Читать книгу Repensando la catequesis - José María Siciliani Barraza - Страница 12
Visiones teológicas y morales en la Didajé La teología y la moral en el siglo I
ОглавлениеLa reflexión teológica de este periodo se desarrolla en el proceso evangelizador de San Pablo, que coincidía con los discursos y exhortaciones de los estoicos. Esta coincidencia permitió determinar la presencia de numerosos temas comunes, específicamente en el campo teológico. Para visualizar esta correspondencia se comparará un discurso de Marco Aurelio con una cita de la carta de San Pablo a los Efesios.
Discurso de Marco Aurelio | Carta de Pablo a los Efesios |
“Uno es el mundo que forman todas las cosas; uno el Dios que lo llena todo; una la sustancia, una la ley, una la razón común a todos los seres inteligentes; una la verdad, pues una también es la perfección de los seres y de la misma familia y que participan de la misma razón” (Marco Aurelio, 170-180, L. II, 16). | “Sólo hay un cuerpo y un espíritu, como también una sola esperanza, la de su vocación. Sólo un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos” (Ef. 4,4-6). |
Para visibilizar esta teología, se recurrirá al análisis que realiza Pepin de estos dos fragmentos, en el que aborda el binomio mundo-ciudad, cuyas interpretaciones son diferentes. Porque para los estoicos, “es la idea de una comunidad de esencia para todos los seres razonables” (Chatelet, 1976, p. 247). En cambio, para los cristianos “… es la realidad de la persona singular de Jesús el cuerpo místico y las comparaciones de ciudad y cuerpo se aplican no tanto al mundo cuanto a la persona de Jesús” (Chatelet, 1976, p. 248). Dentro de esta clave, el discurso filosófico y el mensaje salvífico, se construye la nueva teología, pero realizando acentuadas diferenciaciones en las que se coordina la lógica racional y la lógica divina (Chatelet, 1976, p. 252).
La moral helénica y la moral cristiana tienen los mismos presupuestos teológicos antes descritos. Las actuaciones morales en la mentalidad helénica tienen un carácter totalmente externo. Por lo tanto, en la mentalidad cristiana se trata de un don divino. Sin embargo, otro punto diferenciador está en la presentación lingüística de dicha moral. La presentación helénica es alegórica y la cristiana es diatríbica. Esta disyuntiva se manifiesta en la misma Didajé con los Dos Caminos, cuyo punto de discusión está en desvelar si es una alegoría propia de la mentalidad helénica o una diatriba (discurso fuerte y directo) propio de la mentalidad cristiana.