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Octubre de 1973. Los 113 detenidos

En octubre de 1973, la evolución política chilena y el nuevo conflicto árabe-israelí, responsable de la crisis posterior del petróleo, se seguía con atención. En España, la gasolina «súper» estaba a 16 pesetas y la «normal» a 12,50 pesetas, con la tendencia al alza. En Argentina, el general Juan Domingo Perón, tras su largo exilio en España, ocupó de nuevo la Presidencia de la República, mientras que, más al norte, en EE. UU., las primeras convulsiones fruto del escándalo Watergate amenazaban la Presidencia de Richard Nixon en el proceso denominado impeachment y que, como ya sabemos, empezó con la sustitución del vicepresidente del país de Spiro Agnew por Gerald Ford, y finalizó con la ascensión de este a la Presidencia con la dimisión del propio presidente.

A principios de mes, España continuaba inmersa en continuos disturbios laborales sin menoscabo de las constantes detenciones de activistas mayoritariamente de ideología izquierdista; véase como ejemplo las detenciones el día 5 de tres dirigentes del PCE (m-l): Alejo Mesón Dona, Ángel Moreno González y Ana Mote Quer. Los paros eran constantes en las cadenas de producción en la empresa SEAT, mientras que en el mundo educativo las manifestaciones estudiantiles y el cierre de algunas universidades aumentaban el descontento y el caos en la sociedad española. Aquel mes fue también trágico para la cultura española por la muerte el día 23 en su exilio de Puerto Rico del compositor catalán Pau Casals, cuya trayectoria musical, intelectual y política fue ampliamente difundida en los periódicos.

Mientras tanto, el gobierno intentó mediante el director general de Cultura Popular, Ricardo de la Cierva, aparentar una nueva imagen de aperturismo ficticio anunciando que iba a aplicar la ley con el talante más abierto posible, aunque por desgracia la demostración palpable de este hecho fuera el secuestro de la revista Destino el día 20 por publicar una carta relacionada con la falta de libertad.

En Cataluña, la CPAC celebró su IX reunión en los locales eclesiásticos (Sala Claret) de la calle Lauria n.º 7. Entre las primeras conclusiones que se llevaron a cabo destacó el llamamiento por las libertades políticas ante el juicio a diez dirigentes obreros que fueron detenidos en Pozuelo de Alarcón (Madrid) el 24 de junio de 1970, acusados por el TOP de pertenecer a CC.OO. Fue el denominado Proceso 1001 en el que fueron juzgados los miembros del Secretariado Nacional de CC.OO. y a los que el fiscal solicitó las siguientes penas: veinte años y un día de prisión para Marcelino Camacho, obrero fresador y exvocal social de Perkins Hispania de Madrid, y para Eduardo Saborido, obrero metalúrgico, antiguo enlace sindical de Hispano Aviación y exvocal social del Sindicato del Metal de Sevilla; 19 años respectivamente para Nicolás Sartorius, periodista y abogado, y para Francisco García Salve, capellán en Madrid y obrero de la construcción; 18 años respectivamente para Francisco Soto, metalúrgico de Sevilla, y para Juan Marcos Muñiz Zapico, metalúrgico de Gijón; 12 años y un día para Pedro Santisteban, metalúrgico, jurado de empresa de Babcock Wilcox de Bilbao, para Luis Fernández Costilla, metalúrgico de Valladolid, para Francisco Acosta, taxista y vocal social provincial del transporte de Sevilla, y para Miguel Ángel Zamora, obrero del gas y electricidad de Zaragoza.

La respuesta dada por la Asamblea fue inmediata, editando numerosas octavillas encabezadas por algunos eslóganes que a continuación describo: «¡Por la libertad de Camacho y compañeros!», «¡Contra la represión fascista!», «¡Por la amnistía de todos los prisioneros políticos y sociales!», «¡Por las libertades políticas!». Las siguientes actuaciones de protesta fueron de acuerdo con el programa de la Asamblea que preconizaba la consecución de la amnistía general para todos los prisioneros políticos y sociales, la libertad de reunión, asociación y expresión, incluida la sindical, de manifestación, derecho de huelga y la coordinación de acción de todos los pueblos peninsulares en la lucha democrática. Para la Asamblea era necesario que todos los sectores sociales y clases populares se pronunciasen claramente contra estos juicios, lo mismo que había sucedido contra los consejos de guerra de Burgos que hicieron recular en la represión ejercida por el régimen, en busca de una alternativa democrática para todo el pueblo. Por otro lado, la solidaridad internacional jugó también un papel cada vez más importante, pronunciándose claramente los sindicatos, partidos políticos, personalidades, etc., contra estos juicios.

En la reunión de la Permanente se debatieron temas tratados y no aprobados anteriormente, propuestas tan polémicas como la presentada por Unió Democrática de Catalunya (UDC) de reconocer formalmente el régimen de Guinea-Bissau, que se declaró independiente del colonialismo portugués. También se rechazó la táctica sorprendente de Bandera Roja (BR) de presentar candidatos democráticos a las elecciones de concejales municipales, tildada por algunos como «colaboracionismo del régimen» y, para finalizar se decidió convocar para el día 11 de noviembre de 1973, una concentración con los trabajadores del campo y los pescadores, pero antes, tendría que celebrarse la X reunión de la Permanente, el 28 de octubre de 1973.

El 21 de octubre de 1973 se reunieron en Toulouse un grupo de exiliados e inmigrantes catalanes pertenecientes a las Comisiones de Adhesión a la Asamblea de Cataluña, representando a Andorra, Burdeos, Marsella, Toulouse y París. Allí, se distribuyó un comunicado dirigido a la futura II Sesión Plenaria de la Asamblea de Cataluña ratificando los cuatro puntos proclamados en la Asamblea y animándolos a su aplicación y fidelidad al texto, resaltando la capacidad de autocrítica y la inquietud por la presencia y soporte de la Asamblea en los niveles de luchas específicas nacionales, locales y sectoriales que permitieran su potencialidad e intensificación. En el 5º punto del escrito se recomendó la atención a la inmigración, considerando que eran catalanes todos los que vivían y trabajaban en Cataluña con una clara intencionalidad para que dichas masas trabajadoras asumieran el problema nacional y se vinculasen en su solución.

Por otra parte, la Asamblea también hizo gala de cierta autocrítica, lamentándose de la actuación de esta ante el problema de las elecciones municipales, al no dar consignas o explicaciones políticas al pueblo. Finalmente, acabando la reunión se llegó al acuerdo de normalizar los contactos e informaciones con el exterior, ofreciéndose ellos mismos como enlaces ante la República Francesa, adhiriéndose también a los actos del 2º aniversario de la I Sesión de la Asamblea de Cataluña. El documento fue aprobado por los Movimientos de Adhesión a la Asamblea de Cataluña. (M.A.A.C.) y las Comisiones de Francia356.


Viñeta editada en conmemoración de los dos años de lucha de la Asamblea357.

Los 113 detenidos de la Asamblea de Cataluña

El 28 de octubre de 1973 fue un domingo especial para muchos barceloneses, ya que por fin debutaba la estrella del fútbol internacional Johan Cruyff con el F.C. Barcelona ante el Granada. La victoria fue para los locales por 4-0.

Ese mismo día, mientras que en Madrid el jefe del Estado presidía por la mañana el XL aniversario de Falange Española, en la calle Entenza n.º 196 de Barcelona se había convocado la X reunión ordinaria de la CPAC en las dependencias de la iglesia María Medianera de Todas las Gracias.

Al parecer, la Brigada de Investigación Social (BIS) sospechaba de esta reunión, ya que el día antes por la tarde, se habían controlado algunos locales eclesiásticos, entre ellos el convento de la calle Docet de Sarriá, el edificio de Lauria n.º 7 y un local en Hospitalet, efectuando algunas detenciones rutinarias como parte de una práctica habitual. Dos semanas antes, la policía de Tarrasa había asaltado las dependencias parroquiales de la iglesia de San Lorenzo, violando el concordato establecido con la Santa Sede. Al menos eso fue lo que se expuso en una carta enviada por los sacerdotes del sector obrero de Tarrasa al cardenal Narciso Jubany Arnau en relación con la entrada de la policía con cascos y porras en el centro parroquial de San Lorenzo y la detención de cuatro jóvenes junto con la retirada de ocho carnés de identidad358.

