Читать книгу Introducción a la clínica lacaniana - Jacques-Alain Miller - Страница 62
MENS SANA
Оглавление¿Podríamos pensar en un ser vivo sin lo mental? Sería un ser viviente que se podría guiar sobre el puro real. Y es, en cierto sentido, lo que Freud nos presenta con la libido. Con el mito construido por Lacan, a propósito de la libido freudiana, se trata de un ser vivo sin aparato sensorial, que precisamente no conoce nada de la dimensión del mundo y que es del orden del puro real. En ese sentido, puede decirse que con el nombre lacaniano de goce se trata de algo que no quiere saber nada. Ésta es también la cuestión en la pulsión, que no quiere saber nada. De ahí la pregunta que podría formularse a continuación: «¿Qué se busca en el saber?». La libido mítica, mitificada por Lacan, no quiere saber nada.
El animal, como tiene una mente, no se dirige sobre el puro real sino que hace de él una realidad. La diferencia entre lo real y la realidad es la interposición de lo mental. De esta manera puede describirse perfectamente el mundo de la mosca. Precisamente Lacan da una descripción con la que a uno le entran las ganas de ser una porque se ve, en ella, que la mosca goza de una perfecta salud mental en tanto que la definimos como la armonía, el equilibrio, del Innenwelt y el Umwelt.
Pero el mundo para el hombre está tomado por lo social. Hay que decir que el lenguaje perturba fundamentalmente la adecuación del Innenwelt y el Umwelt, es decir, que en nosotros la enfermedad mental está desde el principio. Por eso nuestro modelo de salud mental no es el del animal. En nuestro ambiente actual, el ejemplo de salud mental sería más bien la máquina –por eso puede decirse que alguien «Tiene los cables cruzados»–. Es decir, que nuestro ambiente no tiene nada de natural sino que está estructurado por el lenguaje y repleto de derechos y deberes. Freud ya indicó que nuestra mente está perturbada por el narcisismo que constituye un obstáculo fundamental a la adecuación y es el principio y la consecuencia misma de la perturbación sobre lo mental. Conocemos su papel en la inhibición, por ejemplo.
En el hombre, en la humanidad, no se trata solamente de lo mental cuando no se trata de lo físico. Hay algo no mental, algo que es el pensamiento que Freud llamó inconsciente. El inconsciente no es del orden de lo mental, aunque lo parezca. Se lo debe distinguir de la mens, mens sana in corpore sano. Lo que impide la mens sana y el corpore sano es la existencia disarmónica de un pensamiento. ¿Cuál es la definición más clásica de salud? La salud se define por el silencio de los órganos, pero está el inconsciente que no se calla nunca y que no ayuda para nada a la armonía.
Así definida, la salud mental no puede servirnos, como tal, de criterio en la práctica analítica.