Читать книгу El deseo prohibido de Doug - Darlis Stefany - Страница 10

Оглавление

Capítulo III

18 de septiembre, 2012.

—¿Cómo es que Doug irá con nosotras? —es lo primero que pregunta Katherine una vez estamos en mi habitación.

—Si no aceptaba que viniera él no iba a darme las entradas.

—¿Por qué él querría ir?

—Es su amigo, Kathe, Ashton ha acudido a conciertos de BG.5 —ruedo mis ojos mientras me acuesto en mi cómoda cama—, además, hará de niñera.

—¿Las chicas de nuestra edad tienen niñeras?

—Él solo quiere molestar como siempre, puede resultar un dolor en el trasero.

Katherine me ve fijamente como si estuviera planteándose algo. Luego se acuesta a mi lado mientras suspira.

—Ahora tengo miedo de ser rechazada.

—No, no, no, Katherine Lanesse Stuart Blair, fuiste tú quien me hizo recurrir a Doug por un favor, tolerar sus bromas y organizar todo esto, no puedes acobardarte ahora, dijiste que Ashton lo valía.

—Lo vale, pero está en mí ser tímida y reservada Hil, seguramente babearé y mis piernas temblarán en cuanto lo vea. O quizás me invadan recuerdos de nosotros juntos y me quede toda ruborizada y callada.

—Estoy segura que sabrás qué decir.

—¿Qué eres?, ¿mi persona de motivación?

—Soy la amiga que de ninguna manera te dejará retroceder cuando me he involucrado en este plan.

Nos mantenemos en silencio escuchando las voces de mis padres en el piso de abajo mientras un rock clásico suena, apuesto que están siendo cursis y bailando, recordando cuando eran jóvenes y se enamoraron, así de cursis son.

—Aunque, ¿cómo se supone que seas toda seductora y amorosa con Ashton sí Doug estará presente? Porque Kathe, si él te ve querer reconquistar a Ashton será todo bromista y te lo recordará por el resto de tu vida.

—Bueno… ¿Tú vas a quedarte con él, no?

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque puede que tenga muy buena intención de cuidarme, pero a quien está protegiendo es a ti.

—No, no me gusta estar alrededor de Doug.

—Porque te gusta y te vuelve loca.

—Exacto, por esas mismas razones lo quiero lejos, muy lejos…

—O muy cerca, muy, muy cerca.

—Tengo muchas ganas de llamarte perra.

—Bueno, prácticamente ya me has llamado de ese modo, lo cual es tu segunda mala palabra de la semana.

—Púdrete.

—¿Es eso un sí para quedarte con Doug?

—Eso es un «me debes mucho».

• • •

22 de septiembre, 2012.

No puedo creer que tengo a Josh frente a mi casa con un ramo de rosas rojas, no me lo puedo creer. Ni siquiera sé cómo consiguió mi dirección.

Me gustan las rosas, especialmente las blancas, pero estoy sorprendida de que él las sostenga frente a mí. Mamá, que fue la que abrió la puerta, se hace la desentendida mientras camina hacia el piso de arriba dejando en esta situación extraña.

—¿Vas a tomarlas? —me pregunta con una sonrisa.

—Oh, claro, muchas gracias —las sostengo contra mí mientras busco qué decir—, pasa.

Él respira hondo como si estuviera realmente aliviado de mi reacción, supongo que estaba esperando que cerrara la puerta en su cara, pero eso significa que no me conoce realmente, porque eso no suena como yo.

Muy pocas veces he resultado ser agresiva, la última vez que lo hice fue hace un par de meses hacia la estilista zorra de Lisie y estoy segura que seré agresiva con ella hasta que sea despedida, tan sencillo como que ella debe estar lejos de Dexter.

—¿Quieres algo de tomar?

—No, solo quiero disculparme, tienes razón, actúe como un completo idiota al reducir la conversación a tus hermanos y la banda cuando tenía a una hermosa chica pendiente de mí, supongo que me intimidé un poco.

