Читать книгу Curso de Filosofía del Derecho. Tomo I - José Joaquín Ugarte Godoy - Страница 14
ОглавлениеLECTURAS
Lectura Ia
EL OBJETO DE LA COSMOLOGÍA
ANTONIO MILLÁN PUELLES,
FUNDAMENTOS DE FILOSOFÍA
1.- El objeto de los conocimientos físicos tiene tan solo la inmaterialidad individual. Tal objeto es algo material, y, en sí mismo, dotado de la concreta y respectiva individuación. Únicamente en cuanto objeto de especulación científica se halla desprovisto de esta individuación, “ya que las ciencias especulativas no consideran lo singular en cuanto tal, sino en tanto que es portador de una esencia o valor universal.” (pág. 191).
2.- La ciencia especulativa no logra captar la intransferible singularidad de cada individuo: capta la dimensión común a todos los individuos de la especie, la que carece de materia individual. Pero la realidad de la naturaleza común a toda la especie, sigue siendo algo en que hay materia.
Respecto del hombre, dice Millán Puelles:
“Este lastre corpóreo sitúa al hombre íntegramente considerado en el plano de la inmaterialidad simplemente física”, por oposición a los objetos de la matemática y los de la metafísica.
3.- El objeto de la física filosófica lo constituyen, en general, “todos los seres que, como el hombre, dependen de la materia, por incluirla en alguna dosis, aun en su misma esencia y definición.”
La voz física en las ciencias particulares: Se refiere a los fenómenos físicos: lo que es observable, aprehensible por los sentidos.
La voz física en la filosofía: Se refiere a lo que es entitativamente material, sea fenoménico o no. (pág. 192)
Física Filosófica y Física ciencia particular
1) Coinciden en el objeto material: los seres materiales.
2) “Aquella coincidencia, sin embargo, tolera una cierta diversidad de los aspectos respectivamente tratados por una y otra física. El ser constitutivamente material es susceptible de una doble especie de conocimiento: el puramente físico —en el moderno sentido de la palabra—, esto es, aquel que se limita a la captación de los aspectos fenoménicos de la realidad material, y el físico-filosófico, es decir, el que, por el contrario, se levanta hasta la aprehensión de los aspectos entitativos, inteligibles, que hay en esa misma realidad. Uno y el mismo objeto material, por tanto, pero, a la vez, dos objetos formales o ángulos de visión distintos.” (pág. 195).
Lectura IIa
CONOCIMIENTO DE LA MATERIA PRIMA
ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ,
TRATADO DE METAFÍSICA. ONTOLOGÍA.
“… Más atrás nos hizo frente una cuestión más grave, cual era la del conocimiento de la nada. No se trata ahora de una pura negación, sino de algo positivo; pero no es nada actual y, por ello, no es término inmediato y directo de un pensamiento. Queremos decir que la materia no puede ser conocida por sí misma. No debe ello causarnos demasiada pena. Observamos, en efecto, que tampoco existe por sí misma, sino por la forma, y precisamente en la estructura que con ella realiza en el seno de la esencia. Sospechamos, pues, que la materia puede ser conocida en las mismas condiciones de efectividad que la caracterizan, es decir, por la forma y como elemento estructural de la esencia. Captamos, en efecto, la materia prima por medio de la forma en relación a la cual se realiza.” (Ontología —Tratado de Metafísica—, págs. 256-257).
Lectura IIIa
UNIÓN DE LA MATERIA Y DE LA FORMA 8
(GONZÁLEZ ALVAREZ)
“Las relaciones entre la materia y la forma están regidas por la solidaridad y la compenetración. Tan íntima es la compenetración y tan efectiva la solidaridad, que debe afirmarse la causalidad recíproca de la materia y de la forma. La materia es causa de la forma en cuanto es su sujeto. La forma es causa de la materia haciéndola existente en acto. La causalidad recíproca solo puede entenderse desde esa diferente perspectiva. La materia es causa de la forma sustentándola como sujeto en el cual existe. La forma es causa de la materia haciéndola existente en acto. Una es por la otra y la otra por la una. De aquí que la materia y la forma sean recíprocamente relativas y posean la misma existencia, y existencializadas, la materia y la forma constituyen una esencia particular, concreta, singular. Hay en ellas una unidad substancial que trasciende la del mero agregado. La esencia concreta resulta de ellas. La unión de materia y forma se explica en función de la causalidad recíproca. La esencia particular surge de la materia y la forma sin necesidad de vínculo alguno que las religue y ate. Ex materia et forma fit unum nullo vinculo extraneo eas colligante.” (II Contra Gentes. c.58, Adhuc.). (Op. cit. pág. 257).
Lectura IVa
ESTRUCTURA DE MATERIA Y FORMA
ARISTÓTELES
“Definidas, pues, todas estas cosas de todos los seres que se hacen o devienen, nos es posible deducir esto, si uno presta atención a ello: que, como decimos, es siempre necesario que exista un sujeto que se haga o devenga.”
“…Pero que las substancias y cuantas otras cosas existen absolutamente se hacen a partir de un sujeto, resulta evidente para quien lo someta a su consideración. Siempre, en efecto, existe un sujeto, a partir del cual se hace lo que se produce o deviene; por ejemplo, las plantas y los animales proceden de una semilla.”