Asunción Sallés, miembro de la Comisión Permanente, había llegado aproximadamente a las 9 de la mañana y entre sus recuerdos describía con detalles lo ocurrido:

«En la esquina de la calle había un chico que llevaba la contraseña con la señal de un libro blanco en la mano, ya que si no estuviera, la consigna era pasar de largo. Todos íbamos a escuchar la Encíclica Pacem in Terris de Juan XXIII como tapadera.»359

El acto comenzó alrededor de las 10 de la mañana, con la presidencia de Vicenç Ligüerre (MSC). A continuación, comenzaron a exponerse diversos temas que tenían relación con la preparación de la II Sesión de la Asamblea de Cataluña prevista para el 7 de noviembre de 1973 y la conmemoración de los dos años exactos de la creación de la Asamblea. Seguidamente se puso a debate la campaña reivindicativa del uso oficial del catalán, el Proceso 1001, el juicio contra los abogados laboralistas Montserrat Avilés y Albert Fina y el pésame oficial a la familia del músico Pau Casals, recientemente fallecido360. La reunión no dio para más, ya que, no por propia voluntad fue interrumpida y disuelta. Miquel Sellarés comentaba que siempre que iba a una de esas reuniones miraba las posibilidades de escaparse: «En la entrada de la sala de reuniones Lluís Marqués había una mesa con un chico sentado y dos radios controlando la BIS y las patrullas». Raimon Obiols, dirigente del MSC, sospechó algo al detectar que unos vendedores de flores situados enfrente daban la imagen de no serlos. No obstante, ninguno de ellos pudo apercibirse del control policial al que estaban sometidos.

Cuando Pere Portabella anunció a los asistentes que estaban rodeados por la policía y que saliesen con tranquilidad, se produjo la inevitable desbandada, aunque en este punto la versión de Raimon Obiols es discrepante con lo dicho anteriormente, indicando que «Se decidió que saliésemos de uno en uno sin prisas y, bajando por la escalera, me encontré con dos policías con pistolas en mano que me invitaron a subir de nuevo a la sala». Sellarés, huyendo en sentido contrario, también fue detenido mientras otros lograban escapar, como el pequeño de los hermanos Colominas, Agustí, que, con 15 años y estudiante de bachillerato, era el más joven de la Asamblea. Sus dos hermanos mayores, Joan Ramon y Lluís, no tuvieron la misma suerte.

A las diez y cuarto de la mañana aproximadamente, la policía, pistola en mano, acordonó la iglesia e hizo acto de presencia mientras se celebraba la Misa. Se trataba de un destacamento formado por la 1ª Compañía de la 41 Bandera Móvil de la Policía Armada a las órdenes del comandante José Mª Martínez Viñado, con hombres del grupo III de la VI Brigada Regional de Investigación Social y sus jefes, los comisarios Julián Gil Mesas y Genuino Nicolás Navales García. La confusión era enorme puesto que las carreras se sucedían desordenadamente, situación que favoreció para que, tras algunos forcejeos, se escaparan una treintena de los allí reunidos. Sin embargo, la mayoría de los participantes optaron por permanecer en la sala donde se encontraban reunidos por lo que fueron presa fácil para la policía, procediéndose a continuación a la detención de todos los asistentes entre empujones y golpes, finalizando el atropello con 113 personas detenidas que representaban a 18 comarcas de Cataluña.

Por otra parte, el rector de la iglesia, Antoni Torner Claramunt, se levantó del confesionario e intentó dialogar con los agentes de la fuerza pública, pidiendo la autorización que establecía la ley referida al artículo XXII del Concordato vigente desde el 19 de octubre de 1953 en la que se impedía la inviolabilidad de los lugares sagrados, respondiendo el comisario de policía Julián Gil Mesas: «Esto, como católico, les dolía que tales cosas ocurrieran, sorprendiendo la buena fe del párroco, pero que cumplían con su sagrado deber al proceder a la detención de los allí reunidos», según atestados que aludían al tema. Mossèn Torner había sido detenido y encarcelado en el Castillo de Montjüic por militantes comunistas durante la Guerra Civil Española por considerarlo desertor; sin embargo, en la posguerra tuvo antecedentes por acciones antifranquistas, entre ellas la celebración del 11 de septiembre de 1966 de una misa por la muerte de los caídos en 1714361.

La mayoría de los asistentes, aunque no habían sido nunca detenidos, denotaban un alto grado de nerviosismo; véase el ejemplo de Josep Ayza, pescador de Vilanova y la Geltrú y representante de La Asamblea del Garraf, más aún cuando le comentaron que podía ser condenado a cinco años de prisión, o la experiencia sufrida en la Jefatura de la Vía Layetana por Xavier Folch, editor en la Editorial Ariel y militante del PSUC, que comentó para tranquilizar a la concurrencia que, por su experiencia, los interrogatorios eran muy suaves.

En las horas siguientes cada uno de los detenidos practicaba como estrategia el engaño a la hora de declarar, tomando como coartada la lectura de la encíclica Pacem in Terris de Juan XXIII como el motivo de la reunión, aunque hubo otros como el escritor Joan Crexell, miembro del colectivo periodístico Avui-Servei d’Informació Catalá, que habló de los ovnis; el músico Carlos Santos hizo mención a Pau Casals y Solé Barberà se refería al fútbol por la imposibilidad de ver a Cruyff. Jordi Carbonell fue amenazado y torturado bajo el método de «la cigüeña», destacando también las alusiones represivas contra su mujer, la filóloga Horténsia Curell, y su hijo. Los funcionarios que firmaron su declaración fueron Rafael Bernabé Méndez y Fernando Mª Delgado Esteban. También fueron agredidos en las dependencias policiales Antonio Gutiérrez Díaz, los hermanos Juan Ramon y Lluís Colominas Companys (hijos de Joan Colominas, médico y poeta), Saturnino Bernal (trabajador de Aiscondel), Joan Josep Armet (PSAN) y Josep Ayza (pescador del barco Sant Antoni de Vilanova i la Geltrú). Miquel Sellarés estaba más pendiente de que no descubriesen el piso donde se hacía la revista Avui362.

Por la tarde, el resto de la CPAC, reunida en sesión urgente, redactó un comunicado convocando a todos los sectores progresistas y democráticos de Cataluña, incluida la Iglesia, para denunciar la violación armada del recinto religioso, reclamar el derecho de reunión y exigir la libertad de todos los detenidos. La respuesta dentro de las posibilidades fue variopinta; hubo asambleas, paros laborales en Siemens, en la universidad, etc., poniéndose en marcha campañas de tipo económico y de solidaridad para conseguir dinero suficiente para pagar las fianzas de los detenidos.

Dos días después, el diario Tele/eXpres publicó un pequeño artículo sobre los sucesos, anunciando lo siguiente:

«La Jefatura Superior de Policía ha facilitado la siguiente nota: En la mañana del pasado domingo, y en un local anejo a una iglesia de esta localidad, fueron detenidas 113 personas que participaban en una reunión de carácter ilegal. Los detenidos, previas diligencias correspondientes, pasaron a disposición de la autoridad judicial, para dilucidar las responsabilidades a que hubieran podido incurrir.»363

La Vanguardia Española publicó los hechos al final de la página de las esquelas; sin embargo, fue la Agencia France Press la que difundió a todo el mundo la noticia más fiable. En Madrid, el diario Informaciones de carácter más liberal publicó la noticia a través de su corresponsal en Barcelona, Enric Sopena, detenido con anterioridad por difundir la noticia de la constitución de la Asamblea; y un día después, fue el rotativo francés Le Monde el que informó mediante un artículo a dos columnas sobre los hechos.

Carlos Quingles, militante del PSUC conocido como «el Fantasma», fue el encargado de la seguridad de lo que quedaba de la Permanente y fue él, junto con Quico Vila-Abadal, los encargados de buscar un lugar con garantías para reunirse de nuevo. En esa nueva convocatoria asistieron aproximadamente sesenta personas, con cita previa y entrada por un garaje de doble puerta que daba al restaurante «La Font dels Ocellets», donde cenaron. Después se dirigieron a casa de Nuria Pompeia, donde se realizó el acto. Las conclusiones a las que se llegó en el encuentro fueron publicadas por la CPAC, que emitió el siguiente comunicado:

«El domingo día 28, 113 personas de todo Cataluña, obreros, campesinos, maestros, abogados, médicos, ingenieros, aparejadores, licenciados, estudiantes, capellanes, etc., conocidos por su significación y reunidos pacíficamente en la iglesia de Santa María Medianera de Barcelona, fueron detenidos violentamente por la policía que, pistola en mano, penetró en el recinto religioso. Incomunicados en diversas comisarías de Barcelona, rigurosamente interrogados, fueron procesados y acusados de reunión ilegal y pertenecer a la Asamblea. Unas cincuenta personas recibieron a los detenidos en la entrada de los juzgados con aplausos y vivas, efectuándose una detención, Montserrat Almirall, madre del abogado detenido Enric Leira, que fue enviada a la prisión de mujeres.»364

Con este escueto comunicado y con la proclama «¡CATALANS!», la CPAC, reunida en sesión urgente, comunicó a la ciudadanía este importante acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia de la Asamblea, con la exigencia de la inmediata libertad de todos los detenidos. El documento finalizó con la petición de los cuatro puntos planteados por la Asamblea, haciendo mención especial ante la jerarquía de la Iglesia catalana que, haciendo uso de sus derechos y deberes que le eran propios, debía denunciar la violación armada del recinto religioso, reivindicando el derecho de reunión y exigiendo la libertad de todos los detenidos.

