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La Asamblea Democrática de Mataró (Local)

El origen de esta entidad proviene de 1970-71 cuando se creó el organismo denominado Comissións d’Activitats Cíviques (CAC) en la comarca del Maresme, La Selva y el Gironés. Francesc Frutos (PSUC), trabajador de la SAFA en Blanes y residente en Calella, era el coordinador. La revista Treball publicó en junio de 1971 un artículo referido a este tipo de organismo unitario calificándolo como un ejemplo a seguir y a multiplicar.

En la CAC había representantes políticos y de otras organizaciones sociales y laborales, y entre sus miembros más representativos destacaron Lluís Llerinós (de Malgrat) y Josep (Pep) Clofent (de Caldes d’Estrac), pertenecientes al PSAN; otros, sin afiliación, fueron Josep Puig López y Xavier Gamell (de Calella). En Mataró, el delegado era Josep Mª Fàbregas (JCC).

Las CAC aportaron acciones políticas, cívicas y culturales, organizando representaciones teatrales como la vida de Francesc Layret, escrita por Mª Aurèlia Capmany, o el famoso Aplec de Sardanas de 1972, en Calella de la Costa254, lugar donde fueron detenidos y al poco tiempo liberados los mataroneses Nuria Beltrán, Antoni Calsapeu, Fernando Fernández, Bartolomé Fernández, Josep Lligonya, Jorge Martínez y Josep Sivilla; Artur Farré, detenido por la Guardia Civil, también fue liberado. Entre sus objetivos destacaba el fomento de toda actividad social, cultural y política de signo popular y democrático; la denuncia de represiones, arbitrariedades e injusticias; la reclamación de los derechos de huelga, reunión, asociación, manifestación, expresión y crítica; el refuerzo a la clase obrera en su lucha; la difusión del movimiento estudiantil; la consecución de la amnistía de presos y exiliados políticos y sociales; el impulso de la concienciación catalana y la socialización de los medios de producción255.

El CAC editó alrededor de 1973 los boletines Poble y Comarca con poca tirada y continuidad relativa en su corta existencia. Fue un momento de transformación y evolución, de tal forma que, conforme el CAC desaparecía, fue creciendo en expectativa desde 1971 el movimiento relacionado con la Asamblea.

Por otro lado, las primeras reuniones preparatorias relacionadas con la Asamblea se celebraron en el domicilio de Joan Masjuan y una de las primeras decisiones fue la de enviar los primeros representantes a la frustrada I sesión inicial. Estos fueron: José Luis López Bulla256 (CC.OO.), Agustí Valdé (PSUC), Joan Masjuan (UDC), Joan Bonamusa (Independiente) y Josep Mª Fàbregas (JCC). Un mes antes de la constitución de la Asamblea de Cataluña y entre las reuniones preparatorias, se efectuó una reunión en Mataró con asistencia de unas 125 personas. En ella, representantes de las Comisiones Obreras de Mataró, después de la exposición de los motivos de la Asamblea y de las resoluciones de la coordinadora nacional por parte de los organizadores, expusieron y pidieron ayuda y colaboración para evitar los consejos de guerra de tres compañeros de Mataró detenidos por cantar en el Aplec de Calella y un obrero en Tarrasa, así como un minuto de silencio por el obrero de la construcción, Pedro Patiño, muerto en Madrid por la Guardia Civil.

Después de varias exposiciones por parte del FNC y del PSUC afirmando que la Asamblea de Cataluña era la actividad más importante de la CCFPC, hubo un coloquio donde se intentó explicar el sentido del retorno del Estatuto de 1932, pidiendo un militante de la CNT que se respondiera en castellano. Comisiones pidió una plataforma cívica local para resolver los problemas de Mataró y el FNC explicó el desarrollo de la Asamblea del Bages y la necesidad de un comité de enlace. Un castellano parlante afirmó que los inmigrantes no se sentían vinculados a Cataluña; siendo respondido por el FNC no aceptando el léxico (inmigrante) y afirmando que eran catalanes todos los que vivían y trabajaban en Cataluña257.

Pasados unos meses, al constituirse definitivamente la I Sesión el 7 de noviembre de 1971, asistieron Agustí Valdé (PSUC), Joan Masjuan (UDC), Mercè Boixet (Unió de Dones Democràtiques), Josep (Pep) Comas (Grup de Colònies), Josep (Pep) Sivilla (Comunitats Cristianas de Base), Joaquín Cantón (CC.OO.), Antoni Cuadras (PSUC) y Pere Casanovas. También asistieron Lluís Fernández por el Secretariado Nacional de las JCC y José Luis López Bulla representando a la Comissió Obrera Nacional de Catalunya dentro de CC.OO. Las contraseñas de control en dicha reunión fueron varias; en una de ellas, los representantes de Mataró se reunieron con anterioridad en la cafetería Samoa (recogiendo la contraseña que consistía en unos cartones que se les entregaba en los lavabos).

