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De palique en el porche con Trae

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Me sorprendieron bastante muchas de las respuestas a mis vídeos. Desde luego, para ser justo, me sorprendió un huevo casi todo lo sucedido a raíz de aquellos vídeos. Una de las únicas cosas que no me sorprendieron fue todo el correo amenazante que recibí. Y la inmensa mayoría fue esa mierda vuestra tan de patio de colegio, troll de internet y guerrero del teclado: «Eres gay». «Apuesto a que te gusta ponerte vestiditos, puto pervertido». «¿Cómo te puedes mofar de Jesucristo? Rezaré por ti, estúpido maricón». Mierdas así. Nada de eso me sorprendió, y nada de eso me afectó. En absoluto.

Aunque los mensajes de odio que sí me sorprendieron fueron los que me acusaban de estar fingiéndolo todo. Dios que no existes, apiádate de mí, no veáis cómo me quemó esa mierda. Y soy plenamente consciente de que eso le puede parecer raro a la gente, molestarse porque alguien se piense que no eres un redneck. Pero no fue tanto una actitud defensiva a propósito de ser un redneck, como una actitud defensiva a propósito de ser cualquier otra cosa que no sea exactamente lo que soy.

A ver, soy un montón de cosas, y muchas no muy buenas. Pero lo que no soy es falso. Me enorgullezco de pertenecer al grupo de los que «lo-que-se-ve-es-lo-que-hay». Y por eso me mosquearon tanto esos comentarios. Y lo que más me sorprendió fue el hecho de que, en su mayor parte, procediesen de dos grupos de gente muy diferentes, diametralmente opuestos.



El primer grupo lo formaban vuestros estereotípicos rednecks paletos de mierda, e iban en plan: «Tú no eres redneck, ¡a ningún redneck le gustan los maricones!». Esa mierda. No me sorprendió. Qué les den por culo. Pero con el segundo grupo me quedé de piedra. Porque los del segundo grupo eran como... camareros ultraizquierdistas de Portland. Sí. Vamos, entendedme, no solo literalmente cafeteros pretenciosos de Oregón, sino ese tipo de persona. PandillaDeGilipollasDeSalón.com. Y la razón que tenían para no creerme era, básicamente: «Bueno, claramente esto no es auténtico. Vamos a ver, ningún redneck genuino maneja tanta información. Todo el mundo sabe que tal fenómeno no existe». El caso es que creían y coincidían con las opiniones y los puntos de vista de izquierdas que estaba dando en los vídeos. Pero precisamente por coincidir conmigo, no se creían que yo pudiera ser un retoño de la basura blanca de Tennessee. Esa gente es genuinamente incapaz de creerse que pueda existir nada parecido a un redneck bien informado y abierto de mente. Son dos cosas mutuamente exclusivas. Y a ver, peña... Eso no me gusta un pelo.

Periódicamente, gente de ese palo me pregunta: «¿Y por qué «redneck»? ¿De verdad eres un redneck? ¿No eres más bien un «buen chico»44, un «chico de campo» o algo por el estilo? Vale, eres del Sur, pero realmente no eres un redneck, eso sí que no... ¿no?». Hasta había veces en las que alguien, sin dirigirse a mí directamente, escribía algo así como: «Dice que es un redneck, pero yo prefiero pensar que es un caballero sureño». Mierdas así.

Pues no, joder. Ni hablar del peluquín. Esa gente no va a venir a decirme con qué tengo que identificarme. A lo largo de mi infancia jamás elegí pensar en mí mismo como un redneck. Simplemente lo era. Como casi toda la gente que conocía. Así que cuando pretendéis decirme que soy otra cosa, lo que más o menos estáis insinuando es que pensáis que ser un redneck es una elección. Y eso verdaderamente demuestra desconocimiento y falta de empatía por vuestra parte. Y realmente deberíais ser más abiertos de mente.

No voy a reclasificarme ni voy de repente a «confesar» que en realidad no soy un redneck. No les voy a dar esa satisfacción a esa gentuza. Esto no funciona así. Soy un pobrecillo trozo de mierda redneck con una madre basura blanca adicta a las pastillas, nacido en Celina, Tennessee. También amante de la gente, nada religioso, abierto de mente y con estudios superiores. Y si alguien no puede conciliar todo eso para que encaje en su propia narrativa, bueno, pues entonces ese es su problema, no el mío.

