Читать книгу El deseo prohibido de Doug - Darlis Stefany - Страница 7
ОглавлениеPrólogo
3 de junio, 2005.
—¿Cariño, estás molesta? —pregunta mamá, sonrío aunque no quiero hacerlo.
Por supuesto que estoy molesta, es mi cumpleaños número trece, quería hacer una pijamada, realmente lo deseaba. Pero entonces hace cinco meses mis hermanos quedaron en una banda y hoy conoceremos a sus miembros.
—No, mamá, estoy bien, de verdad.
—Luego prometo que te llevaremos a comer helado cariño —asegura papá entrando en la cocina y robando un beso de mamá.
Hago mi sonrisa aún más grande para que sea más creíble, luego suspiro y me dirijo a la sala, en donde me dejo caer en un acogedor sofá. Paso una mano continuamente por mi pantalón, que debería ser ajustado, pero bueno, parece que aún por asuntos del destino seré una chica plana, por lo menos no soy fea, es mi consuelo al ser plana.
Llevo puesta la camisa que Dexter y Harry me regalaron, aun cuando esta dice «Princesa», me gusta porque me la dieron mis hermanos, hermanos que ya extraño.
Cinco meses atrás mis hermanos audicionaron y quedaron en una banda, pero anterior a eso, dos meses antes, al vivir juntos en un pequeño apartamento, solían venir a menudo, pero ahora sus visitas no son tan frecuentes.
Lo bueno es que las odiosas chicas ya no se pasean por nuestra casa intentando tener la atención de mis hermanos.
—Vamos, cariño, regálame una sonrisa —dice papá detrás de mí tomándome por sorpresa.
—¡Papá, me has asustado!
—Prometo que este será un genial cumpleaños, sabes que yo, Carter Jefferson, no rompo mis promesas nunca.
—Creo en ti.
—Y yo creo en ti, cariño.
Le doy una sonrisa sincera antes de sentir sus labios presionar mi frente, el timbre suena, suspiro lentamente. Es mi cumpleaños, quiero estar con mis amigas, no conocer a la banda que se está llevando a mis hermanos.
Doy otro suspiro cuando escucho voces masculinas y roncas de tanto reír. La risa de Dexter sobresale entre las demás y no puedo evitar sonreír, Dexter nunca ha sido un chico callado.
Sigo pasando la mano continuamente por mi pantalón, unos brazos me rodean desde atrás y no puedo evitar sonreír realmente.
—Hola, pero si es mi hermosa cumpleañera, mi Hil —dice Harry besando sonoramente mi mejilla. No puedo evitar emocionarme, ponerme de pie y arrojarme a los brazos de mi hermano—. Feliz cumpleaños, hermosa.
Dejo que me abrace por cuánto tiempo quiera. Mamá dice que soy demasiado apegada con mis hermanos, que soy algo dependiente de ellos, pero para mí ellos son más que mi familia, incluso unos héroes.
—Te amo, Hil.
—Y yo a ti Harry, aunque ya no me visites.
Harry me separa de su cuerpo y frunce el ceño, pero rápidamente Dexter aparece con su sonrisa ladeada y divertida.
—Mi hermosa hermana cumple 13 años, que belleza —dice a paso apresurado antes de alzarme sobre mis pies y comenzar a dar vueltas.
—¡Dex! —digo riendo. Cuando me libera comienza a apretar mis mejillas con diversión, haciendo que Harry gire sus ojos.
Tras de Dexter veo tres sombras, sus compañeros de banda. Los roba hermanos. Plasmo de nuevo mi sonrisa falsa, mientras Harry me encamina hacia ellos.
—Ellos son BG.5 Hil, él es Andrew —anuncia Harry, un atractivo chico de cabello rubio color miel me tiende la mano con una bella sonrisa.
—Es un placer conocerte Hilary, feliz cumpleaños.
—Gracias, Andrew.
—Él es Ethan —sigue Dexter, señalando a un muy atractivo chico que me guiña un ojo y besa mi mano—, eh, no te la des de listillo.
—Y él es Doug —finaliza Harry.
Es un chico rubio, por supuesto que increíblemente atractivo, con unos ojos azules claros y profundos. Me regala una pequeña sonrisa mientras una de sus manos se mantiene tras su espalda. Por alguna razón solo me mantengo en silencio mientras él toma mi mano y la sacude.
Mis palabras terminan de desaparecer cuando de su espalda saca una rosa blanca, una hermosa rosa blanca que pasa por mi nariz haciéndome reír por la cosquilla que me produce.
—Es un placer conocerte princesa Jefferson —señala mi camisa, justo en «Princesa»—, esta rosa es para ti. Feliz cumpleaños —agranda su sonrisa mientras me ve tomar la rosa.
Dexter lo empuja levemente mientras dice cuan «estúpido» es que me diera una rosa sin conocerme, pero yo solo lo observo y quiero creer que él me observa a mí.