También el movimiento Cristians en Lluita pels Drets Humans publicó el primer día de noviembre un artículo titulado «El Dret de Reunió, conculcat». El documento trataba de los hechos de las 113 detenciones, los derechos humanos violentados expresados en el artículo XX de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la que se expresaba que toda persona tenía derecho a la libertad de reunión y de asociación pacífica por lo que expresaron la denuncia a la falta de las más elementales libertades. Esta situación, que no implicaba como cristianos a ningún partidismo político, simplemente se hacía eco de las enseñanzas del Concilio Vaticano II que llamaba a instaurar un orden político-jurídico donde quedasen más protegidos los derechos de la persona humana como son el derecho de libre reunión, de libre asociación y el de expresar la propia opinión. Esta organización también denunció la violación del Concordato Iglesia-Estado que garantizaba la inviolabilidad de lugares sagrados, así como las casas y despachos parroquiales y rectorales. Finalmente, el comunicado denunciaba el maltrato de los presos en la Comisaría de Policía, solidarizándose con sus familias365.

Dentro de la propia cárcel Modelo, un grupo numeroso de detenidos en la parroquia Maria Mitjancera, mayoritariamente sindicalistas o simples trabajadores, redactaron un documento dirigido a la ciudadanía en general y a la clase obrera en particular, expresando sus puntos de vista. Decía así:

«(…) No es necesario hacer un examen a fondo para constatar que, desde el fin de la Guerra Civil hasta hoy, la clase obrera y su vanguardia dirigente —CC.OO, UGT, USO— han manifestado un gran heroísmo enfrentándose con el capitalismo monopolista y terrateniente personificados en el régimen fascista de Franco. A pesar de la represión, los trabajadores hemos encontrado las formas de lucha por nuestros derechos sociales y políticos y, en un movimiento cada vez más amplio, coordinado y unido, vamos imponiendo al enemigo nuestras exigencias y reivindicaciones.

La clase obrera lucha, en nuestros centros de trabajo, por las reivindicaciones propias: aumentos de salario, reducción de la jornada de trabajo y del ritmo de explotación, contra los impuestos (IRTP) y contra el pago de la Seguridad Social de nuestro bolsillo, contra el aumento del coste de la vida y la congelación de salarios, por escuelas gratuitas y por viviendas de alquiler reducido, etc.

Ligado a todo esto, planteamos también el derecho de huelga, el sindicato de clase, el derecho de reunión, de expresión y de asociación. O sea, que la lucha de la clase obrera y de su vanguardia organizada tiene como objetivo inmediato la mejora de sus condiciones de vida y de trabajo y la conquista de las libertades sindicales y políticas. Aquí es donde esta perspectiva inmediata coincide y se identifica con la perspectiva de lucha de la Asamblea, coincidiendo con la nuestra. Y de aquí el gran interés para todos los trabajadores de conocer y defender su programa de acción en nuestro camino hacia la emancipación total como clase.

Hacemos una llamada a todos los trabajadores de Cataluña para que difundan este documento, lo discutan y lo popularicen en todos los centros de trabajo. Hacemos una llamada al movimiento obrero organizado para que defienda e impulse los cuatro puntos del programa de la Asamblea en su nivel más amplio.»366

Conocida la noticia de las detenciones, los periódicos emitieron constantes notas de prensa según iban evolucionando los acontecimientos dentro del marco del control informativo y de censura previa. Algunas empresas donde trabajaban los detenidos pararon en solidaridad (Siemens en Cornellá de Llobregat y Editorial Ariel en Esplugues de Llobregat). Con posterioridad hubo pintadas, asambleas explicativas en barrios y universidades, y paros en fábricas del Baix Llobregat (Laforsa, Fergat, Clausor) y del Vallés (Aiscondel, Armco). También, a través de las diferentes asambleas democráticas expandidas por diferentes puntos de la geografía catalana, se fue informando a la población de los graves acontecimientos ocurridos, cada uno con su especificidad regional. Tómese como ejemplo lo ocurrido en Lérida, en que mediante un documento fechado en octubre de 1973, la Comisión Permanente de la Asamblea de las Tierras de Lleida comunicaba la relación de detenidos procedentes de su demarcación: Antonio Camacho (obrero de la construcción de Lleida), Jordi Carreres (empleado de Esterri d’Aneu), Pere Culleré (representante de comercio de Lleida), Gregorio Gallego (empleado de notaria de Balaguer), Celestino Regué (payés), Miguel Ángel Soria (maestro nacional), Miguel Ángel Soriano, Marcos Montagut (arquitecto y secretario del colegio de arquitectos en Lérida) y Pere Terrado (profesor de catalán)367.

El ritmo de vida dentro de la cárcel Modelo cambió con la llegada de los 113 detenidos, al menos para los que ya residían en sus celdas por diversos motivos políticos o sociales. Joan Ferran Serafíni era uno de los internos que presenció su llegada describiéndola de esta forma:

«Y en eso llegó, no Fidel, pero sí arribaron la parte masculina de los 113 detenidos de la Asamblea de Cataluña. Y todo cambió de la noche a la mañana. El franquismo podía ser cruel, pero no tonto. Era consciente de que entre aquel aluvión de detenidos se hallaba el embrión de los posibles nuevos dirigentes sindicales y altos cargos de la Generalitat. Allí había hilo directo con algunas cancillerías y gobiernos de los principales países europeos. Sí, sí, todo cambió. Se repararon las ventanas de los habitáculos, se adecentaron las duchas, se exterminaron los chinches, se recolocaron los cristales olvidados. En las celdas se dispusieron separadores para defecar sin ser contemplado por los compañeros. Mejoró el menú y la atención y educación de los funcionarios. Hubo despensa para guardar los excedentes de comida consecuencia de la ola de solidaridad. Se dispuso una celda para biblioteca (...). En un plisplás se liberalizó el régimen interno de la centenaria cárcel Modelo. (...). Con la llegada de la Asamblea de Cataluña las condiciones de vida en prisión mejoraron, pero solo temporalmente. La puesta en libertad de sus miembros, un par de meses después implicó que cada cosa volviera a su antiguo lugar.»368

El primer día de noviembre, Europa Press informó que todos los detenidos pasaron por el Juzgado de Instrucción N.º 12 en funciones de guardia, aunque fue el diario clandestino Avui, vinculado a sectores nacionalistas, el que publicó la relación de detenidos y sus profesiones. El Diario de Barcelona añadió que entre los detenidos estaban los abogados Agustí de Semir Rovira, Josep Solé Barberà, Alberto Fina Sanglas, Montserrat Avilés, el director de cine Pere Portabella, también Jorge Sabartés, Carlos Santos, Jordi Carbonell, Xavier Folch y otros. Al día siguiente se impusieron las multas a los detenidos por reunión ilegal que oscilaron entre las doscientas mil y trescientas mil pesetas de tal forma que, entre unas treinta, llegaron a sumar la cantidad de diez millones de pesetas, aunque esto no les libraría de su ingreso en prisión.

El 2 de noviembre el órgano informativo del Partido Comunista Italiano, L’Unitá, publicó en relación con los hechos, la «tortura de catalanes detenidos en Barcelona».

En la célula de notificación del auto del 3 de noviembre de 1973, no se registraron los nombres de los sacerdotes Ricard Lobo y Lluís Mª Xirinachs. No obstante, se comunicó a los detenidos que en conformidad con el artículo 499 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, elevaban a prisión provisional la detención de las personas que hacían referencia, firmando la orden el Iltmo. Sr. Dn. Andrés de Castro y Ancos, magistrado-juez del Juzgado de Instrucción N.º 12, rubricado por el secretario Ramón Foncillas369.

Como anécdota esperpéntica y contradictoria del tiempo en que se vivía, en esos mismos días recobraba la libertad el empresario Juan Vilá Reyes, protagonista del escándalo «Matesa» y se ejecutaba en Kenitra (Marruecos) a 15 militares que participaron en una conspiración contra el rey Hassan II.

