Читать книгу La Argentina entre dos guerras, 1916-1938 - George V. Rauch - Страница 6

CAPÍTULO 1
La primera presidencia de Hipólito Yrigoyen, 1916-1922

Оглавление

En la mañana del 12 de octubre de 1916, Hipólito Yrigoyen, líder de la Unión Cívica Radical (UCR), tomó el juramento tradicional del cargo ante el Congreso y asumió la presidencia de la Argentina. Después de la ceremonia, Yrigoyen fue transportado en carroza por la avenida de Mayo desde el edificio del Congreso hasta la Casa Rosada. Una multitud jubilosa, enardecida, estimada en cien mil personas, se alineaba a lo largo de esta gran vía. Los hoteles de la zona habían alquilado sus balcones a precios exorbitantes. Los ansiosos espectadores que aguardaban en los tejados y balcones cercanos prorrumpieron en vítores y aplaudieron al ver que la carroza presidencial se aproximaba. Yrigoyen se puso de pie en el carruaje, sonriendo y saludando a la multitud. Un grupo de seguidores entusiastas desengancharon a los caballos y tiraron del carruaje. Buenos Aires celebró la transferencia pacífica del poder de la elite gobernante a la UCR, un nuevo partido político que representaba a las clases medias y trabajadoras. Yrigoyen fue el primer presidente argentino en ser electo bajo la ley 8.871, conocida popularmente como Ley Sáenz Peña. Había sido promulgada por el Congreso el 10 de febrero de 1912, y estableció el sufragio masculino secreto, obligatorio y universal, los principios por los que el partido radical había bregado durante mucho tiempo.1

Una vez en la Casa Rosada, en una sencilla ceremonia el presidente saliente, Victorino de la Plaza, delegó el mando a su sucesor. Curiosamente, esta fue la primera vez que estos hombres se encontraron, un hecho que no pasó desapercibido para la prensa de Buenos Aires. Ese día, La Nación publicó un artículo en el que señalaba que Yrigoyen no había expresado ningún deseo de reunirse con el presidente De la Plaza, ni haber solicitado detalles sobre el funcionamiento del gobierno. Por primera vez desde 1862, un jefe ejecutivo delegó su cargo a un sucesor sin intercambiar una sola palabra antes de la ceremonia oficial. Irónicamente, Yrigoyen llegó a la Casa de Gobierno mediante el proceso electoral; dada la opción, hubiera preferido llegar a hacerlo a través de una revolución.2

Rara vez un presidente de la República Argentina asumió el cargo bajo circunstancias más auspiciosas, y rara vez habría un hombre más querido u odiado.

La Argentina entre dos guerras, 1916-1938

Подняться наверх