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LA PRENSA FRANCESA ANTE LAS TRANSFORMACIONES DE ESPAÑA (1975-2019)
ОглавлениеMARIE-CLAUDE CHAPUT
Catedrática Emérita de Civilización de la Universidad de Paris-Nanterre
El 5 de agosto de 1992, con el título «Point. Les relations franco-espagnoles. Naissance d’une solidarité européenne» («Balance. Las relaciones franco-españolas. Nacimiento de una solidaridad europea») Le Monde citaba dos declaraciones contradictorias, la del presidente François Mitterrand, que declaraba que las relaciones entre ambos países eran «las más armoniosas de su historia», y la de la actriz «franco-española» María Casares (1922-1996):
¡Encuentro tanta incomprensión entre españoles y franceses! Y cuando quieren comprenderse, al ser pueblos inteligentes, solo lo hacen con la cabeza. Somos como dos líneas paralelas que no consiguen encontrarse.33
El articulista lo atribuía a los numerosos malentendidos que habían marcado la historia de las relaciones franco-españolas y a la dificultad de liberarse de las herencias del pasado. Es lo que mostraba también Ramón-Luis Acuña (1938-2015), que fue corresponsal de la Agencia EFE en Francia, en su libro Como dientes de una sierra (Francia-España de 1975 a 1985, una década),34 un título que remite a los altibajos en las relaciones entre ambos países, en el que estudia un nuevo desencuentro en un momento en el que España necesitaba el apoyo de Francia. No cambió la percepción con la muerte de Franco. Fue solo a partir de la década de los ochenta cuando España pasó de ser vista como un país atrasado para convertirse en un ejemplo de modernidad, una imagen que se proyecta hasta hoy, lo que no es incompatible con la permanencia de ciertos estereotipos. Se pueden explicar quizás por la coexistencia en la península de unas fiestas tradicionales y de un alto nivel tecnológico. El documental Un jour en Espagne (Un día en España), de Timothée Janssen, difundido en el canal franco-alemán ARTE el 2 de junio de 2019, destacaba este contraste con el ejemplo de las fiestas de San Fermín en Pamplona y la central solar de GemaSolar35 en Andalucía, cerca de Sevilla. A propósito de esta proeza tecnológica, Le Figaro escribía el 26 de septiembre de 2011, unos días antes de su inauguración: «À Séville, le Soleil éclaire même la nuit» («En Sevilla, el sol alumbra incluso de noche»).
Los años de la emigración y del turismo masivos coincidieron con el desarrollo de los «treinta gloriosos» en los países del norte de Europa, donde se necesitaba mano de obra. Al mismo tiempo, una nueva clase social tenía acceso al turismo y, para ella, España, a pesar de su proximidad, parecía un país exótico, una imagen que el entonces Ministerio de Información y Turismo había contribuido a difundir imponiendo nuevos tópicos: sol, playa, flamenco. El turismo y la llegada de la inmigración española contribuyeron a reforzar una cierta tendencia de los franceses a la autocomplacencia, una actitud que ha dejado lugar a la duda y al pesimismo en el siglo XXI, mientras España se transformaba en modelo de modernidad y dinamismo. Es lo que es lo que quisiera mostrar para este período reciente en el que presenciamos un giro.36
Si la prensa refleja un estado de opinión en un momento dado, también contribuye a crear imágenes, a cambiarlas o a mantenerlas. Sin embargo, hablar de representaciones de España en la prensa francesa podría dar una impresión de homogeneidad que ocultaría la diversidad de puntos de vista. Por otra parte, hay que tener en cuenta las miradas cruzadas entre los periódicos de ambos países que suelen citarse unos a otros.
Cuando iniciamos una reflexión sobre la Transición en el primer encuentro sobre «La Transición española. Nuevas perspectivas», en 2008, en el Colegio de España de París,37 mi contribución fue analizar el papel de los medios de comunicación en la construcción de la imagen de una transición «modélica». Desde entonces, he tratado puntualmente cómo los medios y políticos franceses, tras mirar casi siempre con condescendencia a su vecino del sur, han acabado viéndolo en un modelo a partir de los años ochenta hasta hoy.38
Me he basado en varios periódicos: Le Monde, el periódico de referencia del centroizquierda, Le Figaro, conservador, Libération, izquierdista, etc. y en varios semanarios. Hay que tener en cuenta, primero, que la prensa refleja la sociedad al mismo tiempo que influye en la opinión pública, y, segundo, el efecto de lupa que produce el estudio de un tema. En España, la prensa ha sido un componente esencial en la democratización del país antes del auge de un periodismo de investigación y de afrontar la competencia de otros medios y la dependencia del capitalismo en un mundo globalizado.39