Читать книгу Claridad mental - Джулия Галеф - Страница 4
ОглавлениеINTRODUCCIÓN
Cuando piensas en alguien con excelente juicio, ¿qué rasgos se te ocurren? Tal vez inteligencia, ingenio, valor o paciencia. Son virtudes admirables, pero hay un rasgo que se ignora y debería estar en primer lugar de la lista, pero ni siquiera tiene nombre.
Así que le puse mentalidad centinela, es decir, la motivación para ver las cosas como son, no como te gustaría que fueran.
La mentalidad centinela te permite reconocer cuando te equivocas, identificar tus puntos débiles, poner a prueba tus suposiciones y cambiar el rumbo. Te motiva a plantearte preguntas honestas como: “¿Tuve la culpa en esa discusión?”, “¿Vale la pena correr este riesgo?”, “¿Cómo reaccionaría si alguien del otro partido político hiciera lo mismo?”. Como decía el físico Richard Feynman: “El primer principio es que no debes engañarte, y toma en cuenta que eres la persona más fácil de engañar”.
Nuestra capacidad para engañarnos fue un tema popular entre 2000 y 2010. Medios de comunicación y libros como How We Know What Isn’t So (Cómo sabemos lo que no es), Why People Believe Weird Things (Por qué la gente cree cosas extrañas), Mistakes Were Made (But Not by Me) [Los errores que cometemos (pero yo no)], You Are Not So Smart (No eres tan inteligente), Denialism (Negacionismo), Why Everyone (Else) Is a Hypocrite [Por qué todos (los demás) son hipócritas], Las trampas del deseo y Pensar rápido, pensar despacio pintaron una imagen poco halagadora del cerebro humano, diseñado para engañarnos: racionalizamos nuestros errores y defectos para excusarnos. Nos gusta ilusionarnos. Elegimos la evidencia que confirme nuestros prejuicios y respalde nuestras creencias.
Esta descripción no está mal, pero le falta algo.
Sí, con frecuencia racionalizamos nuestros errores, pero a veces también los reconocemos. Cambiamos de opinión menos de lo que deberíamos, pero más de lo que podemos. Somos criaturas complejas, a veces nos ocultamos la verdad y otras veces la afrontamos. Este libro aborda el lado menos explorado de la moneda, cuando no nos engañamos y podemos aprender de esos aciertos.
Este libro comenzó en 2009 cuando dejé la universidad para dedicarme a un proyecto que me apasionaba y terminó convirtiéndose en mi carrera profesional: ayudar a los demás a resolver preguntas difíciles en sus vidas personales y profesionales. Al principio, imaginé que demostrar que estos temas en la vida cotidiana implicaría conocimientos de probabilidad, lógica y sesgos cognitivos. Pero luego de años de organizar talleres, leer ensayos, hacer consultorías y entrevistar a la gente, caí en cuenta de que el razonamiento no era el antídoto universal que había creído.
Ser consciente de la necesidad de examinar nuestras suposiciones no mejora el juicio en automático, como no mejora la salud saber que es necesario hacer ejercicio. Elaborar una lista de prejuicios y falacias no es útil, a menos que sepas reconocerlos en tu propia manera de pensar. La lección más grande que aprendí es algo que la ciencia ha confirmado y que veremos en este libro: el conocimiento no limita el juicio tanto como la actitud.
Esto no quiere decir que yo sea un modelo de la mentalidad centinela, dicho sea de paso. También racionalizo mis errores; evito afrontar los problemas, ante las críticas respondo a la defensiva. Más de una vez mientras trabajaba en este libro, me di cuenta de que había desperdiciado una entrevista porque había dedicado ese tiempo a convencer a mi entrevistado de la validez de mi tesis, en vez de procurar entender su punto de vista (no se me escapa la ironía de mi estrechez de miras en una entrevista sobre amplitud de miras).
Pero he mejorado, y tú también puedes hacerlo; es el objetivo de este libro. Mi enfoque tiene tres ángulos.
1. LA VERDAD NO INTERFIERE CON TUS OBJETIVOS
Muchos se niegan a ver la realidad fielmente porque creen que es un obstáculo para sus objetivos: si quieren ser felices, exitosos e influyentes es mejor verse a sí mismos y al mundo a través de una lente distorsionada.
Cuando escribí este libro uno de mis objetivos era desmitificar ciertas ideas. Existen muchos mitos sobre el autoengaño, y algunos han sido obra de científicos prestigiosos. Por ejemplo, quizás has leído algún artículo o libro que argumenta que “estudios demuestran” que el autoengaño es parte de la salud mental y que ver el mundo desde una óptica realista fomenta la depresión. En el capítulo 7 examinaremos investigaciones dudosas que sustentan dichos argumentos y descubriremos que los psicólogos que defienden los beneficios del pensamiento positivo se han engañado.
