Читать книгу A pesar de todo... ¡No nos falta nada! - Enrique Chaij - Страница 11
UN PASTOR COMPASIVO
ОглавлениеEl Salmo no presenta al Señor como Maestro, Líder, Creador o Redentor. Lo presenta como el divino Pastor, que atiende con solicitud a cada oveja del rebaño. Él es el Padre que ama a sus hijos. Es el Dios todopoderoso en quien podemos confiar, y de quien podemos depender en la hora de nuestra mayor necesidad. Nunca nos abandona; se coloca a nuestro lado para asegurar nuestro éxito personal. Estamos siempre bajo su mirada paternal. Así lo declara otro salmo del mismo autor:
“¿Adó nde me iré de tu Espírit u? ¿Y adónde
huiré de tu p resencia? Si subiera a lo s
cielos, allí estás tú; si en el sepulcro
hicier a mi lecho, también estás a llí.
Si tomara las alas del alba, y habitara en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano,
y me sostendrá tu diestra .
“Si dijera: De seguro las tinieblas me encubrirán, h asta la noche resplandecerá sobre mí.
Ni aun las tinieb las me encubren de ti ,
y la noche es tan luminos a como el día;
lo mismo te son las tinieblas que l a luz”
(Salmo 139:7-12).
La mirada y el amor de Dios siempre nos acompañan. Aun los que huyen de él, corren inútilmente; porque Dios los sigue con paciencia y ternura. Tal es el amor que nos profesa. Él ocupa el papel protagónico del Salmo; y también quiere ocupar el primer lugar en nuestra vida. Porque sólo así podemos sentirnos bien, y alcanzar nuestros más altos ideales.
El Señor nos ama a todos por igual. Es Pastor de los buenos que él bendice, y de los malos, a los cuales él perdona... Es el Padre de todos; y en él todos somos hechos hermanos. Él no hace acepción de personas. Sólo considera nuestras necesidades, y actúa para suplirlas. ¿Te acordabas que tenemos un Padre-Pastor tan admirable y poderoso?