RELACIÓN DE LOS 113 DETENIDOS
Joan Josep Armet ComaContableJordi Forcen SireraAdministrativo
Rafael Mas SalvadóIngenieroDoménec Armora MarchQuímico
Francesc Frutos GrasAgente ventas (*)Josep Mones SiñolEmpleado
Francesc Arroyo FernándezPaleta (*)Vicenç Galiana AranoEstudiante
Andreu Moyano AlcaidePeón (*)Eulalia Berenguer PugetPlanchadora
Gregori Gallego MarínAdministrativoAntoni Muñio SanchoEmpleado (*)
Magdalena Bosch VerdaguerPsicopedagogaCarmen Gratacons RiusProfesora
Antoni Cantano PalmaConstrucción (*)Jordi Creixans SargatalEmpleado
Jordi Carbonell de BallesterLic. FilosofíaAntoni Gutiérrez DíazMédico
Martí Carnicer VidalAdministrativoEnric Leira AlmirallAbogado
Josep Lluís Carod RoviraEstudiantePascual Martínez ReveltMetalúrgico (*)
Jordi Carreras SerraAdministrativoVicenç Ligüerre GilLicenciado
Salvador Casanova GranéModelistaMontserrat Lloret SalesBibliotecaria
Josep Mª Castells PinoAdministrativoNuria Llopis CasanovasEstudiante
Bernardino Castro CastilloPaleta (*)Ramón Majó LluchEmpleado
Mª Magdalena Clanchet FrancoAma de casaConsol Maqueda de AntaAbogado
Alfred G. Clemente CompteAd. Banca (*)Joan Mayoral VilarrubiaMecánico (*)
Joan R. Colominas CompanysEstudianteJosep Medina GómezMetalúrgico (*)
Lluís Colominas CompanysEstudianteJoan R. Morante LleonartEstudiante de Mataró
Teresa Mª Comas AndreuEstudianteAntoni Martínez BarriosEmpleado
SalvadorCorominas RomagosaPublicidadManel Martínez JiménezPeón (*)
Joan Crexells PlayaEscritorPío Morera PratMaestro
Pere Culleré RociedoAg. VentasMagda Oranich SolagranAbogado
Josep Mª Escoda VilaProfesorAndreu Nebot MulaEstudiante
Lluís Escribano TorresPaleta (*)Josep Mª Obiols GermàLicenciado
Ramón Espasa OliverMédicoJoan Subirachs HumetComerciante
Félix Ferrer CuscóPaleta (*)Miquel A. Soriano-Montagut MArquitecto
Emili Ferrer InglésAnal. FinancieroAgustí de Semir RoviraAbogado
Albert Fina SanglasAbogadoJordi Parés GrahitIngeniero
Francesc J. Folch RecasensEconomistaArturo Perelló DomingoAdministrativo
Josep Ayza RosalesPescadorJoan A. Parpal MarfàIngeniero
Manel Álvarez GarcíaElectricista (*)Joan Perdigó SolaEstudiante
Manel Martí Bravo AraguetePaleta (*)Octavi Pellisa SafontTraductor
Saturnino Bernal MelladoQuímico (*)Miquel A. Soria CuarteroMaestro
Montserrat Camarasa BoricatAdministrativaPere Terrado TerradoAdministrativo
Dolors Duocastella RoigEscritoraJosep Solé BarberàAbogado
Marcel Cirera AmadoEstudianteLluís Mª XirinachsCapellán
Clemente Farquey BaróRelojeroAlbert Vila LusillaMaestro
Roc Fuentes NavarroBancaTomás Torres VandellFotógrafo
Josefa García CorralAdministrativaAlfons Vidiella RamónPastelero
Eduard Gil MonteroEbanistaRamón Vallés MartinezMecánico (*)
Rafael Gómez MartínezEmpleado (*)Pere Portabella RafolsDirector de Cine
Enric de Gracia BermejoEstudianteCarles Prieto CaballéIngeniero
Montserrat Avilés VilaAbogadaFrancesc Serrahima de RibaAparejador
Alexandre Huerga BarquinEmpleado (*)Manel Pagés PanadèsPerito
Albert Rius GuaschCampesino (*)Paulino Antonio Ruiz SerranoAdministrativo (*)
Josep Rius SolerCampesino (*)Enric Pascual CubelesComerciante
Joan Sanjuan EsquirolPeritoCarles Quingles CáceresRepresentante
Miquel Sodupe RoureAparejadorRoser Vendrell PujolAma de casa
Joan Ubach BatalléEstudianteJosep Mª Vidal VillaEconomista
Laura Tremosa BonaviaIngenieroJordi Sabartés CruzateAparejador
Carles Santos VenturaMúsicoCelestino Roque RoqueMetalúrgico
Miquel Sellarés PerellóBancaA. Joan Ricart CapdevilaPublicista
Antoni Verdaguer ViaplanaEncargadoJesús Salvador SalvadorProfesor
Francesc Ruiz AcevedoAdministrativo (*)Asunción Sallés GonzálezAbogada
Ricard LoboEclesiásticoEnriqueta Ribatallada SariolAma de casa
Mª Teresa Llorens SalaBibliotecaria

(*) Representantes de la clase trabajadora que elaboraron un documento indicando las pautas e interrelación entre el movimiento obrero y la Asamblea.

El 7 de noviembre, se distribuyó una declaración de los 113 detenidos con adhesiones de otros presos políticos en Barcelona, dirigida a la Asamblea con ocasión del II aniversario de su constitución y, a través de ella, a todo el pueblo. El mensaje coincidió con otra declaración de la CCFPC en los mismos términos. En ella, los detenidos expusieron que su acusación fue la de pertenecer a la CPAC en la creencia de que encarcelándolos podrían retrasar la lucha del pueblo por la libertad y la derrota de la dictadura, afirmando que la Asamblea no podía estar en la prisión porque estaba en la calle. De nuevo, se comprometieron en los cuatro puntos programáticos que estuvieron presentes en numerosas luchas unitarias dando coherencia y sentido político convergente. Finalmente reafirmaron el espíritu solidario tanto en la calle como en la prisión contra la dictadura370.

En otros tiempos, una detención masiva de estas características hubiera desarticulado la organización; sin embargo, esto no ocurrió así, ya que estas detenciones dieron una cobertura de imagen y presencia en la vida política nacional e internacional como antes se había conocido, manteniendo su actividad, eso sí, algo mermada, pues casi la totalidad de la dirección estaba encarcelada. No obstante, el funcionamiento de las organizaciones comarcales y locales siguió a pleno rendimiento. Eran otros tiempos donde, cada vez más, la oposición antifranquista tenía una fuerza y, sobre todo, una influencia social que no habían tenido en el pasado.

Según testimonios de Francesc Frutos y Raimon Obiols, en la cárcel recibieron generosas cantidades de comida del exterior, y envíos de cajas de puros habanos, Cohibas y Montecristo, desde el consulado cubano371.

En esos días, la comisión de la Asamblea Permanente de Intelectuales hizo una declaración en la misma línea, denunciando los actos represivos y solidarizándose con el movimiento popular y la expresión unitaria que era la Asamblea372.

El arzobispo de Barcelona recibió el 10 de noviembre a familiares de los detenidos y cinco días después se distribuyó una carta pastoral del obispo de Urgell, Joan Martí Alanís, con la adhesión del propio cardenal Jubany en favor de los detenidos donde se pedía para España una ordenación jurídica que facilitase más el derecho de reunión y de asociación. Un derecho natural del hombre reconocido en la encíclica Pacem in Terris. El 14 de noviembre, el Corriere della Sera titulaba en portada, «El arzobispo de Barcelona se alinea contra Franco», y tres días después la CCFPC envió una carta al cardenal animándolo por su pronunciamiento «adecuado» en la petición del derecho de reunión y asociación373. También se adhirieron a la homilía los abades y superiores de las órdenes religiosas de los capuchinos, carmelitas, claretianos, escolapios, hermanos de las escuelas cristianas, franciscanos, jesuitas, paules, salesianos y el prepósito del Oratori de Barcelona. En resumen, según fuentes de la Asamblea, fueron 304 los eclesiásticos catalanes374 que firmaron la declaración pastoral, aunque según diversas fuentes fueron entre 180 y doscientos, comprometiéndose a:

«Proseguir y continuar en la acción de solidaridad ya vivida en muchos casos, que ha tenido por actores parroquias, asociaciones, colegios, movimientos, zonas pastorales, etc., cuando y en la medida que los acontecimientos han puesto en juego la urgencia de una intervención a favor de la justicia y de la libertad conculcadas por la legislación vigente….A abrir las puertas de las iglesias y de los locales eclesiásticos, en tanto que dependen de nosotros, a todas las iniciativas que vayan de acuerdo con los derechos humanos. Aquello que ahora aparece como un privilegio concordatario, al servicio exclusivo de nuestra institución y de nuestra vida eclesiástica, no es nada más en verdad que un servicio real hecho a los que, en determinadas circunstancias, no encuentran otro camino para ejercer o notificar sus derechos humanos. En realidad, el Concordato es el único instrumento jurídico que hace posibles ámbitos legales de libertad de cara al ejercicio de determinados derechos humanos fundamentales: de reunión, asociación y de expresión.»375

Estos párrafos fueron extraídos del apartado «Compromisos» dentro de la declaración pastoral de la Asamblea de Eclesiásticos Catalanes celebrada el 8 de noviembre de 1973 con motivo de la detención de los 113. La declaración hace referencia a los derechos humanos conculcados en el ordenamiento legal del país, en la complicidad y responsabilidad como miembros de la Iglesia, de la solidaridad y de la motivación evangélica de esta actitud. Los motivos se justifican en base a la conversión necesaria como comunidad pecadora ante Dios y el pueblo, de ser consecuente con el pueblo mediante la encíclica Pacem in Terris (N.º 18, 19, 21-22, 47, 58-59), el Concilio Vaticano II Gaudium et spes N.º 73-76; encíclica Populorum Progressio N.º 5, 6, 21, 44, 79-80, 83, 86, y las conclusiones de la asamblea conjunta de obispos y sacerdotes, ponencia 1, II, 10, IV, 47, 52. Ponencia II N.º 35-36. Ponencia IV, 2ª y La Iglesia y la Comunidad Política del episcopado español. Las señales de amor que la Iglesia ha de dar para ser fiel a Jesucristo. Pero eso no puede negarse en nombre de un puritanismo difícilmente defendible de la hipocresía condenada por el evangelio.

