Читать книгу Baltasar contra el olvido - Mauricio Koch - Страница 14

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Hablaba mucho la Renata. Todo el día sin parar. Rapidito y entre dientes decía las cosas. Decía y decía.

Decía que se lo gaste en remedios/ decía me voy a dormir rápido porque a las siete tengo que estar limpiando en lo de doña Delia/ o Teresa/ o Paula/ o Susana/ decía manga de vagos levantensé que ya tocó la campana larga y ustedes dos todavía en la cama/ decía ese es un medio litro con espuma, agrandado como alpargatazo en el agua/ decía este pueblo es más aburrido que chupar un clavo y yo me voy a morir acá, y se murió/ no, no se murió, la mataron/ decía dejá de hurguetear en mis cosas/ decía ¡esto me revienta!/ decía hay gente que tiene muchos chororoces, que quiere decir que dan muchas vueltas para hacer las cosas y no sé de dónde sacó esa palabra porque nunca se la escuché a nadie, solo a ella/ decía don Oscar el almacenero es un viejo baboso y Mingo el carnicero me da asco/ a veces, casi siempre a la tarde cuando estaba tranquila y se sentaba a tomar mate con la abuela, me decía tesoro vení a tomar mate/ si alguien se metía en lo que no le incumbía, ella decía es un culijete/ si era un poco lento, que era un opa/ a nosotros, al Leo y a mí, dos por tres nos decía opas/ dos opas son ustedes/ los domingos a la tarde decía tengo ganas de comer pororó/ y hacía. Y comíamos pororó mientras mirábamos la tele.

Baltasar contra el olvido

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