Finalizada la Asamblea y, ya de vuelta en Mataró, se efectuó una reunión informativa en la parroquia de Montserrat en el barrio del Pla d’En Boet, coincidiendo con una carrera ciclista presidida por el alcalde franquista Pedro Crespo. En esa reunión se constituyó la Coordinadora Cívica de Mataró (CCM) con unos principios básicos de actuación antifranquista: Luchar por la amnistía, contra la represión, y mantener una ayuda solidaria con los represaliados; apoyar el movimiento obrero, estudiantil y de mujeres en sus reivindicaciones; propiciar y ayudar en actos protestatarios de tipo cívico; ayudar en actividades culturales de signo popular; proporcionar información a todos los niveles e impulsar la concienciación nacional catalana. A mediados de 1972 se integraron a la CCM las Comissions d’Estudiants de Batxillerat (CEB), representada por Narcís Fradera, Pere Esquerra y Santi López, y el Grup d’Universitaris del que formaba parte Josep Puig i Plá y donde la mayoría eran militantes del PSUC. Otras incorporaciones próximas a la coordinadora cívica completaron el espectro ideológico representado, destacando el ingreso de Narcís Majó como representante de la Comissió de Solidaritat que estaba relacionado con el posteriormente llamado «pujolismo»258. Otros, aún sin pertenecer a la asociación, eran informados en algunas ocasiones de las actividades como fue el caso del monárquico Eduard Gualba y el concejal elegido por el Tercio Familiar, Ángel Fábregas. En los primeros meses de 1973 se constituyó la Comissió Preparatoria de la Asamblea Democrática de Mataró (ADM) con el mismo esquema de funcionamiento que la Comisión Preparatoria de la Asamblea de Cataluña. Sus componentes fueron:

PSUCAgustí Valdé
JCCJoan Ramón Morante
CC.OO.Jesús Nieto
Joventuts MusicalsLluís Roca
Grup de ColòniesJosep Comas
C.C. de BaseJosep M. Calsapeu
Dones DemocràtiquesMercè Boixet
G. UniversitarisJosep Puig i Plá
C. Est. BatxilleratSanti López
C. SolidaritatJoan Iglesias y Narcís Majó

Pasado algún tiempo, el 18 de julio de 1973 se constituyó definitivamente la Asamblea Democrática de Mataró (ADM) en la ermita de Sant Miquel de Mata, aunque la primera intención fue celebrarla en el convento de la Providencia. El acto se realizó con permiso del párroco Juliá Aloy que, curiosamente, no sabía de qué se trataba la reunión. Sin embargo, y como coartada, se dispuso de unas diapositivas de arte románico en caso de problemas con la policía. La presentación fue a cargo de Lluís Roca, siendo Josep Comas el que leyó el reglamento de orden interno elaborado por el Grup de Colònies. A continuación, Agustí Valdé presentó el informe político mientras que Narcís Majó actuaba como moderador. Al finalizar la reunión, se redactó un documento final que tuvo su interés por algunas discrepancias relacionadas con los cuatro puntos básicos aprobados en la I Sesión de la Asamblea de Cataluña., entre ellos, el restablecimiento del Estatuto de Cataluña de 1931 en lugar de 1932. El acta se redactó con un anexo donde se hizo referencia a la falta de unanimidad en el punto que trataba del final de la represión y la consecución de la amnistía, señalando la necesidad de someterlo a estudio e impulsar y/o apoyar las luchas del movimiento obrero y otros movimientos de masas. Cabe destacar que la seguridad siempre fue una parte muy importante en aquellas reuniones y esta vez estuvo a cargo de Joan Iglesias y Josep Puig i Plá. En la reunión cada representante se identificaba con un número por seguridad que coincidía con el listado de clientes en la librería Cap Gros en Mataró (ahora Robafaves). Los miembros de la Coordinadora Cívica asistentes al acto fueron:

J. R. Colominas (FNC)Josep Català
Antoni Jané (FNC)Esteve Mach
F. Lleonart (OCE BR)Josep Fité
Joan Noé (OCE BR)Manuel Cusachs
M. Colomer (OCE BR)Antoni Segarra
C. Manté (PCE(i))Montserrat Triadó
Joaquin Bartra (UDC)Carles Forns
J.M. Bellavista (UDC)Joan Bonamusa
Santi Martínez (UDC)Joan Carreras i Riera
Jordi Sivilla (UDC)Lluís Terri
Javier Sánchez (CC.OO.)Francesc Oller
N. Campeny (C. Est. Bachillerato)Joaquim Montserrat
Pep Sivilla (C.C de Base)Jordi Montserrat
Enric Batlle (C.C. de Base)Maria Bosch
Paco Hernández (C.C. de Base)Xavier Vilert
Josep Puig Rovira (G. Colonies)Glória Bosch
Lluís Puig Rovira (G. Colònies)Eduard Bosch
Pep RieraMercé Pou
Albert TorraJoaquim Pratdepàdua
Josep Mª GallifaJosep Pruna
Antoni SauríAntoni Arís
Pere CasanovasJosep Mª Castellví
Miquel BrulletÀgapit Borràs
Carles MaicasFrancesc Masriera

La constitución de la ADM se formó a imagen y semejanza de la Asamblea creándose una comisión permanente y un secretariado, sumándose posteriormente nuevas incorporaciones de grupos políticos y sociales entre los que destacaron: Unió de Pagesos, representado por Josep (Pep) Riera; Grup de Prensa, representado por Josep (Pep) Català; médicos, representados por Carles Forns; FNC, representado por Antoni Jané; UDC (sector Borja Aragay), representado por Jordi Sivilla y Josep Mª Bellavista; Film Ideal Club, representado por Salvador Milá; y Centre Social de Cerdanyola, representado por Antoni Segarra y Manuel Cusachs. Este núcleo estable y representativo fue variando conforme pasaba el tiempo, incorporándose Josep Rivera por JCC, Fátima Soler que sustituyó a Josep Comas; Jesús Nieto, Paco Hernández y Enric Batlle en nombre de Comunitats Cristianes de Base; Lluís Roca y Josep Puig i Plá formaban parte de un grupo socialista constituido en 1972 y que posteriormente legarían la representación en Ramón Manent y Anna Comas. Pasado un tiempo, otros partidos políticos como el FNC renunciaron a seguir.

Las reuniones se efectuaban bajo la constante amenaza de la acción policial, en lugares discretos y con un estricto control de convocatoria. Las localizaciones más usuales fueron la sacristía de Sant Josep, la ermita de Sant Simó, el Baixet (propiedad de la parroquia de Sant Josep), y en los domicilios de Narcís Majó y Agustí Valdé; y por norma general, los temas a tratar se centraban en intensos debates sobre el Estatut de Catalunya, en sus dos versiones (1931-32), la problemática de ámbito municipal y los asuntos de interés general cuya información provenía de la propia Asamblea.

Uno de los momentos álgidos de la ADM tuvo relación con las elecciones municipales, las del Tercio Familiar, efectuadas en noviembre de 1973. En este protoensayo democrático solo eran elegibles un tercio de los concejales en representación de los cabezas de familia y mujeres casadas, por lo que, mediante una estrategia preconcebida, diversos integrantes de la ADM presentaron sus candidaturas, siendo elegidos Josep Mª Boixet y Andreu Sala, y rechazados Montserrat Viza y Josep (Pep) Riera.

La ADM, ante la incertidumbre creada entre sus seguidores de colaborar con el sistema, difundió un comunicado algo ambiguo en que denunciaba la falta de garantías democráticas en la elección, aunque no las rechazaba, ya que directamente participó en ella. En la difusión de este comunicado realizado mediante folletos informativos, fueron detenidos por la BIS Josep Puig i Plá259 y Josep Mª Calsapeu, teniendo más suerte Enric Batlle, que les acompañaba.

El procesamiento de estos detenidos pasó algo desapercibido, quizás al coincidir con la detención de la cúpula de la Asamblea, donde también se encontraba el mataronense Joan Ramon Morante; no obstante, los dos primeros fueron puestos en libertad provisional bajo fianza de tres mil pesetas, siendo citados a juicio en Madrid ante el TOP el 19 de septiembre de 1974. El encargado de la defensa fue Josep M. Manté, presidiendo el Tribunal, el juez Francisco Mateu Cánoves, asesinado años después por ETA. Sorprendentemente, el resultado del juicio acabó con la absolución de los acusados, aunque la sentencia en sí dejara boquiabierto a más de uno de los presentes. Solo falta leer parte del redactado:

«(...) Que si bien los hechos relatados agotan el elemento objetivo del delito de propaganda ilegales (artículo 251 del Código Penal) de que venían acusados, no lo es menos que sus acciones, teleológicamente no tienen virtualidad en orden al ataque del bien jurídico protegido por dicha norma y taxativamente enumerado en los cuatro apartados del citado artículo, por lo que procede la absolución de los procesados.»260

Josep Puig i Plá representaba al denominado Grup d’Universitaris, una plataforma que se formó a partir del PSUC pero incorporando otras personas independientes de izquierdas, desde moderados a extremistas, aunque él siempre se autodenominó como independiente. Fue enviado dos veces por su organización a la Comisión Preparatoria de la Asamblea de Cataluña. Las reuniones —comenta Puig— se realizaban en iglesias de Barcelona, una de ellas en la Bonanova. Allí vio al «Guti», a Solé Barberà, etc., afirmando que básicamente se iba a las reuniones a escuchar. El idioma utilizado en los debates era el catalán en un 90% y el resto en castellano, utilizándose un estilo de oratoria heredado de la II República ya que muchos participantes eran contemporáneos de esa época261.

Con posterioridad su grupo se incorporó a la CCM, aceptando los principios (cuatro puntos de la Asamblea). Josep Puig i Plá fue detenido en Mataró el día después de la concentración de Vic repartiendo unas octavillas relacionadas con las elecciones municipales del Tercio Familiar. Ingresó en la prisión de Mataró, donde estuvo cuatro días, saliendo un viernes por la mañana. En sus memorias Puig recordaba que solo recibió una bofetada algo fuerte para intimidarle en el interrogatorio que sufrió junto con su compañero Josep María Calsapeu, que también había sido detenido. Ambos fueron juzgados por el TOP y su importancia deriva de que fue el único juicio que se efectuó contra la Asamblea, según testimonio propio, por propaganda ilegal y por actividades separatistas, pues Puig era profesor de catalán pero con carácter comunista, según la policía. Finalmente fueron absueltos.

Los encausados fueron arropados por algunos amigos, familiares y representantes de los partidos donde militaban; entre ellos estaban Ramon Manent, Pili González, Lluís Roca, Anna Comas, Antoni Jané, Antoni Albert, Pep Sivilla, Teresa Ebri, Enric Batlle, Pep Clofent, María Calsapeu y Joan Iglesias, con Miquel Esquerra como miembros de la Comissió de Solidaritat.

En junio de 1974, la ADM distribuyó el documento titulado «Una alternativa democrática per a Mataró», donde se contemplaban las propuestas de política general y municipal, diversificando así sus esfuerzos en el ámbito local sin menoscabo de su asidua representación en los actos de la Asamblea donde Agustí Valdé y Joan Ramon Morante eran los delegados habituales. Otros representantes en la Comisión Preparatoria de la Asamblea fueron J. M. Calsapeu y Josep Puig i Plá, reemplazados estos tras sus detenciones por Enric Batlle y Paco Hernández. En otros actos antifranquistas, como el efectuado en noviembre de 1972 en Ripoll, asistieron como representantes Agustí Valdé y Josep Comas. En mayo de 1973 asistieron a la manifestación de Sant Cugat: Valdé, Carles Forns, Ramon Llines, J. M. Fradera, Josep Puig i Plá y Antoni Jané, entre otros. Meses después, tras la detención de la cúpula de la CPAC en octubre de 1973, fueron detenidos en las manifestaciones posteriores en Vic, L’Ametlla y Granollers, Xavier Mitjá, Montserrat Tristany, Pere Esquerra y Narcís Fradera, representantes del Maresme. Este último asistió a la famosa reunión en los Escolapios de Sabadell, pudiendo escapar y escondiéndose en un pozo ciego durante dos días.

En 1975 se incorporaron a la ADM nuevos partidos y asociaciones culturales y sociales. Estos fueron: CDC, PSAN, CSC, RSDC, FSC-PSOE, PSP, PTE, Unió de Pagesos, Associació Católica de Pares de familia, Associació de Veïns de Cerdanyola y Agrupació Científico-Excursionista.

