Читать книгу Políticas públicas e innovación - J.S. Baixauli - Страница 37

2. LOS ELEMENTOS

Оглавление

La empresa familiar se sustenta en las dos realidades, que en tanto que organizaciones humanas están sometidos a continuos cambios adaptativos y creativos. El “término ‘familia’ se refiere a un núcleo social básico constituido por personas que mantienen entre sí una estrecha relación de parentesco y que cubre las necesidades básicas de enculturación y crianza de los individuos” (GRAU REBOLLO: 2018: 233). La familia en tanto que “sistema complejo adaptativo” (ÁLVAREZ-MUNÁRRIZ, 2011a: 426) puede estudiarse a partir del modelo ecosistémico (ÁLVAREZ-MUNÁRRIZ, 2011b: 80), que combina las aportaciones de las ciencias de la complejidad y las ideas de G.H. Mead sobre organismo, entorno y emergencia, a través del cual podemos analizar las constricciones internas y externas que soportan las personas y sus relaciones a lo largo del tiempo. La complejidad de las estructuras familiares actuales sería una expresión inherente a la vida moderna (MORIN: 2011).

Numerosas investigaciones en el ámbito de las ciencias sociales coinciden en señalar una importante transformación de las formas parentales y de la composición familiar. El matrimonio ha perdido hegemonía en las sociedades tecnologizadas, lo que supone un aumento de la soltería como opción de vida (CASTELLS, 1999) y el incremento de los divorcios, aunque esto no suponga una reducción del número de parejas como raíz estructural de los vínculos sociales (COMAS, 2007), puesto que tras las rupturas matrimoniales hay nuevas recomposiciones familiares, formas emergentes o inéditas como las familias homoparentales, las derivaciones de la reproducción asistida (Antón Hurtado, 1999), las mujeres que no desean ser madres y, aunque sea una tendencia minoritaria, la manera de ser padre tras el divorcio o de ser padre en solitario. La centralidad del vínculo conyugal es sustituida por la filiación que regula la parentalidad, en tanto que la familia contemporánea se institucionaliza con el nacimiento de nuevas criaturas (SEGALEN, 2012: 7). RIVAS (2007) señala que se han planteado rupturas conceptuales y el análisis de nuevos retos en la construcción de las identidades familiares. Estos desafíos inducen a reflexionar acerca de la fragilidad de significados constitutivos de la vida familiar, como la convivencia, la conyugalidad y la certeza de la sangre. Se hace necesaria la redefinición de marcadores identitarios como los que definen lo que es ser madre, padre, hermano/a, hijo/a, abuelo/a. Para estudiar esta nueva realidad, la antropología del parentesco ha propuesto una teoría sociocultural de la procreación que incluye la crianza y la atribución de la responsabilidad de la misma hasta la madurez social de los seres humanos, superando la dicotomía teórica entre descendencia y alianza (GONZÁLEZ ECHEVARRÍA et al., 2010). Este nuevo enfoque analítico facilita el estudio de la organización de la sexualidad y de la procreación en las nuevas formas de familia y permite reflexionar sobre los procesos de pluriparentalidad ajenos a la consanguinidad que surgen de la filiación voluntaria y por elección (LE GALL, 2003; BESTARD, 2004; CADORET 2011). Así, “la antropología de la procreación también plantea una mirada crítica a las políticas públicas que regulan el parentesco, la familia y los modos de crianza” (FERNÁNDEZ-RASINES, 2016: 120).

“La empresa es una organización compleja, plural y dinámica” (MARTÍN CASTEJÓN, 2011:19) que ejerce su actividad dentro del sistema capitalista. La empresa familiar también forma parte de este sistema económico y podría definirse como una “organización cuyo capital es de propiedad privada, que contrata mano de obra de terceros, predominantemente bajo la forma de asalariada y cuyo objetivo es generar un producto o servicio que se vende en el mercado con el fin de obtener un resultado mayor que el costo de generarlo, es decir, la obtención de un beneficio […] la empresa familiar tiene la particularidad de que su capital es de propiedad familiar” (GUILLERMO QUIRÓS, 1998: 131). Al igual que en la familia hay un aumento de la variedad de parientes, en la empresa también asistimos a la ampliación de intervinientes, tanto en su número como en su variedad. Podemos enumerar a los propietarios, generalmente, la familia, que también pueden desempeñar funciones laborales, de organización y toma de decisiones. Los trabajadores, los clientes, los proveedores, los asesores para afrontar la complejidad de una economía global, como en la que estamos inmersos e incluso la incorporación de investigadores o convenios con grupos de investigación que permitan asumir los procesos de innovación tecnológica, cada vez más demandados.

Políticas públicas e innovación

Подняться наверх