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Plano entero

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Es el plano de la figura humana vista en cuerpo entero, desde el tope superior hasta el inferior del encuadre, aunque puede incluir márgenes laterales, un margen superior de “techo” o un margen inferior de “piso” libres en el campo visual cubierto por el encuadre. El plano entero puede cubrir a uno o más personajes. Por ejemplo, el encuadre de tres o cuatro pistoleros listos para entrar en acción ante un grupo de adversarios. En principio, el plano entero cubre la figura vista de pie, pero puede designar también la figura de la persona en otras posiciones, siempre que aparezca la integridad de su cuerpo (foto 8).

Por aproximación se aplica, asimismo, el concepto de plano entero al encuadre que muestra objetos de una amplitud y cercanía asociables a la del plano entero característico. Así, por ejemplo, el plano de una puerta, de una ventana, de una pizarra, de una mesa, de una silla. También el del cuerpo de un animal.


Foto 7. Plano de conjunto. Hamaca paraguaya.


Foto 8. Plano entero. Bastardos sin gloria.

El plano entero puede mostrar a un personaje detenido o en movimiento. En el segundo caso, la cámara tenderá a moverse si es que se quiere mantener tal plano. Con referencia a la figura humana, el plano entero permite apreciar los rasgos exteriores de manera muy clara, así como las acciones asociadas al hecho de estar de pie, sentado o en otras posiciones o en movimiento. El plano entero, como también el plano americano, privilegia los modos de estar en un lugar y de conducirse de personajes, conductores y de todos aquellos que pueden ser registrados en el encuadre. Es el plano que introduce la dimensión más cotidiana y próxima de la acción, aunque igualmente puede aparecer en situaciones extraordinarias o excepcionales. Sin embargo, el plano entero es relativamente escaso y bastante menos común que el plano americano, convertido en el periodo clásico en un plano de estabilización de la narración cinematográfica, como apunta Eduardo A. Russo en su libro Diccionario del cine.

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