Читать книгу Especias que curan - Josep Lluís Berdonces - Страница 32
SIGNO DE DISTINCIÓN
ОглавлениеLos griegos y romanos solían premiar a los vencedores con coronas de laurel, y de ahí deriva laureado, empleado para decir de una persona que ha conseguido un reconocimiento académico.
Pero no solo los generales y poetas victoriosos se coronaban con el laurel, sino que Esculapio, el dios de la medicina, también porta una corona de laurel en su frente. Y el emperador romano Tiberio tenía tanta fe en las coronas de laurel, que cuando había tormenta se las ponía en la cabeza para que no lo partiera un rayo; lo mismo hizo Nerón para protegerse de la peste que asolaba Roma.
El término baccalaureado (del cual deriva la conocida bachiller), quiere decir coronado con laurel, o con bayas de laurel, como signo de distinción, sabiduría u honor.
La acción anticancerosa del extracto de laurel es más completa, porque también tiene una acción antibiótica en bacterias y hongos.
El efecto antioxidante del aceite esencial también ha sido evaluado, y los autores lo han relacionado con el contenido en cineol. Se puede considerar al laurel como un antioxidante potente.
Para el dolor reumático
Se utiliza su aceite para preparar lociones o cremas antirreumáticas y parasiticidas, y también para instilar en los oídos en caso de dolor, pero siempre por vía externa, ya que por vía interna siempre es irritante; es precisamente esta acción moderadamente irritante lo que lo hace útil en afecciones reumáticas.
La efectividad del laurel como antirreumático es bien conocida, y nos será útil el aceite, el aceite esencial y las infusiones.
Digestivo
La infusión de las hojas tiene un notable efecto digestivo y eupéptico, una de las razones por la que se utiliza como hierba culinaria en la cocina. Se recomienda también su infusión o decocción para regular la regla, como sudorífico en casos de fiebre y también como tónico y estimulante suave.
Las hojas de laurel son estomacales, antiflatulentas, algo diuréticas y expectorantes.
Es por ello que el laurel está indicado en casos de digestiones difíciles, y en aquellos procesos respiratorios producto de los resfriados o bronquitis simples.
Históricamente, se ha utilizado para las más diversas afecciones: epilepsia, reglas insuficientes, fiebres, etcétera.