Aclarar las cosas

Aun cuando el término «redneck» se polarice, y a menudo se malinterprete, los tres autores hemos decidido adoptarlo para definirnos porque deseamos continuar lo que tantos otros intentaron hacer en los años setenta y ochenta del pasado siglo y redefinir culturalmente45 toda esta mierda. Además, ¿qué opción nos queda ahora que Trae se ha hecho famoso por un personaje que parece haber sido bautizado por un franco y honesto crío de ocho años? En realidad, nos gusta la palabra. Usamos la palabra.

Como muchos de nuestros jóvenes compañeros sureños, los tres cargamos a la espalda con resentimientos del tamaño del monte Stone. Pero a la mayoría de la gente puede que esos resentimientos les parezcan en buena medida injustos, sobre todo en los casos de Trae y Drew46. En sus respectivos hogares, nunca dudaron de ellos mientras crecían. Joder, al contrario. Profesores, padres, colegas, los ancianos respetados del pueblo, todos estaban bastante de acuerdo en que esos dos iban a llegar lejos, hijo. ¿Así que a cuento de qué esa actitud ahora? ¿A cuento de qué esas inquinas? Hay que ser un gilipollas de tomo y lomo para ir por la vida en plan: «Tío, toda esa gente que creía en mí y me motivó en mi juventud, toda esa gente que decía que jamás fracasaría y que llegaría a ser alguien, ¡voy a demostrárselo! Voy a demostrarles a todos ellos... la razón que tenían. Ja. Sí». ¿Qué cojones es eso? ¿A quién tienen que demostrar que se equivocaban?

Bueno, francamente, a casi todos los demás. Aquella gente que creía en nosotros también era sureña, y en su mayoría pobre. (Las zonas rurales pequeñas tienden a serlo). No se trata de ellos. Se trata de la gente de fuera. La gente que en cuanto oye nuestro acento se pone inmediatamente a hablar más despacio sin ni siquiera darse cuenta. Los que dan por sentado automáticamente que somos trogloditas racistas y fundamentalistas solo porque nos gusta el puto té dulce47. Por cierto, ya que ha salido el tema, ¿cómo no os puede gustar el té dulce? El té dulce es la hostia, ¡me cago en la puta!

Aclaremos algo: el humor redneck no nos ofende. Somos cómicos. Apoyamos que la gente se ría de todo Dios48, literalmente. Seguid con las coñas. No pasa nada. Pero lo que nos toca mucho los huevos es esa gente que nos ve por internet o que asiste a nuestros espectáculos y que luego, con completa sinceridad, va y nos suelta cosas como: «¡Oh, pero tú eres como un “unicornio”!» o «¿Sabes?, yo realmente no me creo que exista gente como tú». ¿En serio, tíos? Tened en cuenta, por cierto, que toda ese gente se autoproclama de izquierdas, gente que afirma aborrecer los prejuicios. Son abiertos de mente; no juzgan. Detestan el racismo y la homofobia. Saben que no hay nada peor que juzgar a una persona a causa de una característica superficial; a no ser que la persona hable con acento, por lo visto.

Son los mismos que suelen mirar el Sur por encima del hombro como un todo, soltando exclamaciones de desaprobación y fastidio por nuestra mentalidad retrógrada al tiempo que se muestran completamente ciegos ante el hecho de que el prejuicio hacia los blancos pobres del Sur sigue contando como prejuicio, a ver si os enteráis. No darse cuenta en serio de la hipocresía de izquierdista de palo que hay en todo eso nos resulta bastante sorprendente.

Así que ahí tenéis el motivo por el que queremos mostrarle a la gente un lado diferente de nuestra tierra natal: un lado que mucha gente, por lo que se ve, no tiene ni puta idea de que existe. Y para hacerlo, tenemos que llamar su atención. Y puede que nos equivoquemos en esto49, pero denominarse redneck de izquierdas es un forma cojonuda de llamar la atención de la gente.

Así que a ver... ¿nos estáis escuchando?

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10. En otras palabras, hasta que Trae ya se había hecho célebre por Internet con el nombre de «El Redneck de Izquierdas», el muy imbécil.