“Ahora bien: las cosas que se producen simplemente, se hacen en parte, por un cambio de figura, como, por ejemplo, la estatua, que se hace a partir del bronce; unos seres se producen por adición, como los que aumentan; otros, por substracción, como, por ejemplo, mercurio a partir de la piedra; otros, por composición, como la casa; otros, por variación, como aquellos en que la materia cambia. Ahora bien, es evidente que todas las cosas que se hacen así, se hacen a partir de una materia-sujeto.”
“En consecuencia: por todo lo dicho resulta claro que todo lo que se hace es simplemente compuesto siempre, y que existe con certeza algo que se hace o deviene, y que existe también algo en lo cual aquello se cambia…”
“Por consiguiente, puesto que las causas y los principios de los seres que existen según la naturaleza son aquellas cosas por quienes están constituidas las cosas primeramente, y que han sido producidas no de manera accidental, antes cada una de ellas es predicada según la esencia, es evidente que todas las cosas se hacen a partir de un sujeto y una forma…”
“…Ahora bien: la naturaleza que queda sujeta al cambio o a los contrarios se puede conocer por analogía. Pues es la misma condición en que se halla el bronce respecto de la estatua, o la madera respecto del lecho, o bien la materia y lo que carece de forma, antes de recibir una forma, respecto de cualquier cosa que posee ya una forma; en esta misma relación se halla esta naturaleza respecto de la substancia, respecto de lo que es un algo determinado o esencia, y respecto del ser. Esto es, por tanto, un principio, aunque, sin embargo, no sea unidad ni ser, de la misma manera que es unidad o ser una esencia. Pero es uno en el orden lógico. Además existe también su contrario, que es la privación.” (Física. Lib. I, cap. 7)
“La materia en parte muere y se produce y en parte no. Pues en cuanto es algo en algo, muere por sí misma. Porque lo que perece está en ella misma, a saber, la privación. Pero mirada desde el punto de vista de su potencialidad, no se produce ni muere esencialmente, antes es necesario que sea incorruptible y no engendrada9. Porque de producirse o venir a ser, sería necesario hubiera en ella un primer sujeto, a saber, aquello de lo cual, como de un componente o parte constitutiva o esencial, ella se hiciera. Ahora bien: esto es la misma naturaleza de la materia, de donde resultaría que ella misma existe ya antes de hacerse. Porque llamo, en efecto, materia al primer sujeto de cada cosa y cada ser, a partir del cual sujeto, como de un elemento constitutivo, se hace o viene a ser algo, y no de una manera accidental. Y es también el término a que viene a parar finalmente lo que se destruye. De manera que le sería necesario ser corrompida o destruida antes ya de iniciar su destrucción.”
“En fin, por lo que respecta al principio que concebimos como forma, si uno o varios y cuál o cuáles son, es asunto que toca a la filosofía primera definir con exactitud. Por esta razón, lo dejamos para aquella ocasión y lugar…” (Física, Lib. 1, Cap. 9)10
Lectura Va
ATOMISMO CIENTÍFICO Y TEORÍA HILEMÓRFICA
ANTONIO MILLÁN PUELLES
(FUNDAMENTOS DE FILOSOFÍA CIT.)
“El atomismo científico no pretende hacer ninguna clase de afirmación acerca de la esencia de los cuerpos. Es una teoría relativa a la composición fenoménica del mundo material… Bajo la forma de atomismo dinámico, no entra realmente en pugna con la concepción hilemorfista, pues aunque no establece en las realidades corpóreas la presencia de formas substanciales, tampoco se fundamenta sobre bases de las que deba desprenderse la negación de ellas. En realidad, el atomismo dinámico científico no se plantea este problema, ni tiene siquiera por qué planteárselo, ya que escapa a sus métodos y a la finalidad y significación del saber meramente positivo”.
“… reconoce en el mundo material —precisamente para la explicación de los fenómenos— energías o principios activos (cuyo alcance óntico no determina, porque no es una teoría filosófica, sino exclusivamente un sistema científico “positivo”).”
“El hilemorfismo y el atomismo científico no están, por lo tanto, en pugna, antes, por el contrario, se complementan y perfeccionan mutuamente como conocimientos de los cuerpos, siendo el primero una teoría filosófica de la estructura substancial de estos, y el segundo una hipótesis, suficientemente confirmada en sus principales líneas, acerca de la composición fenoménica, meramente física, del mundo material.”
“Por lo demás, la teoría hilemorfista no pretende imponer límite alguno a la investigación empírica positiva. La estructura de materia prima y forma substancial no es de índole empírica y, en consecuencia, ningún experimento puede hacerla patente y “terminar” así la labor de la ciencia fenoménica”. (Op. cit., págs. 288-289).
8 Materia prima y forma substancial.
9 Aristóteles pensaba que la materia prima era eterna: en este pasaje se manifiesta su doctrina al respecto.
10 Versión de Samaranch en la edición de Aguilar de las obras de Aristóteles citada anteriormente.