El 17 de noviembre, el obispo de Girona, Jaume Camprodón, también se adhirió a la condena promulgada por el cardenal Jubany. Estas fueron algunas de sus frases:

«Es un hecho que, a menudo, muy a menudo, hemos de lamentar hechos de esta índole que a todos nos hace sufrir, lo que indica que a nuestra paz le faltan columnas elementales como son las solicitadas: el derecho de reunión y de asociación (...). Con serenidad, con respeto, pero también con decisión, nos unimos a las voces que se levantan pidiéndolos para todos (…). El hecho de que la Iglesia disfrute de ellos como un privilegio, es ya una anomalía que la sociedad de hoy difícilmente acepta y que es preciso resolver convirtiendo en normalidad estos derechos para todos.»376

Sin embargo, pese a todas estas declaraciones de apertura y frentismo ante el régimen, también cabe decir que no todo el estamento eclesiástico estuvo a favor de dichas homilías, como se demostró el 26 de enero de 1974, trigésimo quinto aniversario de la ocupación de Barcelona por las tropas Nacionales, donde feligreses integristas ondearon pancartas de «¡Jubany a Cuba, Tarancón a Rusia y fuera curas rojos!».

Las presiones políticas y sociales provocaron en la autoridad gubernativa y judicial cierta confusión a la hora de dejar en libertad a los detenidos, pues en un primer momento se decretaron órdenes de libertad con fianza para luego suspenderlas de nuevo. Algo así ocurrió entre el 13 y el 14 de noviembre y, de nuevo, una semana después.

Finalmente, el 20 de noviembre se firmó el auto de procesamiento contra los detenidos, dictando prisión incondicional por incumplimiento del artículo 16 del Fuero de los Españoles a la vez que se dictó una nueva multa de doscientas mil pesetas para el sacerdote Ildefonso Lobo. Este artículo hacía referencia a que los españoles podrían reunirse y asociarse libremente para fines lícitos de acuerdo con lo establecido por las leyes. También el Estado podría crear y mantener las organizaciones que estimase necesarias para el cumplimiento de sus fines y que las normas fundacionales, que revestirían forma de ley, coordinarían el ejercicio de este derecho con el reconocido en el párrafo anterior.

Según Avui, desde el día 17 de noviembre, los 113 detenidos fueron recibiendo autos de procesamiento acusados de «reunión no pacífica que ha ocasionado una profunda alteración en la situación normal de la Región Catalana» y se dictó prisión incondicional. Uno de los detenidos, Paulino Antonio Ruiz, me hizo entrega de una copia del auto de procesamiento, señalando que en su declaración ante la policía se equivocó de Encíclica, refiriéndose a la Populorum Progressio, de Pablo VI. A continuación, paso a redactarlo por su interés histórico:

«AUTO DE PROCESAMIENTO (es copia del original): En Madrid, a 13 de noviembre de 1973.

RESULTANDO: Que con fecha 12 de noviembre del corriente año se dictó auto de procesamiento en la presente causa, en el que entre otros particulares, se ratificó la prisión provisional acordada contra CIENTO NUEVE ENCARTADOS, por el Juzgado de Instrucción número 12 de Barcelona encargado de la instrucción de las diligencias preliminares, acordándose en el presente sumario que de dicha prisión podrían librarse los procesados prestando fianzas pecuniarias en cantidades variables para cada uno de ellos, atendiendo al grado de implicación en el delito por el que se procesaba, hasta el momento en las diligencias sumariales.

RESULTANDO: Que contra el meritado auto de procesamiento por el Excmo. Sr. Fiscal del Tribunal de Orden Público, se presentó escrito de recurso de reforma en el día de hoy y subsidiaria apelación, en particular, contra el extremo referente a la situación de prisión con fianza que en el auto de procesamiento se decretaba, ratificando así en este escrito de recurso otro anterior en el que el mismo Ministerio, solicitaba la prisión incondicional de los referidos encartados, en base ambos escritos a que debido a unas concentraciones efectuadas el domingo 11 de los corrientes para conmemorar la Primera Asamblea de Cataluña en Vich se habían concentrado unas 6.000 personas, hechos que se extendieron posteriormente a la localidad de Granollers teniendo que intervenir la Fuerza de Orden Público y en consecuencia procedía aplicar el artículo 9º de la Ley de 2 de diciembre de 1963 en su apartado a/en relación con el articulo 503 n.º 4 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, escritos a los que posteriormente añadió el presentado a las 21 horas del DIA de la fecha adjuntando documentación acreditativa de los hechos que alegaba en su escrito, especialmente consistentes en informe sobre las referidas manifestaciones librado por la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, impresos clandestinos repartidos en diversas iglesias con el título “EL DRET DE REUNIÓ. CONCULCAT” que firma “CRISTIANS EN LLUITA PELS DRETS HUMANS”, otro «CATALANS» que suscribe “FRONT NACIONAL DE CATALUNYA”, otro titulado “AL PUEBLO DE CATALUÑA” pidiendo la libertad de los CIENTO TRECE DETENIDOS entre otros y firmado por el “COMITÉ PROVINCIAL DE BARCELONA DEL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA (I)”, otro “UN CENTENAR DE DETENIDOS EN RELACIÓN CON LA ASAMBLEA DE CATALUÑA” firmado EL COMITÉ DE BARCELONA DEL PSUC.

RESULTANDO: En el informe dado por la Jefatura Superior de Policía de Barcelona se relata como en la ciudad de Vich en el lugar denominado el Prat se celebraría un festival de sardanas y posteriormente en la plaza de esta ciudad y con ocasión de tenerla ocupada por los bailes y canciones se produciría una manifestación de matiz subversivo para la que estaban convocados unas 15.000 personas aproximadamente, reteniendo la policía unos 3.000 carnés de identidad. Igualmente, en Granollers se manifestaron ante su cárcel Modelo unos 50 jóvenes al grito de “LIBERTAD CAMACHO”, “Estatuto de 1932”, “MONARQUÍA NO, REPÚBLICA”, volcando el coche de la policía municipal que acudió a aquel lugar y portando pancartas con las citadas leyendas.

RESULTANDO: Que el referido escrito de reforma y subsidiaria apelación y los demás escritos, fueron admitidos a trámite en este Juzgado, ordenando su unión al sumario y darle el trámite procedente.

CONSIDERANDO: Que según lo dispuesto en el artículo 9º de la Ley de 2 de diciembre de 1963 y en el artículo 503 N.º 4 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, se impone preceptivamente que mientras que la situación creada por los delitos que dan lugar a las causas cuya competencia corresponden a los Juzgados de Orden Público, permanezca alterada por aquellos y mientras no esté COMPLETAMENTE NORMALIZADA la situación, se decretará la prisión incondicional, con el límite de que no exceda esta de la duración de la pena señalada al delito que la motive, y apareciendo en el momento presente en la causa, según se desprende del hecho relatado en el resultado de esta resolución, que el hecho ilegal que da lugar al delito de reunión no pacifica, ha ocasionado una profunda alteración en la situación normal de la Región Catalana.

S. Sª por ante mí el secretario, Dijo: SE REFORMA en parte el auto de procesamiento dictado por este Juzgado con fecha 12 de los corrientes, y concretamente en orden a la situación personal de los procesados, dejando sin efecto la medida en el mismo acordada de PRISIÓN PROVISIONAL CON FIANZA sustitutoria los dos menores de 18 años encartados en este sumario, mientras dure la situación de anormalidad. Para el cumplimiento de esta resolución líbrese urgente exhorto telegráfico al Iltmo Sr. Magistrado-Juez de Instrucción de Guardia de Barcelona, facultándole para que a su vez comunique urgentemente el acuerdo adoptado a los Sres. Directores de las Prisiones de Hombres y Mujeres de dicha ciudad. Notifíquese esta resolución al Excmo. Sr. Fiscal del Tribunal de Orden Público y para que tenga lugar a los procesados líbrese el correspondiente exhorto por correo ordinario al Iltmo. Sr. Magistrado- Juez de instrucción Decano de los de Barcelona.

Lo mando y firma el Iltmo Sr. DON DIEGO CÓRDOBA GRACIA, Magistrado- Juez de Orden Público n.º 2, de lo que doy fe.»377

Aparte de los multados de trescientas cincuenta mil pesetas, trescientas mil y doscientas mil pesetas, los demás fueron condenados al pago de entre quince mil y cien mil pesetas. Cuatro días después fue concedida la libertad provisional previo pago de las multas; en total quedaron 96 personas en prisión y, entre ellas, 35 pagaron su libertad al Ministerio de la Gobernación.

