Читать книгу Régimen disciplinario castrense - José Miguel González Reyes - Страница 19
3.2. TRÍPTICO MEDIEVAL PARA LA AUSENCIA DE UN EJÉRCITO PERMANENTE: CABALLO, CABALLERO Y CASTILLO
ОглавлениеEl avance de los reinos cristianos en la Península Ibérica durante la llamada Reconquista, que tuvo lugar entre los siglos VIII y XV, fue un proceso lento, discontinuo y complejo donde se alternaron períodos de expansión con otros de estabilización de fronteras, en el que muchas veces diferentes reinos o núcleos cristianos siguieron también ritmos de expansión distintos. Todos ellos, participan de una misma realidad común y unas mismas instituciones, teniendo como referencia y marco al feudalismo, y como fondo las luchas intestinas por el poder y la confrontación entre la cruz y la media luna.
Para tal empresa se recurrió a la caballería, ésta se organizaba en torno a los señores feudales lo que impedía la concentración del poder de las armas en la figura de un monarca que era incapaz de sufragar un ejército permanente, dado el altísimo coste del reclutamiento y el equipamiento de las tropas que hacía ruinoso en el contexto de la economía medieval60. Los nobles, que eran caballeros, se ligaban a su rey por medio de relaciones seudo-vasalláticas concretada en el deber del auxilium, esto es, la necesidad de concurrir con fuerzas propias a la llamada del rey de acuerdo con la capacidad de sus huestes y las necesidades de la campaña61.
Paralelamente, para asegurar la conquista ganada, en la frontera se estatuyó un sistema de castillos, murallas y barbacanas destinadas a la defensa de las mismas. Ello, se tradujo en la obligación para algunos, caballeros y súbditos, de concurrir a prestar servicio de armas o vigilancia en las mismas, y de cuyo incumplimiento se derivaron algunas de las más importantes sanciones como veremos más adelante.