Otro tema de interés estuvo en todo lo referente a la financiación de la ADM que, aunque fue algo que pasó desapercibido, no dejó de tener su importancia. Cada grupo político o asociación pagaba doscientas pesetas al mes y con algún gasto extraordinario se llegaban a las mil pesetas. Esto permitía poder asumir el crecimiento de actividades político-sociales de la ADM que fueron in crescendo en el tiempo conforme la vida del Dictador se extinguía. Sin embargo, esto no significaba que hubiese una cierta relajación policial, pues los controles, la censura y la represión sobre cualquier actividad política contraria al régimen no disminuyeron en su empeño. Un ejemplo de ello fue la suspensión gubernativa de las conferencias programadas en Mataró bajo el lema «Perspectives de l’Europa Actual», acción que ocasionó un fuerte rechazo dentro de la comunidad política opositora, compensada en parte con otras manifestaciones que finalizaron con éxito de asistencia, como la adhesión al Pro-Nobel Xirinachs, gracias a las asociaciones de carácter religioso. También las huelgas y protestas en el País Vasco justificaron un intento de manifestación sin éxito el 24 de junio de 1975 en la Plaza Santa Ana de Mataró, reprimida nuevamente por las Fuerzas de Orden Público.

Cercana la muerte del dictador, el 5 de noviembre de 1975, la ADM difundió el folleto titulado «¡Mataroneses!», exigiendo la amnistía de los represaliados, las libertades políticas, el Estatuto de Cataluña de 1932, un gobierno provisional y elecciones libres262. Semanas después, ya fallecido el Generalísimo, la ADM anunciaba:

«Como portavoces de miles de asociados que representamos y en nombre propio queremos dirigirnos a todos vosotros en estos momentos trascendentales para nuestro pueblo a fin de establecer una posición conjunta y clarificadora de nuestra actitud que ayude a responder de manera constructiva a las expectativas presentes.»263

Finalmente, creo importante destacar que la historia de esta organización local estaría incompleta si se obviase la participación de las demás organizaciones asamblearias esparcidas por todo el Maresme presentes en la Asamblea. Me refiero a las Asambleas Democráticas de Alella, Arenys de Mar, Arenys de Munt, Calella, Canet de Mar, El Masnou, Montgat, Premià de Mar, Sant Pol y Tiana, que aquí quedan en el recuerdo.

Con la desaparición del dictador comenzó una nueva etapa para la ADM caracterizada por una ligera relajación policial en sus primeros momentos, más aparente que real, lo que animó a incrementar las actividades antifranquistas; de este modo, en noviembre de 1975 se efectuó una «crida» por el restablecimiento de la democracia y dos meses después también se entregaron dos mil firmas al Ayuntamiento de Mataró exigiendo la amnistía general. Poco tiempo después fueron sucediéndose diversas protestas contra la represión policial ejercida en Elda, Vitoria y Tarragona y por la supresión gubernamental de las conferencias políticas programadas en Mataró bajo el nombre de «las terceras vías», prohibición que causó gran estupor en la ADM.

No obstante, conforme se iba adelantando en el periodo transicional, las actividades de lucha fueron disipándose; si bien, pasado justo un año después de morir Franco, tuvo lugar la presentación pública de la ADM ante el pueblo de Mataró. Desde entonces las actividades de la ADM estuvieron coordinadas casi en su totalidad por los mandatos que provenían desde la CPAC, donde ya estaban incluidos algunos representantes del Maresme. Así continuó la actividad de esta asamblea hasta su práctica extinción que coincidió con la Diada Nacional de Cataluña en 1977, celebrada al unísono en la plaza de Santa Ana de Mataró y en otros puntos de la geografía catalana.

254. «Hagamos de este “Aplec’ un acto de afirmación nacional catalana» 4-6-1972. Se publicó un documento titulado firmado por la Comissió D’Activitats Cíviques del Maresme, la Selva y el Gironès y refrendado por la CPAC, en AHCNOC, «Asamblea de Cataluña», Carpeta, 4-6-1972.

255. Treball, 1-6-1971.

256. Secretario general de CC.OO. de Cataluña (1976-95).

257. En CUSACHS i CORREDOR, Manuel y PUIG i PLÁ, Josep, L´Assemblea Democrática de Mataró, 1973-1977, Mataró, Ed. Del Maresme, Robafaves, 1983, p. 15. También ver FRC, AJR, «Assemblea de Mataró», Carpeta 55/1, 10-10-1971.

258. CUSACHS, Manuel, op. cit., p.17.

259. PUIG i PLÁ, Josep, entrevista efectuada el 13-05-2006.

260. CUSACHS, Manuel, op. cit., p. 23.

261. PUIG i PLÁ, Josep, , entrevista efectuada el 13-05-2006.

262. AHCNOC, «La Assemblea Democràtica de Mataró», Carpeta, 5-11-1975.

263. CUSACHS, Manuel, op. cit., p. 30.

La  transición española

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