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Algunas conclusiones

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A pesar del amplio reconocimiento de la promoción de los determinantes de la salud, influir sobre los estilos de vida es la intervención más importante con relación a enfermedades crónicas no transmisibles que pasaron a las transmisibles como las causas globales de muerte, así como también son responsables de la carga global de muertes prematuras debido a años de vida viviendo con discapacidades. Pero estas recomendaciones tienen un potencial limitado porque no apuntan a las causas fundamentales de la enfermedad. Wendy Mariner (2016) se pregunta por qué si los principales beneficios de la salud de las poblaciones dependen de las causas fundamentales de la salud, el foco de atención está mayoritariamente puesto en el nivel de las conductas individuales. Sostiene que ello está asociado a las dificultades para cambiar las estructuras políticas y económicas, si se compara con intervenciones destinadas a conductas individuales, a las recurrentes irrupciones de epidemias que drenan recursos existentes hacia focos de atención urgente y a la (des)legitimidad que las investigaciones y la toma de decisiones tienen sobre determinadas áreas que parecen pertenecer genuinamente a la salud (por ejemplo, la alimentación) en detrimento de otras, como el salario digno.

Este énfasis en las conductas individuales no es respaldado por la evidencia empírica, que consensua que no son las decisiones personales sino las influencias recibidas durante el curso de la vida lo que define la salud y la enfermedad, la vida de uno depende de los factores contextuales. En el seno de la epidemiología social, particularmente, surgieron teorías que explican y monitorean la distribución diferencial de salud y enfermedad entre los grupos sociales, en la que existe evidencia abrumadora de la relación entre el desarrollo socioeconómico y la salud, como lo demuestran la variabilidad en tasas de morbimortalidad, esperanza de vida al nacer, años de vida perdidos ajustados por discapacidad, carga de enfermedad y otros indicadores que existen entre países y en el interior de los países con brechas de hasta cincuenta años de vida.

Dennis Raphael (2015) dice que los académicos de la salud pública –salvo los críticos– no se focalizan en los factores macrosociales. Mucha investigación en salud es financiada por gobiernos y fundaciones filantrópicas que tienen vínculos con las industrias, que se benefician directa o indirectamente de las desigualdades económicas y de la concentración de recursos, como tampoco se hacen responsables de investigar los impactos negativos que tienen en la salud pública los contaminantes, los productos inseguros y las condiciones de trabajo. De manera semejante, Steve Wing (2016) advierte que los organismos del gobierno que defienden el interés público suelen estar más cerca de los socios industriales que de las comunidades, por ejemplo, a través de las influencias que ejercen los aportes y las contribuciones de campaña. Señala que estos factores afectan el conocimiento epidemiológico en general y específicamente la capacidad de la ciencia de producir conocimiento sobre determinados temas, como los efectos nocivos de los contaminantes. Por lo tanto, subraya la necesidad de apoyar desde la investigación a organizaciones dirigidas a personas que sufren la injusticia en su vida diaria.

Acordamos con Wing (2016) en que desde estas alianzas se pueden generar conocimientos relevantes para mejorar la salud pública mediante el fortalecimiento de sus conexiones con comunidades y promover una mayor igualdad en los estudios de la salud. Este autor señala que asociar distintos sectores que promueven la justicia económica y la no discriminación en el acceso como condiciones necesarias para la salud pública permite incluir las desigualdades relativas a raza, clase, género y orientación sexual, que desde distintos lugares pueden proporcionar evidencias respecto de qué es útil para las organizaciones, así como para tomadores de decisión. Seguiremos en esta dirección a lo largo de las páginas de este libro.

In situ. El cáncer como injusticia social

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