Читать книгу María Luisa, Leyenda Histórica - Andrés Portillo - Страница 8
V.
ОглавлениеEn la puerta del convento se había detenido una litera, de la que saltó con violencia un joven alto y moreno, de cabellera negra y agradable apostura, vestido con bata de indiana color de paja y cubierto por un sombrero de ancha falda.
Aun estaba despidiéndose de los conductores de la litera cuando se vió en los brazos del Padre que lo saludó con la franqueza y el cariño de un antiguo amigo é inmediatamente lo condujo al refectorio.
D. Carlos Félix de Miranda, era un rico propietario mexicano, abogado notable y además Ministro de la Corte de Justicia de la Nación. Las líneas aristocráticas de su rostro, su tez morena y sus grandes ojos negros presentaban el tipo de esa raza belicosa, noble y bella, formada en México por la unión de la sangre azteca y española, cuyos hijos bien pudieran llamarse los árabes de América.
Aquel joven magistrado había conocido á Oaxaca en el año anterior y prendado de su cielo y de su clima, ofreció al Padre José volver pronto á establecerse no lejos de la ciudad en una finca del valle; al efecto, habíale remitido con anticipación varias cantidades de dinero.