Читать книгу Baltasar contra el olvido - Mauricio Koch - Страница 20

Оглавление

Una mañana llegué al taller y encontré al gorrión cantando arriba de la mesa. Lo vi seguro, esa impresión me dio. Me acerqué y me dejó acariciarlo. Abrí la puerta para ver si se animaba a volar, pero se quedó ahí, medio agazapado. Lo agarré y salí con él a la calle. Crucé al boulevard, donde hay unos fresnos tupidos, abrí la mano y la extendí. Él se tomó su tiempo, pero al final se largó y voló hasta una rama baja. Desde allá me miraba, piaba y me miraba. Si me acercaba seguro me dejaba agarrarlo, pero lo dejé nomás a ver qué hacía. No hizo nada, se quedó quietito, así que me di vuelta y empecé a volver, a ver si se decidía a alejarse. Llegué hasta la puerta del taller y desde ahí todavía podía verlo. En eso dobló la esquina un pendejo en moto que metió un barullo bárbaro y me distrajo. Cuando volví a mirar, el gorrión ya no estaba más en la rama.

Baltasar contra el olvido

Подняться наверх