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LENGUAJE DE LA DOCENCIA Y LENGUAJE DE LA PREDICACIÓN
ОглавлениеCreemos, sin embargo, que la simple enumeración de estas características, que pueden aplicarse, en mayor o menor medida, a cualquiera de las obras de Séneca, no es suficiente para dar debida cuenta del estilo de las NQ 245 .
Para entender mejor las NQ , en el marco de este estilo general que acabamos de caracterizar, hay que distinguir dos realizaciones de dicho estilo general, que, remedando la famosa distinción de Traina, podríamos designar como estilo de la docencia y estilo de la predicación .
El propio Séneca nos da la clave para justificar esta distinción en las epístolas 94-95, donde, en función del doble objetivo fundamental de la filosofía, la contemplatio ueri y la actio , distingue dos tipos de discurso filosófico: (i) la insitutio o discurso doctrinal y (ii) la admonitio o discurso parenético 246 , cada uno de los cuales tiene su propio contenido y su propia forma de expresión. La institutio se ocupa de los decreta o principios teóricos de la filosofía; la admonitio se ocupa de los praecepta , que son las normas o consejos que non llevan a la aplicación de los principios previamente fijados. El primero es apropiado para transmitir conocimientos y principios; el segundo, para que sus lectores interioricen y apliquen los principios aprendidos.
Pero, además, y esto es lo más importante, a cada uno de estos discursos le corresponde una forma o estilo particular de expresión. Característica de la institutio será la expresión objetiva y racional, tenderá a un estilo demostrativo basado en la argumentación 247 . Será la parte donde se darán los datos, se aportarán pruebas y testimonios, se desarrollarán definiciones, demostraciones, enunciados de principios. Propio de la admonitio será, en cambio, el estilo parenético del predicador. El filósofo, como dice Traina 248 , se transforma en director de conciencia, en monitor e incluso en coactor . Consiguientemente, recurrirá a todos aquellos recursos retóricos necesarios o convenientes para conseguir un efecto sobre el ánimo del lector.
Se trata, por tanto, de dos discursos diferentes, que aspiran a objetivos distintos: el uno, la institutio , busca exponer la teoría; el otro, la admonitio , mira a la práctica, a conseguir un efecto sobre el lector, a que éste interiorice los principios o dogmas fundamentales y los aplique 249 ; uno se propone docere; otro, mouere; uno habla a la razón y a la inteligencia; otro, a la voluntad y al corazón 250 .