—¿Cómo es que te intimidaste?

—¿Te has visto en un espejo Hilary? Eres increíblemente hermosa, inteligente y divertida, además tienes algo que uno no puede ignorar, es evidente que todo eso intimida a los chicos, no soy la excepción.

»Además, me gustas mucho, y todo estos dos meses únicamente he estado pendiente de llenar tus expectativas, me tomó por sorpresa el conocimiento de quiénes son tus hermanos y actué como imbécil, pero, Hilary, pido que, por favor, me des una nueva oportunidad, realmente me gustas.

No puedo evitar sonreír un poco, porque ha sido bonito escuchar todas esas cosas, me hace sentir que realmente los dos meses que salimos fueron importantes o, al menos, tuvieron relevancia para él, que no perdí exactamente mi tiempo.

Puede que haya exagerado un poco, pero simplemente estuve cansada de que un chico una vez más me dejara en segundo plano por mis hermanos, pero Josh parece decidido y quizás yo podría darle una segunda oportunidad.

—Debes entender que entiendo que puedas ser fanático de BG.5 pero no quiero sentir como que compito con mis hermanos por tu atención, simplemente… No me gusta sentirme de ese modo.

—Puedo entenderlo —me da una mirada dulce—, entonces… ¿Me darás una segunda oportunidad?

Voy a responder cuando la puerta de la casa se abre y Dexter seguido, de Andrew y Doug, aparece. Lo primero que hace mi hermano es ver las rosas entre mis manos, luego observa a Josh con los ojos entrecerrados.

Me gustaría describir las expresiones en el rostro de mi hermano, Andrew y Doug, pero, en cambio, estoy muy concentrada en la expresión de asombro y estupor de Josh.

—¡Hombre! No puedo creerlo, realmente son ustedes —comienza Josh—, los admiro un montón.

Ellos permanecen en silencio, incluso, veo a Doug con una expresión de estrés en su rostro, estrés que también siento porque las palabras de Josh hace pocos minutos están desapareciendo muy rápido.

Josh se gira hacia mí con una gran sonrisa que no le devuelvo.

—Es tan genial que seas hermana de Harry y Dexter Jefferson, es increíblemente asombroso —sentencia.

Camino hasta él y pego las rosas de su pecho tomándolo por sorpresa, esta vez realmente sé que quiero llorar con fuerza por la frustración.

—Ninguna oportunidad para ti, aquí tienes tus rosas y puedes salir de mi casa ahora mismo —digo de manera tranquila para luego dirigirme a las escaleras que me guiarán a mi habitación.

—Hilary, espera… —me llama pero parece que alguien lo interrumpe.

Subo rápidamente las escaleras y prácticamente corro a mi habitación, en donde cierro la puerta y me arrojo a la cama.

Toda esa frustración y decepción se convierten en molestas lágrimas, quiero realmente golpearlo, quiero que BG.5 escriba cosas malas sobre Josh solo para hacerlo infeliz ante el hecho de que su banda favorita lo humille, eso debe dar una idea de lo molesta que estoy.

El hecho de que pusiera seguro a la puerta hace que pronto tenga a Dexter tocando y pidiendo que abra.

—Quiero estar sola, Dexter.

—Hil, habla conmigo…

—¡No quiero hablar! Solo quiero estar sola en mi cuarto con las paredes que sí parecen darme toda su atención.

—Hilary…

—No estoy molesta contigo —le digo para que se vaya y porque es cierto—, estoy molesta con él, quiero estar sola un momento, por favor.

El silencio se instala durante largos segundos o quizás se traten de minutos, pero luego él hace unos sonidos en la puerta que me hacen sonreír un poco, porque son los golpes en clave que solía hacer cuando estaba pequeña.

—De acuerdo, te dejaré sola, pero estoy abajo por si me necesitas. ¿De acuerdo?

—Está bien.

