Читать книгу Procesos de subjetivación - María Laura Méndez - Страница 10
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“...No hay en la tierra una sola página, una sola letra, sencillas, ya que todas postulan el universo, cuyo más notorio atributo es la Complejidad”
Jorge Luís Borges
“...Las palabras son solo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están allí es para que podamos llegar a la otra margen. A no ser... que esos tales ríos no tengan dos orillas sino muchas”
José Saramago
¿Para qué este trabajo?
El interés fundamental de este trabajo se basa no sólo en desarrollos conceptuales que han caracterizado la imagen del pensar político académico, sino también en expresar por qué hoy una transmisión antropológica evidencia un compromiso ético–político en estrecha relación con la deconstrucción de los paradigmas educativos de la Modernidad.
Para este propósito intentamos realizar una cartografía que use como elementos de montaje los problemas que se han planteado las llamadas ciencias antropológicas desde su surgimiento. Un esfuerzo intelectual por hacer pasar la antropología de un estar al servicio de la empresa colonial a la visualización del otro, un pasaje del monoculturalismo a la interculturalidad, sabiendo que estos desarrollos producen afectos que han transformado y transforman de una u otra manera los universos existenciales.
Claude Lévi-Strauss es por excelencia el pensador que abre al siglo XX y a la Antropología el problema de la Diferencia. Podríamos considerarlo fundacional, porque, como aclara Derrida, sólo la etnología del siglo XX, con Lévi-Strauss a la cabeza, opera un descentramiento; es “el momento en que la cultura europea (y por consiguiente la historia de la metafísica y de sus conceptos) ha sido dislocada, expulsada de su lugar, teniendo entonces que dejar de considerarse como cultura de referencia” (Derrida, 1989, p.388).
La diferencia se expresa siempre como diversidad, y es justamente un óptimo de diversidad el que permite la existencia de la cultura en tanto que siempre es mestiza, diversa, híbrida.
La diferencia es el concepto a partir del cual Lévi-Strauss puede desplegar tanto los desarrollos sobre las estructuras elementales del parentesco como su trabajo acerca del “discurso mítico” como él lo llama, teniendo en cuenta que el modelo del que no se desprende a lo largo de su obra, es el de la Lingüística estructural.
Pese a que Lévi-Strauss centra su pensamiento en la diferencia, que no deja de operar en términos políticos, en el plano ontológico no abandona la identidad. La diferencia es pensada, en su desarrollo antropológico, siempre como diferencia de lo mismo, diferencia dentro de la estructura y las limitaciones de sus operaciones de transformación; dado que en el sistema lévi-straussiano las relaciones no son exteriores a los términos, existe un orden por el cual determinados términos sólo pueden entrar en determinadas relaciones.
Esto es propio de todo sistema cerrado. Para Lévi-Strauss la diferencia tiene un trasfondo que es invariante: lo estructurante como invariable. De ahí que sea su idea de estructura como operación lógica, la que es común a la condición humana y que, si bien tiene una ventaja política de pensar en términos de igualdad como punto de partida (para él como condición universal), corre con la desventaja de no poder pensar variaciones en devenir: la expresión de la vida en todas sus formas. Aquí encontramos el límite de sus propuestas y la posibilidad de ampliar los horizontes a partir de pensamientos también fundamentales para la Antropología como son los de Deleuze-Guattari.
Nos proponemos aquí construir un diálogo entre paréntesis, un diálogo que desafía el tiempo, en donde sus interlocutores se encuentran y se separan, se interpelan y se desafían, de la misma manera que ocurre con las distintas corrientes del pensamiento contemporáneo. Esto es lo que le da consistencia a la complejidad y a la riqueza del mundo intelectual, en el campo de las humanidades y las ciencias en la actualidad.
Para dar cuenta de esto partiremos de las siguientes hipótesis:
El agotamiento del modelo político de la representación, efecto del fin de la metafísica de la presencia, pone de manifiesto la caducidad del concepto de identidad basado en la lógica de la relación sujeto - objeto.
La negación de las narrativas míticas en pos de una historia única, lineal y teleológica ha impedido el interjuego de los múltiples sentidos que otorgan consistencia a las prácticas sociales.
Las distintas manifestaciones teóricas de la multiplicidad permiten plantear la producción de otros modos de subjetivación acordes con los procesos de transformaciones socio-históricas y tecnológicas.
El fracaso de los discursos emancipatorios inscriptos en el horizonte de totalidad, exige un replanteo de las lógicas sociales para dar cabida a nuevos agenciamientos colectivos.
Los obstáculos en el abordaje de los problemas de la subjetividad emergentes en la actualidad, que se manifiestan en las distintas esferas de lo social y que tienen honda repercusión en las distintas esferas educativas, hacen necesarios y urgentes los entrecruzamientos discursivos para proponer nuevas prácticas educativas.
La complejidad de la trama social (inmigrantes, alumnos con necesidades educativas especiales, cuadros clínicos que no responden a las tipificaciones patológicas, población por debajo del índice de pobreza, excluidos sociales que no pueden ser absorbidos por el actual modelo económico) presentes de una u otra manera en las instituciones educativas, exige nuevas estrategias y perspectivas teóricas consecuentes.
Los objetivos del presente trabajo se encuadran en la idea de una propuesta micropolítica que como tal tiene en principio la esperanza de contribuir a la creación de espacios institucionales en donde se puedan construir prácticas que permitan el ejercicio constante de la politización de lo social, necesaria para el advenimiento de otra democracia.
El ámbito elegido, la educación, es hoy efecto de los discursos de la unicidad que está atravesada por la presunción positivista de que la ciencia es capaz, por sí misma, de descubrir una verdad última, o un objeto que al coincidir con lo real erradique todos los males, y permita la total expulsión de las ficciones míticas. Las instituciones crean así, entidades nosológicas que, convenientemente naturalizadas, posibilitan que aquellas se perpetúen como dominadoras y administradoras del discurso único.
Provocar rupturas y establecer cortes, que es lo que se propone este trabajo, que se inscribe en una larga serie de luchas, aún no ha dado sus efectos, o éstos son poco notorios. En general hay un repliegue sobre formas sobrecodificadas o sedimentadas, como lo son la fe en la eficacia del conocimiento como mercancía, la extremada psicologización de la educación, que lleva a postular cualquier problema como patologías individuales, que en muchos casos actúan a la manera de prejuicios, obstaculizando los procesos de integración, inclusión y producción social del conocimiento.
Contribuir al cuestionamiento de estos modelos constituye siempre un desafío; su ruptura implica quiebres de posicionamientos teóricos e ideológicos y por lo tanto acarrea temores y sufrimiento. Por estas razones, la propuesta se basa en permitir la articulación de conceptos y prácticas que posibiliten, en los ámbitos educativos, desplazamientos y entrecruzamientos así como la posibilidad de construir nuevos planos de consistencia proponiendo otras articulaciones. Queremos, de este modo, producir nuevos interrogantes que se traduzcan en nuevas formas de conocimiento y de aprendizaje que posibiliten una fluida circulación de la producción deseante, que en muchos casos se inmoviliza como consecuencia de la repetición de intervenciones malogradas.