Читать книгу Repensando la catequesis - José María Siciliani Barraza - Страница 13

La moral alegórica helénica

Оглавление

Platón fue de los pensadores griegos que utilizó el recurso de la alegoría para hacer comprender el problema moral de su época. Sin embargo, antes de precisar las alegorías platónicas de la moral, se definirá el concepto de alegoría, figura estilística que busca: “afirmar una cosa y significar otra diferente de lo que se dice…” (Chatelet, 1976, p. 254). Con este recurso, Platón diseñó dos reflexiones de carácter moral. La alegoría del auriga, que vincula la gnoseología con la ética y la estética, y la alegoría del jardinero, que vincula la justicia con la ética y la estética. El auriga representa el aspecto gnoseológico de lo verdadero y lo falso (Platón, 1996, pp. 637-642). ¿Quién coordina los caballos? Uno de ellos representaba el alma de la bondad, y el otro, el alma de la concupiscencia (Platón, 1996, p. 637). Con ello, se recurre a lo estético de los corceles para precisar las categorías de lo bello y lo feo. El jardinero representa la escritura como mecanismo de recuperación de la memoria. Es un jardinero inteligente (gnoseología), que siembra las semillas en los tiempos y terrenos adecuados para lograr los frutos pertinentes. Con esta alegoría, Platón muestra que se hace justicia con aquellos que recuperaron su pasado mediante el cultivo de la escritura, a diferencia de aquellos que por las diversiones y el ocio estéril perdieron su vida, porque no la recuerdan (Platón, 1996, p. 569).

Repensando la catequesis

Подняться наверх