11 Esto del resentimiento y del aderezo ranchero bien merece una nota. Todo viene de la expresión «to have a chip on one’s shoulder», que ya aparece en textos del siglo XIX, cuya traducción literal sería «tener una astilla/viruta en el hombro», en este caso una patata frita, y significa guardarle rencor a alguien, sentirse agraviado por alguna injusticia, estar cabreado y buscar pelea. De ahí lo del aderezo ranchero de la patata/resentimiento, «ranch flavored», que es un condimento elaborado con suero de leche, sal, ajo, cebollas, mostaza, hierbas y especias sobre un fondo de mayonesa u otra emulsión de aceite (que a veces se sustituye por crema agria o yogur). Por lo visto es el aliño para ensaladas más vendido en Estados Unidos, la salsa favorita del 40% de los consumidores estadounidenses según una encuesta realizada en 2017. Se utiliza también mucho sobre patatas asadas y hay todo tipo de chips, patatas fritas, Lay’s, Ruffles, Doritos o Pringles, elige la que más te guste, con ese sabor. La expresión parece proceder de la antigua práctica de buscar pelea colocándote una astilla («chip of wood») en el hombro y retar al contrincante a que te la quite, si tiene huevos. Aparece ya como una expresión habitual en Schoolhouse Hill (1898), el segundo manuscrito de lo que acabaría siendo El forastero tranquilo, la novela póstuma de Mark Twain, cuando Tom Sawyer dice: «Si quieres bulla, y no puedes esperar al recreo, que es lo habitual, lánzate ya como tiene que ser, ponte una astilla en el hombro y desafíale a que te la quite».

12 Cómico de Atlanta, ganador de un Grammy, conocido sobre todo por sus chistes sobre rednecks que empiezan diciendo: «Puede que seas un redneck si...». Junto a los cómicos Larry el Tipo del Cable, Bill Engball y Ron White, es miembro del Blue Collar Comedy Tour. Entre sus libros destacan varios diccionarios de terminología redneck.

13 Jefferson Finis Davis (1808-1889) político estadounidense. Fue el único presidente de los estados confederados desde 1861 hasta 1865.

14. «Off top» es como se dice «antes que nada» en el rap. Nos gusta el rap. Súbete a bordo.

15. «Throw Some Shade on That Bitch», [«Proyecta un poco de sombra sobre esa desgraciada»] es también el título de nuestra canción favorita de 2 Chainz. Bueno, en realidad no es cierto. Nuestra favorita es «I Luv Dem Strippers» [«Me chiflan las estríperes»].

16. Una tradición que muchos de nuestros hermanos siguen con fervor y orgullo hasta la fecha.

17 Acrónimo de «White, Anglo-Saxon and Protestant», [«blanco, anglosajón y protestante»].

18 Las susodichas galletas suelen venir ahora en fundas [«sleeves»] de plástico, pero «sleeves» son también las mangas de las camisas y los rednecks son muy de camisas sin mangas, así que lo de «crackers» ya ni por esas.

19 Referencia a la frase «He got a mighty purdy mouth» [«Tiene una boca realmente bonita, ¿eh?»] que le suelta el desdentado al de los dientes podridos cuando se disponen a violar a Jon Voight en la adaptación cinematográfica que hizo John Boorman de la novela de James Dickey Deliverance.

20. Así es. El Rednecknacimiento.

21. No es cierto, pero la película8 Millas, con Eminen en el papel de Jimmy «B-Rabbit» Smith, mola mucho, así que a tomar por culo.

22. Y si no también. Nos la suda; es nuestro libro.

23. Estamos seguros de que esos libros no estaban mal.

24. «Freebird» es nuestra Capilla Sixtina.

25 Después de consultarlo con nuestro querido Ignatius Farray, el auténtico Rey de la Comedia, hemos decidido mantener el término en inglés porque ya, más o menos, es de sobra conocido y bastante utilizado; además, la traducción más asentada sería la de «Monólogos cómicos» que, coincidimos con él, gracias sobre todo a despropósitos como el Club de la Comedia, da bastante grimilla.

26 Director de cine estadounidense conocido por sus películas de acción de gran presupuesto con bien de efectos especiales y bien de explosiones. Se ve que se la pone dura hacer estallar cosas. Entre otras lindezas, es culpable de cosas como Armageddon (1998), Pearl Harbor (2001) o la franquicia de Transformers. Ha ganado un premio Razzie al peor director del año, pero tiene un jet Gulfstream G550 de cincuenta millones de dólares, un Bentley, un Range Rover, un Escalade, un Ferrari, un Lamborghini y dos Camaros, así que nos saluda al pasar con una inmensa sonrisa.

27 Ley discriminatoria y transfóbica, también conocida como la «Ley de los baños», que obliga a hombres y mujeres a ir a los baños públicos que les corresponden según su sexo biológico.

28. Sabemos perfectamente cómo es la puta expresión («incapaces de hacer nada bueno»). ¿Es que no sabéis lo que es el matiz? Joder.

29. Es decir, Hollywood.

30. El puto Voldemort de los latiguillos cómicos.

31 Podría traducirse como «Dale duro» o «remátalo». Expresión de lo más redneck que significa seguir adelante y concluir la tarea que sea (a menudo sexual). Muestra apoyo, ánimo y respeto.

