Читать книгу Políticas públicas e innovación - J.S. Baixauli - Страница 39

La trayectoria de la empresa familiar arranca con un periodo fundacional en el que suele haber un solo fundador, o una pareja fundadora que toma la iniciativa de fundar una empresa con entusiasmo, una mentalidad abierta adaptada a los cambios del entorno y sustentada en la ética del trabajo y la cultura del esfuerzo. Es muy frecuente que sean trabajadores que se transforman en empresarios porque su experiencia profesional los lleva a ver oportunidades de negocio en la mejora o la innovación de productos o servicios que ya conocen. Son personas que rompen con tradiciones familiares y se hacen a sí mismos con el objetivo de ascender en la escala social. Esta etapa inicial se prolonga durante un largo periodo de tiempo, que puede oscilar entre los 25 y 40 años (GUILLERMO QUIRÓS, 1998) en el que la educación y vinculación de los futuros propietarios con la empresa se ha llevado a cabo de manera unívoca a través de diferentes etapas. Una primera incorporación de esta nueva generación, su desarrollo en la empresa, el cogobierno, la sucesión y finalmente la herencia. Suele ser en las últimas etapas de este proceso cuando se suscitan las primeras situaciones de conflicto, especialmente en la sucesión, porque la herencia está regulada legalmente en el Código Civil.

“El relevo generacional es tanto un proceso social como un proceso discursivo sobre la estabilidad de la empresa y la unidad familiar” (RODRÍGUEZ ALCAIDE, RODRÍGUEZ ZAPATERO y RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, 2011: 15). Es un proceso social porque se transfiere un capital social representado por una red de confianza tejida por el fundador con banqueros, proveedores y clientes que, de alguna forma, tienen que aprobar el relevo para seguir confiando. Pero la mayor tensión se suscita en el proceso discursivo en el que inciden de lleno un cambio de mentalidad referido a condicionantes de género. El legado empresarial es la expresión de los sentimientos patriarcales para planificar la sucesión. “El padre-fundador incorpora el ideal masculino de independencia que requiere la dependencia de otras personas” (RODRÍGUEZ ALCAIDE et al., 2011: 17), lo que es contradictorio en sus términos, porque el deseo de crear hijos independientes se contradice con el deseo de legar el proyecto empresarial a todos ellos, por eso en la empresa familiar los hijos pueden alcanzar independencia económica, pero no profesional, porque están bajo la autoridad del fundador. Se establece un contencioso entre la independencia de la segunda generación y la unidad de la familia, con una clara adscripción de género, mientras que los hombres comentan el conflicto cuando está superado, las mujeres lo hacen en el momento en el que se produce.

La segunda generación ha aprendido al lado del padre o bajo sus directrices en contextos de formación externa, participa de actitudes y valores vistos en el fundador, y aporta la energía y el talento para adaptarse a nuevos entornos globales y tecnológicos, pero la acumulación de capital y su consiguiente reinversión para mantener la competitividad de la empresa obliga, como en la Parábola de los talentos (Mateo 25, 14-30; Lucas 19, 12-27) a crecer y diversificarse, lo que implica la incorporación de más miembros de la familia. Ya no son el padre y los hijos, sino también las madres e hijas, cónyuges, tíos, sobrino y primos. La complejidad de esta realidad se condensa en el refrán “el padre la fundó, el hijo la desarrolló y el nieto la destruyó”. La familia se diversifica, los lazos se debilitan y se distancian. La familia se adapta a entornos de relación emocional que pueden desestabilizarse con el paso de los años o por acontecimientos frecuentes como las rupturas de parejas, formación de nuevas, lo que va minando los pilares de confianza y solidaridad sobre los que se sustentaban en sus inicios y son sustituidos por deslealtad y traición que los llevan a la destrucción.

El relevo generacional en la empresa familiar debe subvertir el enfoque machista y patriarcal e incorporar la normativa sobre familia y género que se ha promulgado, así como aprovechar las políticas públicas de innovación.