El ambiente dentro de las prisiones era de relativo optimismo, sobre todo después de la apertura de diálogo entre el director de la cárcel Modelo y los detenidos, fruto del cual resultó la reunificación de 83 hombres encerrados en la 4ª galería y en el mismo 2º piso, siendo todos los presos políticos reubicados en el mismo lugar posteriormente.

Los trabajadores relacionados con la Asamblea también participaron en la ayuda de los presos a través de un manifiesto que comenzaba así: «Los trabajadores presos políticos que convergen en la Asamblea, nos dirigimos a toda la clase obrera (…) este organismo nos parece que no es bastante conocido entre los trabajadores»378.

La noche del 22 de noviembre, en medio de un ambiente eufórico frente a la puerta de la cárcel Modelo de Barcelona, quedaron en libertad provisional 57 de los encarcelados. No obstante, aunque también en la prisión de mujeres salieron todas las que todavía estaban recluidas; sin embargo, al día siguiente la policía comenzó a detener de nuevo a los liberados por no pagar las multas, dictándoles prisión por dos meses más. En resumen, fue significativo la discriminación existente entre la categoría de los detenidos, ya que muchos de ellos pudieron optar a pagar la fianza fruto de la recaudación obtenida por los órganos corporativos a la que pertenecían los encausados (abogados, destacados profesores universitarios, etc.), olvidándose del compañerismo que teóricamente existía entre ellos; mientras que otros no tuvieron otra opción que pasar dos largos meses de vacaciones pagadas entre rejas. Cabe decir después de todo lo dicho que resalta sorprendentemente la calidad e información obtenida en los autos de procesamiento por la Brigada de Información, fruto de un trabajo de infiltración altamente cualificado.

El 16 de noviembre se efectuaron 35 nuevas detenciones, todas relacionadas con las manifestaciones convocadas por la Asamblea por la liberación de los 113 detenidos, efectuadas en su mayoría el 11 de noviembre en Granollers, Vic y Ametlla del Vallés.

A raíz de la manifestación en Vic, pasaron algunos detenidos por el dispensario. Estos fueron: Miguel López Ribas, de Malgrat de Mar; Narcís Fradera Bosch, de Mataró (con fortísimos hematomas en el pecho, espalda y rodillas); Javier Mitjá Serviá, de Arenys de Mar; Ángel Domínguez Calvo, de Tordera; y Javier Granell, de Calella de la Costa. A este respecto, el Gobierno Civil publicó una nota de prensa aclaratoria sobre los últimos acontecimientos, siendo contestada en breve por la oposición, que calificó el redactado de ridículo.

El despliegue de las fuerzas de seguridad en Vic fue impresionante. En la Plaza del Caudillo, había nueve autobuses, veinte furgonetas, doce jeeps, una tanqueta de agua, una grúa y quinientos miembros de la Policía Armada con metralletas. Los coches que llegaban eran obligados a volver atrás y la gente que bajaba del tren era puesta en fila contra la pared y registrada, por lo que para entrar en Vic era necesario dejar el carné de identidad a la Guardia Civil y recogerlo a la salida. La estrategia estuvo muy bien concebida, pues aquel día Vic fue una ciudad desierta a pesar de que se esperaba una concentración de veinticinco mil personas. Finalmente, después de la hora de comer, unas tres mil personas pudieron manifestarse en la Ametlla del Vallés y también en Granollers, concretamente en la Plaza dels Porcs y en la calle Clavé con gritos de «¡Assemblea de Catalunya!», «¡Amnistía y libertad!», «¡Llibertat pels 113!». Estos alborotos al final acabaron en detenciones tras ser volcado un coche de la Guardia Urbana, efectuándose unas cuarenta por la Guardia Civil. Otras concentraciones se efectuaron en Seva (barrio de Sant Andreu), Santa Mª de L’Estany, Tona, Pantá de Sau, Sant Juliá de Villatorra, Centelles, Balenya, Figaró, etc., y se impusieron 48 multas de entre doscientas mil y trescientas cincuenta mil pesetas. El 12 de noviembre de 1973, Sergio Gómez Alba, jefe Superior de Policía de Barcelona, firmó un informe enviado al gobernador civil, Tomás Pelayo Ros, sobre los hechos de Vic y Granollers y que a continuación describo:

«A través de los dispositivos de información montados por esta Jefatura Superior de Policía, desde hace tiempo se tenía conocimiento, y muy especialmente desde que el pasado día 28 de octubre fue desarticulada la ASAMBLEA AMPLIADA DE LA COMISIÓN PERMANENTE DE LA ASAMBLEA GENERAL DE CATALUÑA, y todos sus componentes detenidos por la Sexta Brigada Regional de Investigación Social, de que el día 11 de los corrientes se celebrarían los actos conmemorativos de la 1ª ASAMBLEA DE CATALUÑA, en la localidad de Vendrell (Tarragona), que más tarde fueron trasladados a la ciudad de Vich (Barcelona), a cuyo fin grandes masas, de millares de militantes y simpatizantes, de los distintos partidos políticos y organizaciones encuadradas en la COORDINADORA DE LAS FUERZAS POLÍTICAS DE CATALUÑA, se desplazarían el citado día a esa ciudad, ocupando la misma, entorpeciendo la circulación y mediante discursos, bailes y cánticos, explicarían la significación del acto, para más tarde producirse en manifestaciones y desórdenes callejeros de un claro matiz separatista catalán, pues sabido es que, en los puntos que propugnan, está el restablecimiento del Estatuto de Cataluña de 1932.

A fin de prevenir tales desmanes y esta demostración de fuerza de la ASAMBLEA GENERAL DE CATALUÑA, esta Jefatura Superior, en estrecho contacto con la Guardia Civil, trasladó a Vich a 30 funcionarios de la Brigada Social, al mando de un comisario, una Sección especial de la Policía Armada, una de ellas Especial, de las llegadas recientemente a esta ciudad, y un tanque de agua, aparte los coches y dotaciones del Departamento de Orden Público, para asegurar las transmisiones. Por otra parte, fuerzas de la Guardia Civil y de la Agrupación de Tráfico de esta procedieron, desde las primeras horas de la mañana del día de ayer, a la desviación en la carretera general de Barcelona a Vich, de los autocares y coches sospechosos de asistir a una concentración anunciada, no permitiendo el arribo a Vich de los mismos. El eficaz servicio montado por el personal de esta Jefatura Superior en colaboración con fuerzas de la Policía Armada y la Guardia Civil abortó y yuguló de raíz los planes subversivos previstos, y que sin duda habrían adquirido una gravedad extraordinaria. En el curso de este importante servicio, se procedió a la identificación y reseña de unas 3.000 personas, aproximadamente. A las 17.30 horas, se comunicó a la Comandancia de la Guardia Civil de San Pablo que diez autocares llenos de gente joven se dirigían a Granollers, procedentes de las localidades inmediatas a Vich, con el propósito de manifestarse en la misma y posteriormente en la Cárcel Modelo de Barcelona.

Informado de ello, esta Jefatura Superior dispuso de trasladarse a Granollers la Unidad Móvil Antidisturbios de Logroño y que se alertase a los coches Z de servicio. Se comisionó a los coches Z-1 y Z-4, para la vigilancia de la Cárcel Modelo, y al coche Z-3 para la Cárcel de Mujeres, al coche Z-2 la entrada a Barcelona por la autopista de Granollers, y al Z-7 por la N-II, y al Z-10 a la entrada de la carretera de Vallvidriera, adonde se podía llegar por una desviación de la general Granollers-Barcelona. El resto de los coches Z se emplazó en puntos estratégicos para la vigilancia de las calles y accesos a la cárcel Modelo, y por último se alertó a la Comisaría de la Brigada Móvil de la Estación de Francia y a las Patrullas Municipales, ante la posible llegada de manifestantes, utilizando las vías férreas.

Posteriormente, en la ciudad de Granollers, un grupo de unos 500 jóvenes de ambos sexos se manifestaron en la calle Museo esquina a la de Anselmo Clavé, portando pancartas con inscripciones en letras rojas de: LIBERTAD CAMACHO, NO JUICIOS TÉRMICA, VIVA COMISIONES OBRERAS, LIBERTADES POLÍTICAS, MONARQUÍA NO, REPÚBLICA, ESTATUT 1932, que fueron recogidas por agentes de la Policía Municipal, fuerzas de la Guardia Civil y Grupo de Información de Tarrasa y Sabadell. Durante el transcurso de la manifestación, un grupo de jóvenes asaltó y volcó el coche de la Policía Municipal conducido por el policía Don Juan José Acosta Jiménez, acompañado del de igual empleo Don Eusebio Aznar Pascual, causando varios daños al vehículo y sacando violentamente del interior del mismo al señor Aznar Pascual, originándole lesiones sin importancia. En medio de esta refriega los citados policías municipales fueron insultados por los manifestantes con gritos: HIJOS DE PUTA, ASESINOS, QUEREMOS LIBERTAD, OS VAMOS A QUEMAR EL COCHE. Personadas en este lugar fuerzas de la Guardia Civil, auxiliaron a los policías municipales y procedieron a la detención de treinta y cinco de los manifestantes que rodeaban el coche, detenidos que fueron trasladados a esta Jefatura Superior, practicándose las oportunas diligencias por la Sexta Brigada Regional de Investigación Social, que serán remitidas a la Autoridad Judicial competente.»379

Dictada la libertad provisional de los presos, fue revocada por orden del fiscal general del Tribunal Supremo, Fernando Herrero Tejedor, alegando la anormalidad de la situación, cuando trece de las mujeres detenidas ya habían salido en libertad380. Lo cierto fue que el jueves 15 de noviembre, los detenidos recibieron la noticia de su permanencia en prisión tanto en la Modelo como en la Trinidad.

