Читать книгу Con la Venia, Manual de oratoria para abogados - Óscar Fernández León - Страница 28

Íntimamente relacionado con el apartado anterior, la formación del orador forense requiere un permanente estudio del derecho en todas sus variables: conocimiento de la norma positiva, la doctrina de los autores y de la jurisprudencia y sentencias de los Tribunales menores, conocimiento que se potenciará a través de la oportuna preparación de los casos, fuente ésta que nos permite actualizar permanentemente estos conocimientos aplicándolos al caso concreto. Con independencia de lo anterior, el buen orador debe ilustrarse en las novedades que se vayan produciendo en aquellas materias jurídicas de su interés o especialidad y, cómo no, en las modificaciones legislativas generales que afectan el campo del derecho. Finalmente, un conocimiento del derecho procesal, como expondremos en posteriores capítulos, será esencial para el orador.

Nuevamente, puede afirmarse que por muy bueno que pueda ser un abogado en habilidad oratoria, si no dispone de un sólido y profundo conocimiento jurídico, de poco le valdrá aquella para convencer y persuadir a su auditorio, caracterizado, como ya hemos apuntado, por su competencia técnica y profesional.