Me acuesto en mi cama y me dedico a mirar el techo, quizás sí estoy siendo un tanto exagerada, pero no creo que pueda culpárseme; el hecho de querer ser el centro del mundo de alguien de manera amorosa.

Mierda, tengo 20 años cumplidos hace poco y aunque he sido besada y he besado solo pueden contárseme quizás dos novios y ninguno de ellos serios, es como si mi evolución en el ámbito amoroso se haya atascado en algún punto que no puedo encontrar.

No es el hecho de no atraer chicos, porque no negaré que de esos hay, pero no son los chicos correctos y cuando creo que son los correctos, resulta que estoy equivocada.

Paso largos minutos mirando mi techo hasta decidir que no debo darle importancia y que debo hacer lo que he estado haciendo durante mucho tiempo: esperar, esperar a un chico que sea idiota dentro del rango.

Me pongo de pie y voy hacia la puerta, noto un pedazo de hoja bajo la ranura, me agacho, la tomo y procedo a leerla.

No puedo evitar reír.

«Si me lo permites decir, él era un idiota y nada atractivo.

Pdta.: tu trasero se ve realmente genial hoy con ese short ajustado.

Pdta. de pdta.: apuesto que te has sonrojado.

Pdta. de pdta. de pdta.: Por supuesto que soy Doug».

Efectivamente estoy sonrojada, sonriendo y pronto me descubro frente a un espejo en mi baño evaluando cómo se ve mi trasero con ese short.

Es el efecto McQueen del que sufro desde hace mucho tiempo.

• • •

24 de septiembre, 2012.

—Entonces, ¿cuándo mi hermosa hija aprenderá a conducir? —pregunta papá a unas cuantas calles de llegar a la universidad.

—Prometo que lo voy a intentar pronto.

—Te creeré —dice riendo—, ya sabes lo que pienso de los miedos.

—Que deben enfrentarse y vencerlo o, al menos, ser igual de fuerte que ellos; lo sé, papá, es muy Jefferson.

—Los Jefferson tenemos grandes frases —dice antes de guiñarme un ojo.

—Ya lo creo, ¿irás directo al trabajo?

—Pasaré a visitar a mis nietos rápidamente, luego tengo una reunión importante. ¿Cómo harás para irte con todo eso?

Con todo eso, se refiere a una maqueta hecha de plastilina que me mantuvo ocupada por toda una noche, razón por la que tengo unas ojeras que resultan, incluso, vergonzosas.

—Dexter dijo que podía pasar por mí o que si no podía enviaría a Andrew.

Papá asiente antes de detenerse frente a la universidad, se vuelve y me da una gran sonrisa antes de verme bajar con mi maqueta y mi bolso.

—Nos vemos luego, cariño —chasquea la lengua y ríe señalando mi cabello—, por cierto, creo que debes pasar tus dedos por tu cabello, estás algo despeinada.

—Vale, vale, te amo —digo, cerrando la puerta y sosteniendo la maqueta.

Me doy la vuelta dispuesta a caminar, pero me topo inmediatamente contra alguien razón por la que casi mi maqueta cae.

—¡Frank! —grito, tomando con fuerza mi maqueta, lo escucho reír mientras quita la maqueta de mis manos—. ¡Casi haces que se caiga!

—Vale, lo siento —se disculpa, dándome una de sus sonrisas que lo hacen lucir atractivo.

Repentinamente recuerdo que papá dijo algo acerca de mi cabello y con rapidez paso mis dedos por él, escucho a Frank reír una vez más.

Frank puede considerarse uno de los primeros amigos que hice en mi primer semestre, en un principio era un tanto intimidante por el hecho de que es atractivo y bastante inteligente, pero pareció persistente a hacerme hablar y nada sorprendido cuando supo que era hermana de Dexter y Harry, él solo dijo «eso es genial» y siguió nuestra conversación, incluso puedo darle el crédito de actuar normal cuando los conoció.

—Es una buena maqueta —musita, captando mi atención.

—Gracias, me tomó mucho tiempo, debía ser una máscara tribal.