El 22 de noviembre, Avui publicó una canción titulada Un nou cant d’esperança (la Cançó dels 113, también llamada la Modelesa, en alusión a la Marsellesa). Era un himno estimulante que corría por la cárcel Modelo desde el 7 de noviembre (2º aniversario de la Asamblea de Cataluña) cuya letra corresponde a Josep Ayza y la música a Carlos Santos, corregida lingüísticamente por Jordi Carbonell, y que recogía, bajo su punto de vista, la actualidad política por la que atravesaba Cataluña. Decía así:

Catalunya terra nostra,Apinyats com tots els vents,Volejant la llibertat,Barres, reixes que empresonenL’esperit mai no podran.Catalans eixamplem pit,Que nosaltres som l’eixida.Cantem tots per l’unitat,Endavant la nostra lluita.L’Assemblea i Catalunya,Ja és un fet i seran fruit

Aquel día de celebración se enviaron 83 pasteles con dos velas cada uno, sufragados por la Comisión de Solidaridad, también cartas y postales, alguna firmada por Johan Cruyff, dirigida a los presos que eran socios del Barça381. Cuatro días después, el sacerdote Lluís Mª Xirinachs fue detenido junto a otros, por no pagar una multa impuesta en 1971, siendo condenado también a arresto sustitutorio por dos meses. Así finalizó un mes contradictorio para los intereses de la Asamblea, ya que, si fue aciago en lo humano, también significó un punto de inflexión positivo para la organización.

El 1º de diciembre de 1973, el SCPAC difundió desde Toulouse, por mediación de MAAC, una declaración escrita por el sacerdote Lluís Mª Xirinachs desde la prisión Modelo de Barcelona rechazando la «ilegalidad fascista». Haciendo un pequeño repaso a su historial de lucha contra el régimen, recordaba su detención en enero de 1971 con la huelga de hambre de 21 días en defensa de los procesados vascos en Burgos. A principios de 1972 hizo las siguientes declaraciones:

«Si me juzgan, en el juicio haré acto público devolviendo mi Documento Nacional de Identidad para que lo hagan llegar al ministro de la Gobernación. Rompo así unas ligaduras absurdas, aunque esto me traiga consecuencias para mi vida futura (…). En la prisión deseo hacer una huelga total de no cooperación y de hambre, si es necesario hasta que me saquen a la calle (…). Seguiré el ejemplo maravilloso de Elena Iraola, de Gonzalo Arias y de tantos otros presos políticos, retenidos injustamente, que han antepuesto la dignidad humana a la comodidad.»382

Y en caso de llegar a juicio proponía:

«Quiero ser juzgado en catalán, en Cataluña y por unos jueces que no sean cómplices de la nueva Ley de Orden Público, por unos jueces que no pertenezcan al TOP, vergüenza de España, reminiscencia secularizada de la más rancia tradición inquisitorial. Tenéis la clase obrera y trabajadora crucificada. Un clavo en los pies: Granada. Un clavo en la mano derecha: Ferrol. Uno en la izquierda: SEAT. Una corona de espinas en la cabeza: Erandio. Una lanza en el costado: Getafe. Procesáis al obrero y dejáis impune al que mata y manda matar,»383

Le detuvieron de nuevo el 12 de noviembre de 1972 en Ripoll y le trasladaron a la cárcel de Zamora por no pagar una multa de cincuenta mil pesetas. Allí, al otro lado del país, junto a un grupo de sacerdotes que también se revelaban contra el régimen, comenzó de nuevo su cruzada particular.

Seguidamente inició una huelga de hambre que le llevó en el quinto día al estado de coma, siendo liberado inmediatamente. Rechazó las convocatorias del TOP de abril de 1972 y abril de 1973 considerándolas ilegales: «Solo un tribunal catalán, nacido de un orden democrático de mi pueblo, tiene derecho a juzgarme»384, y fue nuevamente detenido por los hechos de María Medianera, imponiéndole una multa de trescientas cincuenta mil pesetas. La declaración de este, al comenzar una nueva huelga de hambre decía así:

«Hoy, 1 de diciembre de 1973, en la prisión Modelo de Barcelona, en prisión preventiva, esperando juicio del TOP por “propaganda ilegal”; fijado para el 26 de enero de 1974, he decidido comenzar una huelga de hambre. Esta decisión es grave y ha sido largamente meditada.

No puedo aceptar que no sean reconocidos los derechos a la libertad de expresión, de reunión y de asociación. Lucho, identificado con los principios de la Asamblea, para que podamos recuperar las libertades nacionales, políticas y sindicales de que somos privados.

Actualmente, hay una lista larga de personas prisioneras, porque han defendido y han tratado de defender estos derechos. Con la huelga de hambre me solidarizo con las campañas en curso, motivadas para conseguir la liberación de estos presos entre los que me incluyo. Veo que he de rechazar un sistema que rechaza los derechos más elementales.

No acepto mi detención ni la de los 113, que por el mismo motivo están en la prisión. No pararé la huelga hasta que nos liberen. Las familias de los 113 han presentado a la Conferencia Episcopal un documento pidiendo que haga suya la petición de amnistía y del reconocimiento de los derechos conculcados por el régimen. Más de 350 sacerdotes de toda Cataluña han expandido una larga reflexión pastoral afirmando estos derechos y principios con toda valentía. El cardenal de Barcelona y el obispo de Girona han dicho bien claro en sendas homilías: “Es necesario garantizar para todos, no solo para la iglesia, los derechos fundamentales”. Se han adherido otros obispos, como el de la Seo de Urgel, y los Superiores de Órdenes Religiosas de Cataluña. La Iglesia quiere para todo el pueblo el privilegio de la dignidad humana. Espero que la Conferencia Episcopal Española se defina también en este sentido.

Inicio, pues, en Adviento de hambre con la esperanza de una Navidad en libertad, inicio un diciembre de dificultades para llegar a un Año Santo de verdadera fraternidad entre los hombres. Que los símbolos de estas fiestas que se acercan se llenen de realidades de carne y de sangre.

Espero un giro, una auténtica conversión de los responsables del actual estado de cosas, cuando todavía hay oportunidad.

Para mí no habrá Navidad ni Año Nuevo si ellos no hacen realidad la liberación que el pueblo pide: los 113 a la calle. Lluís Mª Xirinachs, Barcelona 1 de diciembre de 1973»385.

La asamblea del Colegio de Abogados de Barcelona (con cierto corporativismo y aprovechando la renovación de algunos cargos) emitió un comunicado al día siguiente de las detenciones pidiendo la libertad de los ocho abogados detenidos, comprobando la arbitrariedad que en todo momento había dado pruebas el Ministerio de Justicia ratificándose en la gestión de la Junta de gobierno del Colegio.

Ese mismo día, a través de Avui, los ciudadanos pudieron conocer al detalle todo lo relacionado con las detenciones y su posterior desarrollo. El relato comenzaba con la incapacidad del gobierno de Carrero Blanco de solventar los graves problemas sociales que le asediaban, como por ejemplo las nacionalidades oprimidas, relaciones con la Iglesia, la Amnistía, la libertad de reunión, asociación y expresión, la inflación, la renovación de la administración local, la enseñanza, etc., pidiendo un balance de los hechos ocurridos en 1973 y reflexionando sobre el colapso que se acercaba. Finalmente, y como conclusión, se detalló la procedencia comarcal de las 113 personas detenidas el 28 de octubre pasado y encarceladas en la prisión Modelo de Barcelona.

