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¿QUÉ ES UN ENFOQUE INTEGRAL?

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Pretender abordar en forma acabada lo que es la mirada integral en nuestra época constituiría una tarea que excede por completo el proyecto de este libro. Por lo tanto, sólo dedicaré aquí un pequeño espacio a la reflexión acerca de cuándo un modelo puede ser considerado efectivamente integral. Quienes se interesen en este tema pueden consultar, entre otros, los aportes de Ken Wilber, así como los de sus críticos7.

Nuestra principal dedicación al concebir este modelo ha estado dirigida a aportar una mirada auténticamente integral a todo proceso de desarrollo humano en el que podamos intervenir. Por lo tanto, considero oportuno, desde el comienzo de este trabajo, establecer la diferencia entre este enfoque y todo modelo que conciba la integralidad como una mera colección de técnicas o métodos, por el solo hecho de que cada uno de ellos aborda un aspecto de la realidad que nos parece importante.

Existe un acuerdo bastante generalizado en el ámbito del desarrollo humano, el coaching y la psicoterapia acerca de que todo modelo que procure ser efectivo a la hora de buscar una transformación debe contemplar, como mínimo, la dimensión corporal, la emocionalidad, el lenguaje hablado, lo cognitivo, lo social y alguna forma de abordar la necesidad de trascendencia.

Sin embargo, una comprensión superficial del tema de la integralidad puede llevarnos a creer que basta con tomar de distintos lugares una metodología lingüística, otra corporal, otra emocional y alguna mirada espiritual para con eso construir un abordaje integral.

La situación es mucho más profunda y compleja. Para comprender esta problemática es preciso diferenciar dos concepciones de integralidad que a mi juicio terminan, paradójicamente, siendo parciales. Podríamos llamarlas la integralidad vertical y la integralidad horizontal.

La integralidad vertical es característica del pensamiento new age, y establece la típica integración jerárquica: cuerpo, mente y espíritu. Desde esta mirada, un enfoque integral debe considerar estas tres dimensiones escalonadas.

La integralidad horizontal se basa en la amplitud, en lo ancho, y es característica del pensamiento sistémico (que no se ocupa de las profundidades). Concibe que un enfoque integral debe ser abarcativo, abrazador, inclusivo, pero se refiere únicamente a las variables que se dan en el plano material-energético de la existencia: la familia, la sociedad, el ecosistema, etc.

La integralidad que aquí concibo, inspirada profundamente por el pensamiento de Wilber, es una integralidad que podríamos llamar (como mínimo) pentadimensional8, en cuanto abraza por igual la amplitud, la altitud y la profundidad, en el gran marco de la evolución de la consciencia, tanto en el tiempo como en el eterno ahora.

La característica fundamental de esta forma de entender la integralidad, es que trasciende la idea de que basta con juntar técnicas o aun métodos diversos para crear un modelo integral.

La integralidad así entendida no depende de cuántas metodologías o ámbitos de la realidad pretendamos abarcar (“cuantos más ámbitos y dimensiones mejor”), sino de la coherencia interna del modelo que construyamos y de que sus metodologías estén profundamente integradas entre sí, respondiendo a una mirada abarcativa, profunda, sistemática y coherente de la naturaleza humana.

Para que un conjunto de métodos y técnicas sea realmente efectivo no basta con que tome en cuenta todas las dimensiones de lo humano. Es preciso también que lo haga desde un núcleo conceptual ojalá único, y si no, por lo menos, de diversos marcos que sean realmente factibles de ser integrados en una síntesis coherente.

Hablar de integralidad implica hablar de poder. Siempre que intentemos iniciar un proceso de transformación en ámbitos en los que esto pueda resultar complejo, es fundamental tener presente que un enfoque que puede entrar en la situación por muchas puertas y comprender mayor cantidad de variables tiene muchas más posibilidades de éxito que un modelo parcial, que sólo aborde un ámbito de la problemática y se despliegue con un solo tipo de metodologías y técnicas. Pero ocurre que cuando simplemente juntamos metodologías sin preocuparnos por observar en qué modelos del ser humano, en qué filosofías y en qué epistemologías se basan, en lugar de ofrecer un trabajo integral, estamos brindando simplemente una reunión inconexa de aportes, que pueden incluso terminar siendo contradictorios y, por lo tanto, perjudiciales para las personas que confían en nosotros. En este punto no podemos ser simplistas e ingenuamente “empíricos”. Yuxtaponer una metodología que proviene de una cosmovisión mítica con otra que lo hace desde una mirada posmoderna, por sólo citar un ejemplo de posibles combinaciones, terminará produciendo una disonancia cognoscitiva y generando contradicciones, tanto en la práctica como en la autocomprensión que los protagonistas del proceso de transformación puedan alcanzar. Construir un modelo de Desarrollo Humano, Coaching y Psicoterapia Integrales requiere mucho más que una mezcla.

