Читать книгу El cuerpo lleva la cuenta - Бессел ван дер Колк - Страница 39

EL CRONOMETRADOR SE SATURA

Оглавление

Stan y Ute se habían vuelto hipersensibles e irritables después del accidente, lo cual sugería que su corteza prefrontal estaba luchando para mantener el control en las situaciones de estrés. El flashback de Stan precipitó una reacción más extrema.

Las dos áreas en blanco de la parte frontal del cerebro (en la parte superior de la imagen) son la corteza prefrontal dorsolateral derecha e izquierda. Cuando estas áreas se desactivan, la gente pierde la percepción del tiempo y permanece atrapada en el momento, sin una percepción del pasado, del presente o del futuro.16

Dos sistemas cerebrales son importantes para el procesamiento mental del trauma: los relacionados con la intensidad emocional y con el contexto. La intensidad emocional se define por la alarma de incendios, la amígdala, y su contrapeso, la torre de vigilancia, la corteza prefrontal medial. El contexto y el significado de una experiencia se determinan por el sistema que incluye la corteza prefrontal dorsolateral (CPFDL) y el hipocampo. La CPFDL está situada en el lateral del cerebro frontal, mientras que la CPFM se encuentra en el centro. Las estructuras que se encuentran en la línea central del cerebro se dedican a nuestra experiencia interior relativa a nosotros mismos, y las laterales tienen que ver con nuestra relación con lo que nos rodea.

La CPFDL nos indica cuánta de nuestra experiencia actual está relacionada con el pasado y cómo puede afectar al futuro (es como si fuera el cronometrador del cerebro). Saber que sea lo que sea lo que esté sucediendo tiene un final y que tarde o temprano llegará a su fin hace que la mayoría de las experiencias sean tolerables. Lo contrario también es cierto: las situaciones se vuelven intolerables cuando parecen interminables. La mayoría sabemos a partir de experiencias personales tristes que una pena terrible suele ir acompañada de la sensación de que ese estado de desdicha durará para siempre, y que nunca superaremos nuestra pérdida. El trauma es la experiencia máxima de esa sensación de que «esto durará para siempre».


Imagen de un flashback con RMf. Observe cómo aparece mucha más actividad en el lado derecho que en el lado izquierdo.

El escáner de Stan revela por qué la gente solo puede superar un trauma cuando las estructuras cerebrales que quedaron fuera de combate durante la experiencia original (esa es la razón por la que el acontecimiento se registró en el cerebro como trauma en primer lugar) están de nuevo conectadas. En la terapia, el pasado debe revisarse cuando las personas están, biológicamente hablando, firmemente arraigadas en el presente y sintiéndose plenamente tranquilas, seguras y con los pies en el suelo («con los pies en el suelo» significa que notamos el trasero cuando nos sentamos, vemos la luz que entra por la ventana, sentimos la tensión en las pantorrillas y escuchamos el viento moviendo las hojas de los árboles). Estar anclado en el presente mientras se revisita el trauma abre la posibilidad de saber profundamente que esos acontecimientos terribles pertenecen al pasado. Para que eso suceda, la torre de vigilancia, el cocinero y el cronometrador del cerebro deben estar conectados. La terapia no funcionará mientras las personas sigan viéndose arrastradas hacia el pasado.

El cuerpo lleva la cuenta

Подняться наверх