Читать книгу A pesar de todo... ¡No nos falta nada! - Enrique Chaij - Страница 18
CÓMO PODEMOS POSEE R MÁS
ОглавлениеEn su deseo de una mayor prosperidad, hay quienes se preguntan: “¿Por qué la vida me niega la posibilidad de concretar mis sueños?” Y esos “sueños” pueden ser la terminación de una carrera, la realización de un buen negocio, la expansión de una empresa, el ascenso en el trabajo, la armonía familiar, la formación del matrimonio, y tantos otros nobles anhelos...
Y estas mismas personas pueden formularse otras preguntas, tales como: “¿Por qué Fulano ha tenido mejor suerte que yo?” “¿Qué cosa extraordinaria ha hecho él para llegar adonde llegó?” “¿Es que Dios me ha dejado un poco de lado?” “¿Qué puedo hacer para mejorar mi condición y alcanzar una mayor prosperidad?”
Realmente, es mucho lo que una persona puede hacer para alcanzar sus anhelos e ideales. Lo primero, tal vez sería no quejarse ni compararse con los demás. Porque esta actitud es negativa, y no conduce a provecho alguno. Entonces, ¿cómo sería posible lograr un mayor éxito y una mayor prosperidad en todos los órdenes de la vida?
A continuación, te presento seis ideas que han dado excelente resultado para el logro de un mayor progreso personal y familiar. Cómo alcanzar esta sana aspiración:
1. Administrando mejor el tiempo y el dinero. El tiempo bien aprovechado y el dinero bien invertido pueden lograr maravillas. No quemes los minutos y las horas que podrías utilizar provechosamente. No dilapides tu dinero en compras innecesarias o en actividades incorrectas. Si otros lo hacen, no los imites, porque no te conducirá a buen fin. ¡Tendrás más derrochando menos!
2. Cultivando buenos hábitos. Es increíble cuánta gente se arruina y se enferma por causa de hábitos declaradamente perjudiciales. ¡Cuántos podrían vivir de modo más holgado, con más salud, y por más años, si dejaran de lado los vicios que consumen la vida! ¡Realmente tendrían mucho más!
3. Siendo más esforzados y diligentes. Esto significa trabajo, empeño, constancia y voluntad. Estas cualidades siempre aumentan el capital de la vida. Nos llevan más lejos y más alto. Observa a tu alrededor, y verás que los esforzados no suelen quejarse de mala suerte.
4. Aprovechando mejor las oportunidades. Un curso de perfeccionamiento en el trabajo, una materia adicional en el estudio, la aceptación de una tarea difícil, una idea profesional, o una relación laboral bien aprovechada, ¡cuánto pueden significar para el desarrollo personal! ¡Oportunidades que se buscan y se convierten en bendición!
5. Mejorando las relaciones humanas. El llevarse bien con los demás, y mantener con ellos una relación inteligente y respetuosa, siempre genera bienestar y progreso individual. Un estudiante universitario golpeó brutalmente a uno de sus profesores, y fue despedido de todas las universidades públicas del país. Hoy es un hombre fracasado, que todavía no ha aprendido a gobernar su temperamento indócil. Otro estudiante tenía tan buena relación con sus compañeros, que cada año lo elegían como el mejor compañero del curso. ¡Cuán buenos dividendos paga la correcta convivencia con el prójimo!
6. Pidiendo la sabiduría divina. A veces nos falta la salud, la paz del hogar, o algún bien material que desearíamos poseer. Pero no sabemos de qué manera suplir tales necesidades. Carecemos de capacidad y de inteligencia para ello. Somos como la indefensa oveja que necesita la ayuda del pastor. Por lo tanto, se hace necesario recurrir al divino Pastor. La promesa de la Escritura afirma: “Si alguno necesita sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos generosamente, y sin reprochar. Y le será dada” (Santiago 1:5).
¡Cuánto más tendríamos y cuánto mejor nos iría en la vida si recurriéramos habitualmente a Dios, en busca de su sabiduría, su fuerza y su bendición divina! ¿Es ésta tu buena costumbre?
Repasa los seis puntos mencionados. Y al ponerlos en práctica con la dirección del Altísimo, confiadamente podrás decir con el salmista: “Nada me faltará”.