUEZ, J.; BECERRA, S. y CASTAÑO, P. (2014).
56. Cada institución (pública, privada o no gubernamental) utiliza la planificación de acuerdo con sus fines, enfatizando algunas concepciones teóricas y metodológicas, así como empleando algunos instrumentos y descartando otros, lo que se traduce en aplicaciones muy diversas. No obstante, sea cual sea el usuario institucional, la revalorización de la planificación y de las políticas enfatiza la concepción estratégica tanto del diseño como de la ejecución, el obligado carácter participativo de ambos subprocesos y la necesidad de asegurar la anticipación del futuro, la coordinación de las acciones y la evaluación de los resultados (MEDINA VÁSQUEZ, J.; BECERRA, S. y CASTAÑO, P. [2014]).
57. La incorporación de innovaciones conceptuales; el replanteamiento de las funciones básicas de la planificación; la orientación y coordinación de actores en la fase de implementación del plan; el seguimiento, monitoreo y evaluación de las acciones, políticas y programas; el establecimiento de alianzas público-privadas; la construcción de una visión estratégica de largo plazo, y el desarrollo de políticas de convergencia regional, desde los ámbitos tanto de lo nacional como de lo subnacional. Quizás el mayor reto consiste en que la planificación se consolide como un instrumento de la política de desarrollo, especialmente en apoyo al diseño, seguimiento y evaluación de políticas y programas para el desarrollo.
58. Aunque este planteamiento reconoce que los derechos humanos y la vigencia de un Estado democrático son elementos claves para la gobernabilidad, en la práctica promueve un Estado reducido a su mínima expresión. En cuanto a prioridades del desarrollo, sus énfasis están puestos en el crecimiento económico de las inversiones (consideradas de alta rentabilidad) en educación, salud y redes de seguridad social. Sus propuestas se concentran en políticas con especial énfasis en la liberalización comercial, la desregulación y las privatizaciones.
59. SALCEDO, 2005.
60. Existen diferentes dimensiones del término sostenibilidad, la sostenibilidad eco ambiental, la cultural, la política, la económica, la social. Actualmente, el desarrollo sostenible o sustentable se ha ido constituyendo en una referencia indispensable en el discurso político, empresarial y de la sociedad civil. Aunque en algunos casos el concepto recoge un discurso hegemónico y meramente retórico, lo que podría hacer peligrar su fundamento transformador.
61. ELIZALDE, A. 2003 pp. 81-82.
62. MAX NEEF, M., 1994.
63. TROITIÑO, M. A., 2000.
64. Dentro de las teorías más conocidas respecto a las necesidades humanas se encuentra la teoría de Abraham Maslow (1975) quien plantea que existen cinco categorías de necesidades que se suceden en orden ascendente. Estos conceptos al igual que otros sobre las necesidades nuevamente imponen una visión reduccionista del mundo, con una sola concepción del ser humano. En las concepciones con ideologías del progreso como el actual modelo económico se ha generado también una visión de necesidades como un sistema jerarquizado, donde algunas son más necesarias que otras y desconoce las interrelaciones entre ellas. Lo anterior hace necesario el hecho de desmontar o transformar una visión reduccionista y simplista de las necesidades humanas.
65. ELIZALDE, A., 2006.
66. Bienes son todos los elementos producidos por nosotros que están fuera de nuestra propia piel. Esta teoría plantea que las necesidades son pocas y finitas. Existen nueve necesidades humanas fundamentales: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, creación, participación, ocio, identidad y libertad. Cada una de estas necesidades fundamentales constituye a su vez un subsistema del subsistema de necesidades dentro del sistema de las necesidades humanas fundamentales. Esas nueve necesidades identificadas tienen una jerarquía similar. No hay ninguna necesidad de menor categoría que otras. Todas conforman un sistema, y por consiguiente, están profundamente imbricadas unas en otras, constituyendo lo que podríamos llamar la naturaleza humana y se organizan de manera análoga a los sistemas o subsistemas que dan forma a nuestro organismo biológico en cuanto seres vivos.
67. MAX-NEEF, M., 1993.
68. MAX-NEEF, M., 1993.
69. MAX-NEEF, ELIZALDE y HOPENHAYN, 1993.
70. “…La transdisciplinariedad es una solución que, con miras a alcanzar un mayor entendimiento, va más allá de los ámbitos esbozados por disciplinas estrictas. Mientras que el lenguaje de una disciplina puede limitarse a describir algo (un elemento aislado, por ejemplo) puede resultar necesaria una actividad interdisciplinaria para explicar algo (una relación entre elementos). Por la misma razón, para entender algo (un sistema como se lo interpreta por otro sistema de mayor complejidad) se requiere una participación personal que vaya más allá de las fronteras disciplinarias, convirtiéndola así en una experiencia transdisciplinaria…” (MAX-NEEF, M., 1993).
71. Uno de los aspectos que define una cultura es su elección de satisfactores. Las necesidades humanas fundamentales de un individuo que pertenece a una sociedad consumista son las mismas de aquel que pertenece a una sociedad ascética. Lo que cambia es la elección de cantidad y calidad de satisfactores, y/o la posibilidad de tener acceso a los satisfactores requeridos.
72. Según SALCEDO, D., 2005, una primera falacia en este mito es la de suponer que las necesidades humanas son infinitas. La segunda falacia consiste en creer que dichas necesidades se satisfacen únicamente a través de bienes y servicios económicos provistos por el mercado. La tercera falacia consiste en obviar que la satisfacción de ciertas necesidades por parte de unos restringe la capacidad de otros de satisfacer las propias, e incluso la satisfacción de otras necesidades propias.