32. O en este caso, la perca atruchada.

33 En inglés, la forma utilizada es «jumped the shark» [«saltó el tiburón»]. Esta expresión peyorativa se refiere al momento en que algo que en su día fue muy popular y que ahora está de capa caída, hace un infructuoso intento para volver a saltar a la palestra y partir la pana, aunque, por lo general, lo único que se consigue con tales trucos para mantener el interés del respetable es abundar en su irrelevancia. Se utiliza sobre todo en relación a series de televisión y otras formas de entretenimiento. La frase parece haber derivado de una secuencia de la quinta temporada de la sitcom de los años setenta Happy Days, en la que uno de los protagonistas salta por encima de un tiburón mientras practica esquí acuático, hecho que situó a la serie de repente, y de un modo totalmente absurdo, fuera de su historia original. En la nota correspondiente, los autores no dudan en cambiar el tiburón por una perca atruchada, dado que es el pez estatal de Georgia, Mississippi, Florida y Alabama, el pez redneck por antonomasia.

34. En serio, amamos a Foxworthy.

35. El Blue Collar Comedy Tour lo formaban Foxworthy, Larry el Tipo del Cable y Ron White. El cuarto miembro del espectáculo era el cómico texano Bill Engvall, también conocido como «el Wayne Newton de los chistes sobre carteles». [Wayne Newton es, nada más y nada menos, el celebérrimo Mr. Vegas, con sus más de 30.000 actuaciones en solitario entreteniendo a los ludópatas de Las Vegas. Y lo de los chistes sobre carteles procede del latiguillo que utiliza Bill Engvall en sus actuaciones, «Here’s your sign» [«Ahí tienes tu cartel», o mejor aún: «Ahí lo llevas»]; la teoría del humorista texano es que la gente estúpida tendría que llevar un cartel que advirtiese de su estupidez para así evitar contratiempos. Muchos de sus chistes siguen esa fórmula: alguien plantea una pregunta estúpida y el otro le responde sarcásticamente, rematando la respuesta con el consabido latiguillo].

36 National Association For Stock Car Auto Racing [Asociación Nacional de Carreras de Automóviles de Serie].

37 Electronic Benefit Transfer, tarjeta de crédito de la beneficencia que te permite pagar al mes un promedio de 125 dólares en comida y bebidas no alcohólicas.

38. Suena a atracción de parque temático para hipsters.

39 En este caso roja de «redneck» [«cogote rojo»], no de izquierdista o progresista, aunque pudiera muy bien serlo, de hecho sería lo más natural, clase obrera pura y dura, que es la tesis que defienden los autores del libro. En lo sucesivo, cada vez que en el libro aparezca el término «rojo» entrecomillado es con este sentido de «paleto sureño».

40 Juega con el término «hillbilly», pero cambiando la «colina» [«hill»] por una «pastilla» [«pill»], anfetamina, por lo general. Vamos, que la mamá de Trae es una yonqui en toda regla.

41. Qué coño, sobre todo si es una «pillbilly». La mamá de Trae ha estado en prisión. Y te meterá una paliza que no olvidarás en tu puta vida.

42 Autódromo ubicado en Daytona Beach, Florida, en el que, entre otras, se celebra la Daytona 500, la carrera más prestigiosa de NASCAR.

43 En fútbol americano, alineación defensiva con cinco backs defensivos, también conocida como 4-2-5 o 3-3-5. Fue una innovación ideada por Jerry Williams, entrenador de los Philadelphia Eagles en 1960.

44 «Good ol’ boy», término del argot estadounidense para referirse a los buenos chicos del Sur rural. Si estáis a lo que hay que estar, ya estaréis tarareando el tema principal de la serie de televisión The Dukes of Hazzard, de Waylon Jennings: «Just the good ol’ boys / Never meanin’ no harm / Beats all you never saw / Been in trouble with the law / Since the day they was born».

45. Como veis, también somos unos rednecks pretenciosos. Permaneced a bordo.

46. A Corey, principalmente, siempre le ha ido la juerga.

47 Es una clase muy popular de té helado, elemento básico de la cocina sureña estadounidense. Suele utilizarse como indicador infalible para determinar si cierta zona puede o no considerarse sureña: si en los restaurantes o bares no te lo sirven según entras, no estás en el Sur. Punto pelota. La receta parece haber aparecido originalmente en 1879, en un libro de cocina titulado Housekeeping in Old Virginia, de la autora virginiana Marion Cabell Tyree.

48. Incluso de los amputados. Sí.

49. Por favor, no dejéis que nos equivoquemos.

El manifiesto redneck rojo

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