—No me des explicaciones, Hilary, ya sabes que te quedó fabuloso —me da una sonrisa mientras caminamos—, por cierto, quiero mostrarte un cortometraje que debo entregar en dos días. ¿Tienes alguna hora libre?

—Tengo una hora con quince minutos libres dentro de tres horas. ¿Te sirve?

—Me va perfecto.

Frank no es un chico atractivo del modo en que los modelos o chicos despampanantes pueden serlo, es decir, no es como un miembro de BG.5; pero creo que su inteligencia, el hecho de ser alto y poseer una musculatura regular le da atractivo. Además, posee unos ojos oscuros intimidantes y una cabellera castaña oscura que hace juego, algunas chicas lo encuentran atractivo, y desde luego no es nada feo.

Es atractivo dentro del rango de lo normal.

—¿El sol sigue sin besarte Frank? —bromeo mientras nos guiamos hacia mi facultad y escuela.

—Esa broma sigue sin ser divertida, no es mi culpa ser pálido.

Caminamos en silencio mientras una vez más cepillo con mis dedos mi cabello oscuro, me doy cuenta de que Frank está observándome de reojo, mientras caminamos, y por un momento me hace ser consciente de que es un hombre que resulta atractivo para muchas mujeres, incluyéndome.

—Escuché que dejaste de salir con Josh.

—Esto está peor que la prensa rosa cuando habla de mis hermanos —digo torciendo mis ojos—, seguro fue Seana. Sí, ya no estamos saliendo, no iba a dar resultados.

—Entonces, ¿puedes salir ahora con otros chicos?

—Josh no era mi novio, Frank, solo salíamos, claro que puedo salir con chicos, o bueno, hombres.

—Oh, claro, la señorita quiere un hombre.

No puedo evitar reír mientras llegamos hasta mi salón, me doy la vuelta y estiro mis brazos para que me entregue mi maqueta, con cuidado la deposita sobre mis manos, luego me da una sonrisa que le he visto dar a otras chicas pero no a mí.

—Entonces, ¿qué harás este sábado?

Estoy sorprendida por la pregunta, pero reacciono rápidamente.

—Saldré.

—Bien, no me esperaba esa respuesta, lo intentaré de nuevo —me dice, acomodando su mochila en su hombro—. ¿Qué harás el próximo lunes?

—¿Venir a clases?

—No haces mucho por ayudarme, Hilary —ríe—. ¿Quieres salir a tomar algo el lunes?

—¿Estás pidiéndome una cita?

—Eso parece Hilary.

—¿Qué pasa con la cosa loca de los amigos no queriendo cruzar una línea? —cuestiono.

—A veces hay que arriesgarse, siempre me has gustado.

Lo miro con sorpresa, eso no me lo esperaba en absoluto, y por un momento lo estoy odiando porque siento como si su declaración ahora estuviera presionándome. Me gusta nuestra amistad, y más allá de si quisiera o no dar el paso, no estoy segura de que él me guste.

—Frank, yo seré sincera al decirte que ni siquiera sé si me gustas, digo, tengo cuatro años viéndote como mi amigo.

—¿Eso es un rechazo?

Justo en ese momento mi profesor aparece, siento que en este momento es mi salvación, acabo de descubrir que cuando quieres a alguien no quieres lastimarlo. Quiero a Frank y parece una situación incómoda el decirle que no estoy segura de que sea buena idea salir con él.

—Entra a clases, ya hablaremos luego —me dice con una sonrisa.

Entro rápidamente a clases y tomo asiento.

No quiero salir con Frank.

Ciertamente en mucho tiempo no he querido salir con alguien, era más cosa de obligarme a salir con alguien para llevar una vida normal como cualquier mujer, pero mentiría si no digo que cuando veo a cierta persona, definitivamente deseo salir con él.

¿El problema? No le intereso, y él nunca tiene citas.

Qué desastre.