Anoia1Maresme3
Bages1Noguera2
Baix Camp3Osona1
Baix Ebre1Pallars Sobirà1
Baix Llobregat14Ribera d´Ebre1
Baix Penedès4Segrià5
Barcelonés54Tarragonès2
Garraf2Vallès Occidental11
Girones3Vallès Oriental4

La CPAC en un documento preparado, con toda probabilidad, antes de las detenciones de su cúpula directiva, publicó un artículo con el lema «En el II aniversario de la I Sesión de la Asamblea de Cataluña. La Asamblea con los trabajadores del campo en lucha. Por las reivindicaciones de la comunidad rural. Hacia la consecución de las libertades políticas y nacionales», donde comenzando con sus ya conocidos cuatro puntos programáticos, se centró esta vez en el hecho de que en sus discusiones y resoluciones no se hubiese profundizado bastante y con la necesaria firmeza en los problemas del campo y en un sentido más amplio en los problemas del mundo rural, incluido el pesquero. A este respecto se trataron temas relacionados con el abandono cultural y sanitario de los pueblos debido al éxodo constante de los hombres del campo hacia sectores industriales, consecuencia de los bajos rendimientos del trabajo del campesino, del pescador y de la insuficiencia de los jornales. Seguidamente se debatió la acción del capital monopolista, imponiendo expropiaciones de terrenos rentables para dedicarlos a instalaciones industriales o autopistas con bajas indemnizaciones, pagado con regateo y tardanza. También se comentó la falta de instrumental técnico y económico que permitiera la mejora de la producción y de los cultivos; de los precios impuestos por la oligarquía a través de intermediarios y de la política de importaciones de vino, de avellanas, de alcohol cuando los precios eran contrarios a los de la clase dominante. También de los cupos fijados por la Administración del Estado de las recogidas a costa del trabajo del campesinado y en interés de los especuladores; de la explotación de los pescadores víctimas de la especulación de los conserveros, de los industriales del frío y de los intermediarios. Y para concluir se propuso la convocatoria por un 2º aniversario de la I sesión de la Asamblea de Cataluña con la gente del campo y del mar, por las libertades políticas y nacionales del pueblo de Cataluña386.

El SCPAC tenía programado un acto en una población no determinada de Cataluña para conmemorar el aniversario de la Asamblea, pero resultó que se convirtió en un acto de solidaridad con los 113 detenidos y demás represaliados. Se produjo una gran movilización de masas en dirección a Vic calculada en unas veinticinco mil personas según fuentes policiales, quince mil según documento oficial, con las correspondientes detenciones expresadas anteriormente. Posteriormente, se realizaron actos en L’Ametlla del Vallés, asambleas en Seva, Sau y manifestaciones en Granollers387.

Otro aspecto de indudable impacto social fue el recibido por la evidente crisis energética que, conforme finalizaba el año, se hacía más patente en nuestros bolsillos y también en la economía de alto nivel, siendo la Bolsa un fiel reflejo de la caída en la inversión industrial. Mientras tanto, el gobierno desbordado por los acontecimientos se esforzaba en hacer llegar a la ciudadanía un mensaje de ahorro como salida a la crisis, situación que no influía en absoluto en la continua represión ejercida por la policía, comenzando el mes de diciembre con la detención el día 3 de una célula trotskista, según describían los diarios, en el Instituto Ausias March. Al día siguiente, el Pare Xirinachs, como vulgarmente se le conocía, inició su anunciada huelga de hambre en la cárcel Modelo con su posterior traslado a Carabanchel, actitud que continuó hasta la liberación de los 113 presos. El 6 de diciembre de 1973 se dictaron dos penas de muerte, una de ellas para Salvador Puig Antich, militante anarquista del MIL, para el que se pidió clemencia por parte de diferentes colectivos aprovechando el XXV aniversario de la declaración de los «derechos del hombre».

Por desgracia, en esos días, el interés de la ciudadanía estaba lejos de esta horrible realidad, siendo las elecciones a la Presidencia del F.C. Barcelona las que acaparaban el protagonismo deportivo y social, donde Agustín Montal derrotó al candidato Lluís Casacuberta.

Finalizando el año y coincidiendo con las fiestas navideñas, la Asamblea distribuyó unos folletos que llevaban por título «Els 113 us desitgen un Feliç Any 1974», conteniendo los cuatro puntos programáticos y la canción compuesta con letra y música por Josep Vilanova.

Pero no todas las reacciones dentro de los partidos de izquierda fueron favorables a las tesis defendidas por la Asamblea; el PCE (m-l), embrión del FRAP, denominó a la Asamblea como una «amalgama sin principios», presentando un comunicado al respecto:

«Con los métodos legalistas y sumamente anticlandestinos, propios de los que desean ser la oposición consentida por el régimen, estos politiquillos de salón desvirtúan la represión, la embellecen y ocultan ante las masas lo que ya es inocultable. La escalada de la represión aumenta, últimamente, vertiginosamente por un motivo muy concreto: la necesidad que tiene la dictadura de —asegurar tranquilidad— en la inminente coronación del monstruo borbónico-fascista Juan Carlos. De aquí las últimas detenciones en toda España, que han llegado a organizaciones de todo tipo, incluso a las más —inofensivas— para el régimen como la amalgama sin principios manipulada por los carrillistas, denominada Asamblea de Cataluña.»388

No obstante, en otro comunicado menos crítico, la misma organización decía:

«La lucha de la clase obrera y de su vanguardia organizada tiene como objetivo inmediato la mejora de las condiciones de vida y de trabajo y de la conquista de las libertades políticas y sindicales. Es aquí donde esta perspectiva inmediata confluye y se identifica con la perspectiva de lucha de la A.C. coincidente con la nuestra.»389

Sin embargo, muy pronto los acontecimientos políticos tomarían otro sentido que el esperado por la propia Asamblea, algo que sorprendió y despertó del letargo político a una mayoría de ciudadanos preocupados exclusivamente por el quehacer de cada día.

356. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., pp. 168-169.

357. 2 años de lucha, en AHCNOC, «Asamblea de Cataluña», Carpeta, 11/1973.

358. AHGCB, «Los sacerdotes del sector obrero de Tarrasa», Caja n.º 50, 28-10-1973.

359. Els documentals de TV3 (CD-Rom), «Dies de Transició (2)», 2005. «La detenció dels 113. La A.C.»

360. BATISTA, Antoni, op. cit., p. 37.

361. BATISTA, Antoni, op. cit., pp. 37-40.

362. BATISTA, Antoni, op. cit., p. 42.

363. Tele/eXpres, 30-10-1973.

364. COLOMER, Josep Mª, op. cit., p. 58. Más información ver FRC, AJR, «Avui Equip», Carpeta 67, del 9/15-11-1973.

365. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., pp. 81, 170-171.

366. BATISTA, Antoni, op. cit., pp. 175-176.

367. FRC, AJR, «Assemblea de les Terres de Lleida», Carpeta 56/3, 1-10-1973.

368. FERRAN, Joan, Entre Tiempos. Crónica de un compromiso político, Barcelona, Ed. Hacer, 2006. En la actualidad Joan Ferran Serafíni es exdiputado en el Parlament de Catalunya.

369. Paulino Antonio Ruiz Serrano junto con José Medina Gómez y Clemente Farquey Baró, representaban a la FSC-PSOE y a la UGT en la CPAC. «Célula de notificación», Noviembre de 1973, en RUIZ SERRANO, Paulino Antonio, entrevista relacionada con la Asamblea de Cataluña.

370. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., p. 172.

371. Els documentals de TV3 (CD-Rom), Dies de Transició (2), 2005. «La detenció dels 113. La Assemblea de Catalunya.».

372. FRC, AJR, «Assemblea Permanent d’Intelectuals Catalans». «II aniversario de la I Sessió de la Assemblea de Catalunya.», Carpeta 61/5, 7-11-1973.

373. Tele/eXpres, 15-11-1973.

374. En la declaración Pastoral de la Asamblea de Eclesiásticos Catalanes, consta que fueron 310 los firmantes. En nota informativa emitida por la Jefatura Superior de Policía de Barcelona en relación con la emisión de Radio España Independiente de 20 de noviembre de 1973, la emisora afirmaba que eran más de trescientos sacerdotes, en FRC, AJR, «Assemblea d’Eclesiastics Catalans», Carpeta 50, 8-11-1973. Más información en AHGCB, Caja 90, 11/1973.

375. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., p. 175. Más información en FRC, AJR, «Assemblea d’Eclesiastics Catalans», pp. 1-4. «Declaración Pastoral», Carpeta 50, 8-11-1973.

376. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., p.173.

377. Nota: A los 109 encartados habría que añadir los dos menores de 18 años no registrados y los dos sacerdotes, sumando así 113. RUIZ SERRANO, Paulino Antonio (entrevista).

378. COLOMER, Josep Mª, op. cit., p. 62.

379. BATISTA, Antoni, op. cit., pp. 170-172.

380. COLOMER, Josep Mª, op. cit., p. 60.

381. COLOMER, Josep Mª, op. cit., p. 62.

382. MHC, ASSEMBLEA, «El refús de Mossèn Lluís Mª Xirinachs. ¡Amb Fets, diguem no!» op. cit., p. 208.

383. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., p. 208.

384. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., p. 191.

385. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., pp. 191-192. En AHGCB, «Asamblea de Cataluña», Caja 50, 12/1973.

386. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., pp. 82-83.

387. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., p. 117.

388. BATISTA, Antoni, op. cit., pp. 65-66.

389. Ibid.

La  transición española

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