Como se aprecia en las Figuras 1 y 8, el Modelo de las Interacciones Primordiales constituye un intento de respuesta a este difícil desafío, pues aporta un conjunto de métodos que provienen todos de un marco conceptual único, lo que torna la aplicación empírica de cada uno mucho más profunda, efectiva y coherente.

Este libro contiene precisamente ese núcleo conceptual, a partir del cual se han desarrollado los métodos que he descrito en los libros siguientes: Danza Primal, Comunicación Primordial y Meditación Primordial, cada uno de los cuales se enfoca, respectivamente, en el trabajo corporal energético, en el trabajo lingüístico cognitivo y en la práctica contemplativa. En la Figura 1 podemos apreciar un cuadro sinóptico que incluye todos los ámbitos de la experiencia humana, todos los tipos de trabajo necesarios para abordarlos, los 3 métodos y las 3 disciplinas que hemos desarrollado para ello.

Estas metodologías se han nutrido en su concepción con los aportes de grandes sistemas y autores, con los que mantiene una eterna deuda9. Pero de ninguna manera constituye una mera suma de todos ellos, sino una integración que los incluye y los honra profundamente en un enfoque diferente, novedoso y dotado de coherencia interna.

Los métodos del Modelo de las Interacciones Primordiales son la Lingüística, el Movimiento y la Meditación Primordiales. La aplicación integrada de estas metodologías despliega el poder del trabajo corporal-emocional-energético, las conversaciones y la meditación en los procesos de transformación personal, interpersonal, organizacional y comunitaria.

Veamos una breve descripción de las tres, que luego se describen con más detalle en el Apéndice 1.

La Lingüística Primordial constituye una integración de la psiconeuroinmunoendocrinología, el estudio del lenguaje y el trabajo cognitivo. Brinda la posibilidad de trabajar directamente sobre nuestros paradigmas y modelos de pensamiento, a través de la relación entre nuestros diálogos internos e interpersonales, nuestra bioquímica y nuestra relación con los otros. Trabaja sobre la forma en que la palabra determina los estados corporal-emocionales, las relaciones interpersonales y viceversa.

Se ha demostrado repetidamente que nuestros diálogos internos e interpersonales afectan directamente nuestra salud celular, nuestro estado mental, nuestros vínculos y, por ende, la salud de todo grupo humano, desde familias hasta organizaciones. La capacidad de desarrollar diálogos sabios, comprensivos y afectuosos con nosotros mismos y con los demás constituye una fuente de salud física, emocional y vincular, así como la clave del éxito profesional y organizacional. La Lingüística Primordial opera sobre el núcleo biopsicolingüístico que determina nuestra salud físico-emocional, la de nuestras relaciones interpersonales y el éxito en nuestras carreras profesionales.

Simultáneamente brinda un abordaje lingüístico que procura detectar y esclarecer los patrones manipulativos de nuestra comunicación interna y con otros, a fin de que nuestro hablar se torne transparente, genuino y poderosamente efectivo. Esto es lo que denominamos “hablar desde el cuerpo”, como opuesto a hablar desde una mente disociada, desconectada de la emoción y sin presencia. De este modo, se favorece el encuentro profundo entre los seres humanos aun en los ámbitos que suelen ser más despersonalizantes10.

El trabajo con la Lingüística Primordial se centra en los siguientes objetivos fundamentales:

– Desarrollar modalidades de comunicación intrapersonal que generen estados internos de equilibrio, armonía y salud psicofísica.

– Integrar lenguaje-pensamiento y corporalidad-energía-emocionalidad.

– Comprender y desarticular todas las formas de manipulación verbal que caracterizan la forma de comunicación entre las personas no integradas, afectando sensiblemente la capacidad de encuentro interpersonal y efectividad en las tareas compartidas.

– Favorecer las formas de comunicación auténticas, que propician el encuentro humano y el desarrollo de organizaciones efectivas.

– Detectar, comprender y deconstruir los sistemas de interpretaciones, juicios, creencias y mapas mentales disfuncionales que restringen nuestras posibilidades de desarrollo.

– Fortalecer los sistemas de interpretaciones, juicios y creencias motivantes y expansivos, que viabilizan el pleno desarrollo de las personas y los grupos humanos.

El Movimiento Primordial es un sistema de trabajo corporal-energético-emocional que permite trabajar con nuestra corporalidad, estado emocional, afectividad y creatividad, activando la energía vital, el sistema neuroinmunoendocrino y la capacidad de encuentro con los otros. Constituye un profundo método de liberación y expresión corporal-energético-emocional mediante la reivindicación de la motricidad natural y de las expresiones emocionales, recuperando el cuerpo original, sensible y libre que todos recibimos al nacer.