• • •

Sé que Dexter estás tocando la bocina constantemente únicamente para molestarme mientras prácticamente corro para que deje de llamar la atención, lo bueno es que los vidrios polarizados hace que nadie note que es él.

Cuando llego, golpeo la puerta de copiloto para que abra, pero, al bajar la ventanilla, Ethan con unas gafas de sol me da una sonrisa burlona.

—Hoy la hermana Jefferson va atrás —dice guiñándome un ojo.

Voy rápidamente hacia atrás mientras Dexter continúa tocando la bocina, una vez estoy dentro y ubico la maqueta le doy un buen golpe en el hombro, él incluso ríe.

—¿Perdiste la paciencia, hermana?

—En serio que te pasas —digo, dándole otro golpe—, me hiciste prácticamente correr.

—Esa era la idea… ¿Quieres que te llevemos a comer? Porque Ethan está hambriento.

—Llevarme a comer es lo mínimo que podrías hacer por mí por sacarme de la comodidad de la cama para acompañarte —dice Ethan bajando la ventanilla cuando enciendo un cigarrillo.

—¿No se supone que estabas dejando el cigarrillo? ¿Doug te ha hecho caer de nuevo? —pregunto recargándome de su asiento y tirando en juego parte de su cabello castaño oscuro—, te has dejado crecer un poco el cabello Ethan.

—Es todo el asunto de April lo que me tiene de este modo —dice, dando una calada—, me da demasiada ansiedad.

—¿Cómo sigue ella, Ethan? —pregunto un poco más seria sobre su mejor amiga de la infancia.

—Ella está luchando fuerte, es admirable y me gustaría estar más seguido allá, pero solo estoy por dos días y los reproches de mamá y su constante recuerdo sobre cómo no he tomado la decisión correcta acaban por joderme la paciencia.

—Yo no creo que ninguno de ustedes haya tomado la decisión incorrecta al audicionar para ser parte de la banda.

—Gracias, cariño, eres muy dulce, no pareces hermana de alguien tan fastidioso como Dexter y tan egoísta con sus hijos como Harry.

—Cierra la jodida boca perra, que bien que me amas mi querido Ethan, al menos me amabas anoche cuando gritabas mi nombre una y otra vez —especula Dexter.

—¡Dexter! —lo reprendo golpeando su cabeza, él ríe fuertemente, siento mis mejillas calientes mientras Ethan expulsa humo por sus labios y procede a reír—, qué idiotas que son.

—Tienes que ver tu rostro, Hilary, tu nariz esta sonrojada —dice Ethan, estrujando una de mis mejillas para fastidiarme.

—No molestes a mi hermanita, Ethan —dice Dexter deteniéndose en un semáforo y guiñándome un ojo—, solo por fastidiarte te dejaré escoger la comida. ¿A dónde vamos?

Lo miro acuciosamente antes de elevar una de mis cejas con lo que pretendo sea sospechoso, Dexter me ve brevemente antes de que el semáforo cambie y vuelva a conducir.

—Quiero comer Hot Dogs —anuncio y Dexter inmediatamente comienza a quejarse.

—¡De ninguna manera! No, no, no, jodidamente no, olvídate de esa mierda Hilary —me indica, Ethan comienza a reír.

—Debes superar esa idea absurda, Dexter —le recomienda.

—No me siento cómodo comiendo Hot Dogs, amigo, eso muy bien parece un pene pequeño y flácido; pero, al fin y al cabo, un pene, no me gustan los Hot Dogs.

—¡Dijiste que yo podía escoger!

—Mierda, Hil, tú me amas, comamos otra cosa.

No puedo evitar reír. Dexter tiene sus momentos dramáticos y absurdos, pero estamos acostumbrados a ellos.

—De acuerdo… ¿Qué tal comida tailandesa? —sugiero.

—Esa es mi hermana, eso suena perfecto.

Peino y despeino el cabello de Ethan una y otra vez mientras él fuma, cuando termina me da una sonrisa.

—¿Te gusta mi cabello?

