Читать книгу A pesar de todo... ¡No nos falta nada! - Enrique Chaij - Страница 15
Capítulo 2 Toda necesidad atendida
Оглавление“Nada me faltará”
Según cuenta una vieja alegoría, cierto gallo creía que su canto matinal hacía salir al Sol. Pero un día se quedó dormido, y grande fue su sorpresa al despertar y ver que el Sol ya había salido. Entonces, admitiendo su error, el gallo se dijo humildemente para sí: “Ya veo que mi pobre canto no hace salir al Sol; pero de todos modos puedo cantar cada mañana a la salida del Sol”.
El gallo creía que el Sol salía porque él cantaba. No se daba cuenta que era al revés: él cantaba porque el Sol salía. Y la moraleja brota por sí sola. ¿No pensamos con frecuencia como el gallo? A menudo nos parece que somos la pieza clave de nuestro entorno, y que las cosas salen bien gracias a nuestra capacidad personal. Pero basta que cometamos una equivocación, o que alguien nos aventaje en algún detalle, para comprender el error de nuestro orgullo.
Y este insensato agrandamiento puede llevarnos a tal suficiencia propia, que hasta nos induzca a prescindir de Dios. Como el gallo del cuento, podemos pensar que somos el centro, cuando sólo somos humildes ovejas del divino Pastor. De él brota la vida. Él es quien provee lo necesario para nuestro mantenimiento. “En él vivimos, y nos movemos, y existimos” (Hechos 17:28).