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Resumen: 1866-1883

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Una de las características más comunes de los que se oponían a Elena de White era una visión estática de la inspiración y la revelación profética, lo que no permitía que el mensajero profético creciese en comprensión. Snook y Brinkerhoff argumentaron que, como Elena de White creía en una puerta cerrada después de recibir su primera visión, ella no podía ser un profeta verdadero.389 Al año siguiente, William Sheldon, el primer adventista no sabatario oponente de Elena de White que fue publicado, argumentó que ella no podía ser un profeta verdadero porque no creyó en el sábado hasta más de un año y medio después de haber recibido su primera visión, y recién en años posteriores consideró que guardar el primer día de la semana era la “marca de la bestia”. Carver continuó los mismos argumentos y Blanchard se convirtió en una baja del adventismo sabatario cuando no aceptó el mensaje emergente de la Reforma Prosalud. Estos antagonistas tempranos rehusaron reconocer que Dios, aunque siempre tiene el cuidado de asegurarse de que la revelación sea entendida y comunicada correctamente por su mensajero, no le exige a este que tenga infalibilidad personal de interpretación o de perspectiva.

Los últimos años del período de oposición organizada fueron de transición. Los años 1881 y 1882, y el fiasco que condujo al cierre temporal del Colegio de Battle Creek trajeron desarrollos significativos. Uriah Smith rechazó el testimonio de Elena de White para él, y empezó a diferenciar entre lo que se le “mostraba” en realidad a ella en visión y las cartas que ella escribía. Por varios años, él creyó que las cartas de ella expresaban opiniones personales que, a menudo, estaban influenciadas por otros. Cuando Alexander McLearn dejó la presidencia del Colegio de Battle Creek, se asoció con los provocadores miembros de la Iglesia de Dios en Marion, Iowa. Quizá su asociación con ellos y los problemas que habían surgido en Battle Creek influyeron para que ellos renovaran su desafío a los adventistas del séptimo día y a Elena de White en particular. El pequeño folleto escrito por A. C. Long parece haber tenido mayor influencia debido a las dificultades que enfrentaba el Colegio de Battle Creek.

Quizá la persona más afectada por las dudas que tenía Smith sobre Elena de White fue D. M. Canright. Él dejó el ministerio por un tiempo durante 1883, regresó por unos pocos años, y después, finalmente, lo dejó para siempre en 1887. Por el resto de su vida, fue el adversario más importante de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y de Elena de White; y sus publicaciones continúan ejerciendo su influencia en la actualidad.

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