Movimiento Primordial consiste en un método que nos permite recuperar nuestras posturas, movimientos, gestos y patrones respiratorios primigenios, poniendo a nuestra disposición profundas energías universales que hemos olvidado en los procesos de socialización disfuncionales.

La Meditación Primordial es una disciplina de trabajo respiratorio, relajación y aquietamiento mental. Permite trabajar con nuestro estado vibracional y la conexión con la totalidad de la vida. No incluye ningún contenido de tipo religioso, sino un simple método para alcanzar descanso, paz interior y conexión con la vida, basado en un contacto profundo con la sabiduría ancestral de nuestro organismo.

La Meditación Primordial permite el acceso a una profunda experiencia de arraigo, relajación, descanso y expansión de la conciencia en el presente continuo de la corporalidad energética, vibracional y trascendente.

Permite, además, una comprensión profunda y trascendente de las experiencias cotidianas y de los descubrimiento alcanzados en los procesos de crecimiento personal, coaching y psicoterapia.

La práctica contemplativa no sólo brinda resultados vinculados con la trascendencia en términos estrictamente espirituales. Es también fundamental en los temas psicológico-existenciales.

Meditar permite desplegar la capacidad de objetivar los propios procesos mentales, de manera que, en lugar de funcionar a través de patrones inconscientes, podemos, mediante ejercicios específicos, convertir estos patrones en objetos de nuestra percepción, y de este modo tomar distancia y desidentificarnos de ellos. Los seres humanos contemplamos la “realidad” a través de nuestros sistemas de interpretaciones, juicios y creencias11, muchas veces determinados por nuestros patrones emocionales inconscientes; pero raras veces y en condiciones muy especiales sólo nos dedicamos a contemplar estos patrones, a autoobservar nuestros sistemas de interpretación. Es decir que nuestros patrones de percepción e interpretación nos resultan transparentes, vemos a través de ellos, pero no los vemos a ellos. Durante la meditación, estos patrones comienzan a tornarse visibles para nosotros.

Estas metodologías son llevadas a la práctica mediante tres disciplinas auténticamente integrales que han sido diferenciadas para favorecer su aplicación en distintos ámbitos: el Coaching Primordial, para ser implementado con personas sanas y en organizaciones; la Psicoterapia Primordial12, para ser aplicada en el ámbito de la clínica por parte de profesionales de la salud (quienes obviamente también pueden trabajar con personas sanas que buscan su propio desarrollo); y la Danza Primal, que permite trabajar con grandes grupos mediante un trabajo corporal-energético-vivencial. Estas tres disciplinas son también descritas en el Apéndice 1.

La integración de estas tres metodologías en tres disciplinas que llegan a distintos ámbitos posibilita el despliegue de profundos procesos de crecimiento y transformación personal, grupal y organizacional.

Lejos entonces de sólo presentar un mero modelo psicológico, este libro nos invita empíricamente a un retorno al cuerpo vivido, a la naturaleza sentida, a los vínculos, las emociones, la pasión, la intensidad de la vida aquí y ahora. Seremos invitados a recuperar el contacto con el latido de nuestro corazón, el ritmo de nuestra respiración, nuestros sentidos, los ciclos de la naturaleza, la piel, los aromas, los sabores, las tonalidades de la luz, el encanto de la música y la libertad de la danza. Recordaremos la maravilla de perdernos en el infinito de una noche estrellada, en la seducción del mar, en la magia del abrazo con el ser amado, en la risa de los niños, en los misterios insondables de la existencia y, por último, en el inefable y fecundo vacío cósmico, del que todo proviene y al que todo retorna. Y recordaremos una y otra vez que, a lo largo de todo este camino por la vida, encontraremos siempre una constante que, enhebrándose día tras día, le va dando sentido a todos los pesares y a todas las alegrías: el encuentro con el otro, la reunión en el amor y, como consecuencia directa, el servicio.

Sin embargo, un estudio y un camino hacia todas estas maravillas que nos depara la vida serían incompletos y absolutamente inefectivos si no pudiéramos, al mismo tiempo, contemplar la oscuridad y el dolor de la existencia, así como nuestra propia sombra. En ningún otro lugar se manifiesta con más claridad el aspecto sombrío de la naturaleza humana que en la estructura de nuestras sociedades y en nuestra relación con el medio ambiente. Si no queremos que este modelo de trabajo empírico y vivencial se convierta en otro juego new age para burgueses sino, por el contrario, en una auténtica herramienta de transformación interna e interpersonal, es preciso que nuestra mirada incluya también la dimensión social. Ahora bien, frente a la gravísima crisis socioeconómico-política que recorre nuestro planeta y a la imperiosa necesidad de soluciones materiales ante el avance del hambre, las enfermedades, la violencia, la injusticia, la corrupción y el desequilibrio ecológico, ¿son legítimos los estudios sobre la consciencia?

El vínculo primordial

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