Читать книгу Del poder a la cárcel - Juan Carlos Gruttulini - Страница 13
Capítulo -7- La voladura del galpón
ОглавлениеDespués de recorrer los veinte kilómetros que los separaban de un punto al otro, llegaron al destino indicado, ingresaron a la chacra y se encontraron con un panorama, que parecía un campo de batalla. Los bomberos estaban sofocando los restos del incendio y dos policías estaban tratando de ayudar en la remoción de los escombros; Grutner y Nisman bajaron de sus vehículos y se acercaron a los oficiales, los cuales al reconocerlos le hicieron la venia.
J. C. les dice:
—¿Cómo están, muchachos? Explíquenme, aparte de los daños materiales, ¿Hay algún herido o fallecido en el lugar?
—No, señor —respondió el que estaba más cerca—. Por lo que nos informaron los bomberos, después de sofocar el incendio, era que no había ninguna víctima en el lugar… Y por lo que nosotros observamos, después de recorrer un poco el perímetro, es que este sitio está abandonado desde hace mucho tiempo.
—¿Y saben cómo comenzó el siniestro? —pregunta Nisman.
—Después de una pequeña inspección ocular, los bomberos dijeron que como quedó todo el lugar e incluso, en la forma en que voló por el aire el camión, como todo lo que estaba dentro de este galpón, para ellos, es que colocaron explosivos.
Nisman se introdujo dentro de los restos del galpón, recorrió un poco los lugares, que todavía estaban humeantes,miró los restos del camión, como partes de las motos, mezcladas con otros escombros y se dirige a J.C.
—Por lo que estoy observando superficialmente, esto me da la pauta, de que los que intervinieron en este episodio, no son ningunos novatos… Se ve a simple vista que son profesionales y con un armamento bien moderno y poderoso.
—Vos sabes, Nisman, que tengo la misma impresión y que detrás de este episodio se oculta algo más siniestro y pesado… Y tenés razón en tu apreciación en cuanto al armamento, los que manejaron estos explosivos son profesionales… Ahora lo que voy a hacer, es llamar en forma urgente, que venga la gente de laboratorio, para que verifique y analicen todo lo que puedan descubrir dentro del tanque del camión.
—¿Tenés alguna sospecha?
—Más que una sospecha, lo que tengo es una corazonada… Toma el celular y hace la llamada, pidiéndole urgencia sobre el tema, a la persona que lo atendió.
—¿Qué te respondieron? —Pregunta Nisman—. Porque si tardan mucho, llamo al juzgado.
—Quédate tranquilo que el encargado del laboratorio me dijo que ya mandaba el camión con todo el personal correspondiente, en media hora estarán aquí.
Media hora después estaba el camión en el lugar. J.C. los pone al tanto de los acontecimientos y los expertos se ponen a trabajar. Dos de ellos, vestidos con el equipo antivirus blanco y el casco correspondiente con mascarilla, se introducen a través de las tapas de acceso al tanque y comienzan a buscar elementos que les sean sospechosos, los cuales introducían en las bolsitas de plástico transparente, que llevaban para esa tarea.
Dos horas después y ante la ansiedad, tanto de Grutner como de Nisman, el encargado del laboratorio móvil les informa.
—Inspector, le quiero confirmar que lo que se encontró en unos de los compartimientos del camión cisterna, son residuos de cocaína.Lo que quiere decir, es que este vehículo transportaba este elemento oculto en ese sitio… Lo que no le puedo confirmar es la cantidad que podría estar oculta en ese lugar.
—Igualmente les agradezco la rapidez con que nos dieron el informe, para nosotros era necesario saber de qué se trataba, de esa forma sabemos contra quiénes vamos a enfrentarnos.
—¡Bueno! Lo dejo, cualquier otro problema que tenga, no tiene más que llamarme y trataré de resolvérselo.
Grutner, dirigiéndose a Nisman, le dice:
—¡Bien! Con esto, tenemos resuelto cuál era el motivo del robo del camión y a su vez, cuál era el verdadero trabajo del chofer…, Lo cual deja en evidencia de que era un traficante de drogas.
—¡Sí! Pero todo esto nos abre dos nuevas investigaciones, una, averiguar de dónde procedía la cocaína del camión y la otra es ver quiénes son los piratas del asfalto y dónde llevaron la carga.
—De eso no queda ninguna duda, además te puedo asegurar que las personas que prepararon esta operación, son personas que están bien organizadas y cuentan con todos los recursos necesarios para llevarla a cabo… Con lo que te quiero explicar, que son profesionales del delito.
—¿En qué te basas para esta conclusión? —pregunta Nisman.
Grutner camina unos pasos, observa el camino de tierra, se agacha para mirar más de cerca una huella y poniéndose de pie nuevamente le responde, mientras saca una pipa del bolsillo del saco y la sostiene en la mano derecha.
—Analizando todos los hechos hasta este momento, es por lo siguiente… Primero, por la forma en que realizaron el asalto, con una frialdad y precisión, que demuestra que tenían todos los datos del camión y la hora justa en la que iba a transitar esa ruta… Segundo, ya tenían un lugar destinado para esconder el vehículo y poder extraer la droga sin ser vistos… Y tercero y lo que evidencia que es una banda bien organizada, es que ya tenían otro vehículo pesado para poder trasladar la droga y poder pasar desapercibidos.
—¿Y cómo es, que llegaste a esta última conclusión?
—¡Son detalles que se observan en la escena del crimen, si les prestas la debida atención!… Fíjate, estas huellas de vehículo que están marcadas sobre el piso sucio, se trata de las huellas de un vehículo pesado, de eso te das cuenta por las ruedas duales traseras y que en ese momento estaba sin carga y las mismas huellas te dan la pauta de que maniobraron para acercarse al camión tanque… Luego de eso le cargaron la droga y por la profundidad que dejaron las ruedas traseras sobre el camino de tierra, a fuera del galpón, me indica que la carga debió ser muy pesada… Por lo que te puedo asegurar que se trataban de varios cientos de kilos… No sé exactamente cuántos, pero son muchos y muy valiosos.
Nisman, sorprendido por el poder de observación de J. C., le pregunta.
—¿Y ahora qué vas a hacer?
—Ahora me voy de vuelta a la escena del crimen, a ver si quedó algún detalle sin analizar y después me voy a la oficina a preparar el informe… Después veremos cómo sigue esta investigación.
—Vamos, que yo también me quiero cerciorar de no dejar ningún cabo suelto y después me voy para la fiscalía, para ver si ya hay alguna pista… Pero antes que nos separemos, te quiero hacer una propuesta, que creo que nos beneficiará a los dos en este tema. —Mira a J. C. a la cara, para ver la reacción de él y le pregunta—. ¿Qué te parece si en esta investigación, que por lo que deduzco va a ser muy complicada y peligrosa, nos unimos para trabajar juntos e intercambiar información, para llegar más rápido al desenlace del problema?
Grutner, con una sonrisa en el rostro, mira a Nisman a la cara y le responde.
—Para mí, va a ser un honor trabajar con una persona tan importante como vos. —Y estrechándose las manos, sellaron un pacto de amistad y trabajo.