Читать книгу Córreme que te alcanzo - Marina Elizabeth Volpi - Страница 8
ОглавлениеLa entrega
Clara gemía mordiéndose los labios para no hacer ruido, porque sabía que en cualquier momento el pequeño haría su entrada al mundo. Un nacimiento trae luz, este en particular, solo apagaría su vida y ella lo sabía con certeza, pero aún así quería verlo. Los ruidos de pasos sobre las baldosas desparejas se hicieron cada vez más cercanos y el sonido de la puerta de hierro fue estrepitoso.
—¿Qué te pasa? ¿Por qué te quejás tanto? —preguntó el hombre. Clara seguía gimoteando.
—¡No doy más! El individuo dio un par de indicaciones a una enfermera que vino oportunamente y la colocó en una posición horizontal, con las piernas a los costados preparándola para el parto; sólo tardó tres pujos lograr sacar a la niña que habitaba su cuerpo. Desde el mismo momento en el que ella nació, Clara sabía que tenía su destino sellado; pidió desesperada que la dejaran ver a su bebé y cuando la enfermera la inclinó para que la viese, ella sintió que era perfecta; tenía la tez blanca, un pelito rojizo y enormes ojos verdes. Un suspiro callado salió de su garganta mientras la veía alejarse con su bebita. Intentó forcejear, pero estaba tan débil... una aguja penetró su brazo, haciendo que su cuerpo quedara inerte. Quiso moverse sin éxito y cuando fijó la vista para ver qué pasaba, las penumbras cayeron sobre ella.