Читать книгу Obras selectas de Iván Turguénev - Iván Turguénev - Страница 13
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ОглавлениеNo costará trabajo comprender la hondísima impresión que me causó revelación tan inesperada.
En seguida deduje que se trataba de mi madre y no de una amiga; su desliz cuando habló en primera persona, no hizo más que confirmar mis suposicio-nes.
Así, pues, era mi padre a quien descubrí en sue-
ños, y a quien había visto en carne y hueso aquella mañana.
Estaba claro que no lo habían matado en aquella riña, sino sólo herido. Gracias a las noticias que yo le había dado, entró en casa de mi madre y esca-pó después asustado por el desvanecimiento de mi madre. Inmediatamente aclaróse para mi toda nuestra existencia; comprendí el sentimiento de involuntaria repulsión que a veces había notado en mi madre para conmigo, y su tristeza habitual y la soledad en que vivíamos...
Después de esas confesiones, no sabía lo que me pasaba; recuerdo que me tomé la cabeza con las dos manos, como para mantenerla en su sitio. Una sola idea se me había metido como un clavo: ¡encontrar a aquel hombre a toda costa! ¿Por qué?
¿Con qué fin? Yo mismo no lo sabía, pero quería encontrarlo... Había llegado a ser para mí cuestión de vida o muerte el descubrir dónde estaba.
Al día siguiente por la mañana, mi madre estuvo más tranquila, y ya sin fiebre pudo conciliar el sue-
ño.
Después de haberla recomendado al propietario de nuestra quinta, la dejé al cuidado de la servidum-bre, y comencé mis pesquisas.