—Estoy sorprendida que esté lo suficientemente largo para llegar a tus pestañas, aun cuando lo peinas hacia atrás, nunca lo has dejado crecer tanto.

—Lisie ha estado algo histérica y siendo un poco perra, no quiero dejar que toque mi cabello —aduce.

Ante la mención de ese nombre miro a mi hermano quien de una manera muy sutil aprieta el volante. Solo escuchar su nombre ya me hace ser una persona agresiva con deseos de acabar con ella y me molesta aún más que Dexter sea lo caballeroso para no despedirla o mandarla a la mierda, y si eso fuera poco, Harry, como buen caballero que es, decide respetar la decisión de Dexter.

La caballerosidad de mis hermanos en esta ocasión, referente a Lisie, me molesta y ellos lo saben, por eso evaden el tema.

Respiro hondo, dejando ir el tema porque Dexter quiere eludirlo.

—Pues, te queda muy bien el cabello así de largo, solo no dejes que crezca más, así ya te ves bastante sexy.

—Oh, qué mierda tan maravillosa. La hermana Jefferson me ha llamado sexy —alega Ethan con tono meloso, no puedo evitar reír al igual que Dexter.

—De verdad que ustedes son unos grandes idiotas.

—Pero nos ama —dice Dexter dándome una breve sonrisa antes de estacionar el auto, luego se gira hacia Ethan—. ¿La rubia Doug vendrá?

—Le escribí, pero al parecer logró pescar a una linda modelo y tiene mejores planes —dice Ethan bajando del auto—, ya sabes, cosas de Doug, quizás consiga acción.

—Pensé que estaba en abstinencia o alguna mierda así, con eso de que no buscaba ligar con nadie —le sigue Dexter quien al igual que Ethan baja del auto.

Me quedo brevemente perdida en mis pensamientos acerca de la información que Ethan acaba de compartir. Doug consiguió una modelito. Paso una mano por mi pecho como si de alguna manera la información me hubiese afectado en ese lugar.

Respiro hondo varias veces, no sé porque me sorprende, ya sabía yo que Doug solo estaba pasando una etapa breve de no involucrarse con diversas mujeres, pero ha vuelto a ser él.

Lo irónico es que no importa haberlo visto pasar por eso al menos ocho años, lo irónico es aún pretender que no me importa y que no duele.

Es como si aún yo no comprendiera el significado de ser platónico, supongo que es lo que sienten muchas fivers frustradas que aman a cada miembro de la banda y deprime la sensación de no ser la mujer de sus sueños.

Me siento de esa misma manera, ese tipo de sentimiento, como cualquier otra emoción, no se puede evitar.

—¿Hil? —dice Dexter desde la puerta de donde lo encuentro observándome—. ¿Bajarás del auto?

—Sí, sí —digo y bajo con rapidez.

—¿Sucede algo, cariño?

—Para nada, Dex, solo estaba pensando.

Él me escruta por un momento antes de atraer mi cuerpo al suyo y envolverme en sus brazos, ya lo he dicho antes, en los brazos de mis hermanos me siento protegida.

—Solo falta Harry para que demos el abrazo sándwich que tanto amabas cuando estabas niñita —dice contra mi frente—, nuestra hermanita, de nosotros, de más nadie.

—Después te queja de que Harry sea posesivo con los niños —comenta Ethan arrancándome de los brazos de Dexter y estrechándome en los suyos propios. Dexter finge gruñir mientras yo río—, también puede ser mi hermana.

No puedo evitar reír mientras voy de unos brazos a otros entre estos dos idiotas que, al final, terminan abrazándose entre ellos y empujándome para entrar al pequeño restaurante.

Pero, cuando me siento para ordenar, recuerdo lo que Ethan dijo: «Doug ligando con una modelito».

No sé qué pasa con los músicos que van detrás de modelos, es innecesario y… No hace sentir bien a las chicas que no somos modelos.

Doug no me hace sentir bien, al menos no en este momento.

El deseo prohibido de Doug

Подняться наверх