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Introducción

Decir sí significa que harás algo nuevo, conocerás a alguien y harás una diferencia en tu vida y en la de los demás... “Sí” es una pequeña palabra que puede conseguir grandes cosas. Dila con frecuencia.

~ERIC SCHMIDT, EXDIRECTOR GENERAL DE GOOGLE

Caldo de pollo para el alma celebra este año su veinticinco aniversario. Representa mucho tiempo para una colección de libros, pero lo bueno de nuestro modelo —consistente en obtener relatos del público en general— es que siempre nos mantiene frescos y relevantes. ¿Y qué es lo fresco y relevante ahora? Decir “sí” a lo nuevo y salir de nuestra zona de confort.

Hemos recibido tantas historias sobre este tema que ya compilamos un libro con ellas —Caldo de pollo para el alma: sal de tu zona de confort, en el otoño de 2017—, y ahora presentamos Caldo de pollo para el alma: el poder del ¡sí! En este volumen, nuestros colaboradores hablan de las diferentes maneras en que se retaron a enfrentar sus temores y vivir algo nuevo. Nos explican que eso los cambió y los llevó a probar más cosas nuevas y a una vida más rica y significativa.

Estos autores me han servido de inspiración y sus impresionantes narraciones me han motivado a seguir esforzándome, sea en algo tan trivial como probar un platillo desconocido o tan impactante como lanzarse en un parapente desde un acantilado de trescientos metros. Cada vez que pruebo algo nuevo me siento empoderada y más sintonizada con el mundo que me rodea.

Ya sea que busques el amor o una carrera diferente, vencer la timidez o una fobia, darle chispa a tu vida con un nuevo deporte o hacer amigos, viajar solo o subirte a una espeluznante montaña rusa, en este libro hallarás algunas almas gemelas. Echa una mirada a los títulos de los capítulos, con sus positivos mensajes y excelentes consejos, para que te hagas una idea del viaje que estás a punto de emprender:

1 Prueba cosas nuevas

2 Abraza el cambio

3 Arriésgate a salir de ti

4 Finge hasta que lo domines

5 Hazlo aunque tengas miedo

6 Cree en ti

7 Atrévete

8 Renuévate

9 Pon de tu parte

10 Busca la aventura

11 Date permiso de confiar

En el capítulo 1, sobre probar cosas nuevas, te encontrarás con la historia de Victoria Otto Franzese, quien cuando cumplió cincuenta años deseó reclamar la emoción de su juventud. Así, decidió que haría algo nuevo cada día durante los trescientos sesenta y cinco que conforman un año. No siempre le fue fácil conseguirlo, y a veces se devanaba los sesos a las 11:45 de la noche en busca de hacer algo nuevo en esa fecha. Pero lo hallaba, y probaba actividades tan sencillas como resolver un sudoku o tan complicadas como viajar en un trineo tirado por perros. Incluso participó en un evento de los récords mundiales Guinness y se sumó a una multitud que saltó sobre pequeños trampolines elásticos. Dice ella misma: “A los cincuenta años, mi vida era exuberante y estaba llena de promesas. Yo podía continuar creciendo, desplegar las alas y aprender más cada día”.

En ocasiones nos resistimos al cambio porque tememos ser mejores, más fuertes, más famosos o más lo que sea. En el capítulo 2, sobre abrazar el cambio, Sara Etgen-Baker retrata el antiguo “escritorio de secretaria” donde escribía. Era tan pequeño que cuando debía consultar libros y expedientes tenía que esparcirlos en el suelo. Una vez que se mudaron a una casa más amplia, su esposo le sugirió que comprara un escritorio más grande; pensaba que el suyo restringía su carrera como autora. Ella se resistía hasta que comprendió que él estaba en lo cierto. Temía lanzarse, enriquecer sus textos. Ordenó entonces un escritorio nuevo, que “simbolizaba proyectos más grandes, mayores posibilidades, concursos más desafiantes, dar un paso de fe y dejar mi zona de confort”.

A veces es necesario que salgas de tu caparazón y te atrevas a hacer contacto con otros seres humanos, como dice Kate Lemery en el capítulo 3. Con tres hijos de menos de cinco años y una casa nueva en una comunidad distinta, ella era un ama de casa muy ocupada. Pero estaba sola. Así pues, resolvió representar a los padres de familia del grupo de preescolar de su hijo mayor, a quien inscribió también en un equipo de futbol. Aun así no hacía amigos en su nueva ciudad. Una vieja amiga le sugirió que organizara una fiesta para las mamás que no conocía. Tras dudarlo un poco, Kate envió las invitaciones; a estas alturas ya ha ofrecido varias “fiestas de mamás” y se considera el “pegamento” que mantiene unidas a las madres de su comunidad.

En el capítulo 8, donde nos ocuparemos de nuestra capacidad de renovación, me encantó la historia de Doug Sletten. Doug tenía una familia y un buen trabajo como maestro. Aunque había pagado su beca de estudiante y comprado junto con su esposa su primera casa, siempre había querido ser abogado. Por fin habló de su sueño secreto con su padre, quien solía ser serio y conservador, y lamentó que cuando terminara sus estudios sería mayor de treinta años. Su padre le preguntó: “¿Qué edad tendrías dentro de cuatro años si no siguieras tu sueño?”. Eso fue todo. Con el apoyo de su esposa, Doug procedió a pasar los que llamó “los tres años más agotadores de mi vida”. Dice: “Practiqué derecho veinticinco años y nunca dejé de agradecer que mi padre y mi familia hayan apoyado mi decisión de cambiar de vida y probar algo totalmente distinto”.

De eso se trata: de probar cosas nuevas aun si nos aterran. El capítulo 5, dedicado al tema “Hazlo aunque tengas miedo”, incluye un relato de Linda Holland Rathkopf con el que nos identificaremos fácilmente. Su saga comenzó cuando detrás de ella se formó una larga fila en una plataforma para hacer tirolesa. El encargado acababa de indicarle que debía dar ocho vueltas más de una plataforma a otra para completar su aventura en la tirolesa; ésa era la única forma en que podía regresar al punto de partida. Linda, en cambio, quería concertar un “rescate”. Al cabo cedió y descubrió que cada vuelta reducía su ansiedad y le permitía extasiarse con la hermosa flora y fauna de la selva costarricense. Dice: “Salí de mi zona de confort y entré en el país de las maravillas”. Y admite que al final de su aventura se sintió “eufórica”.

Abrí esta introducción con una espléndida cita de Eric Schmidt. En ella advierte que “sí” es una palabra pequeña pero poderosa. Espero que este nuevo volumen de relatos seleccionados para ti te dé grandes ideas. ¡Es probable que antes de que termines de leerlo hayas hecho una lista de diez cosas nuevas por probar! Cuéntame cómo utilizaste el poder del sí y envía un correo a amy@chickensoupforthesoul.com. ¡Gracias por ser uno de nuestros lectores!

~Amy Newmark

Caldo de pollo para el alma. El poder del SÍ

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