O quizá, como muchos, creas que cuando estás haciendo algo difícil, como iniciar una empresa, debes tener una seguridad. Te sorprendería saber que algunos de los emprendedores más famosos del mundo esperaban que sus empresas fracasaran. Jeff Bezos calculó la probabilidad de éxito de Amazon en alrededor de 30 por ciento. Elon Musk estimó que cada una de sus empresas, Tesla y SpaceX, tenía 10 por ciento de probabilidad de éxito. En el capítulo 8 vamos a explicar su razonamiento y por qué es útil tener un panorama claro de tus probabilidades.
También es probable que compartas esta opinión generalizada: “Sí, es bueno ser objetivo si eres científico o un juez. Pero si eres un activista que quiere cambiar el mundo, no necesitas ser objetivo, sino apasionado”. De hecho, como veremos en el capítulo 14, la mentalidad centinela complementa la pasión. Vamos a remontarnos al peor momento de la crisis del sida en la década de 1990 para descubrir por qué la mentalidad centinela fue crucial para que los activistas pusieran un alto a la epidemia.
2. HERRAMIENTAS PARA VER CON CLARIDAD
Este libro contiene herramientas concretas para desarrollar una mentalidad centinela. Por ejemplo, cómo saber si tu razonamiento es tendencioso. No es tan sencillo como saber si eres prejuicioso. En el capítulo 5 vamos a realizar experimentos como la prueba del advenedizo, la prueba del escéptico selectivo y la de conformidad para descifrar tu razonamiento sobre lo que crees y lo que quieres.
¿Cómo decidir qué tan seguro estás sobre una creencia particular? En el capítulo 6 vamos a practicar técnicas de introspección que te ayudarán a identificar tu nivel de certeza entre 0 y 100 por ciento, y reconocer qué se siente cuando aseguras algo en lo que no crees.
Cuando intentas escuchar “la otra versión” de los hechos, ¿te frustras o molestas? Es posible que tu enfoque sea incorrecto. En el capítulo 12 compartiré algunos puntos para facilitar el aprendizaje desde perspectivas opuestas.
3. VALORA LAS RECOMPENSAS EMOCIONALES DE UNA MENTALIDAD CENTINELA
Las herramientas concretas son importantes, pero también me gustaría que te quedes con algo más. Podría parecer desalentador hacerle frente a la realidad con todas sus incertidumbres y decepciones. Pero durante la lectura de este libro te daré ejemplos de exploradores (mi término para denominar a personas especialmente buenas en algunos aspectos de la mentalidad centinela, aunque nadie es perfecto), y te percatarás de que no parecen estar deprimidos. En buena medida, están serenos, alegres, son divertidos y decididos.
Lo anterior se debe a que la mentalidad centinela tiene recompensas emocionales, aunque no parezca obvio. Resistir la tentación del autoengaño y saberse capaz de afrontar la realidad incluso cuando es desagradable, empodera. Entender el riesgo y aceptar las probabilidades que tienes en frente produce cierta ecuanimidad. Y experimentar la libertad de explorar ideas y seguir la evidencia, a donde sea que te lleve, sin sentirse atado a lo que “debes” pensar, produce una sensación de ligereza.
Valorar estas recompensas emocionales motiva a conservar la mentalidad centinela. Con ese fin, he incluido algunos ejemplos de centinelas inspiradores que han ayudado a muchos —a mí incluida— a cultivar una mentalidad centinela en el transcurso de los años.
Nuestro viaje nos llevará por los mundos de la ciencia, los negocios, el activismo, la política, el deporte, las criptomonedas y el preparacionismo. Vamos incursionar en las guerras de las culturas, las guerras de las mamis y las guerras de la probabilidad. En el camino, vamos a descifrar las respuestas de interrogantes como: ¿por qué la cola de un pavorreal le daba asco a Charles Darwin? ¿Por qué un escéptico profesional del cambio climático cambió de bando? ¿Por qué algunos miembros de estafas piramidales tipo culto logran salirse y otros no?
Este libro no es un sermón sobre la irracionalidad. Tampoco es un intento de regañarte para que pienses “adecuadamente”. Es un recorrido de una forma distinta de ser, basada en la búsqueda de la verdad, útil y satisfactoria y en mi opinión, tristemente infravalorada. Me emociona compartirla contigo.