Читать книгу Políticas públicas e innovación - J.S. Baixauli - Страница 42

En este tiempo de la pandemia, producida por el Covid-19, hemos podido comprobar que la salud y la economía del país van de la mano. A pesar que, en el principio de esta situación, se intentó minimizar el impacto negativo producido por la pandemia en nuestra economía, con la puesta en marcha de medidas de choque, como los avales ICO o el sistema de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Sin embargo, la evolución de las empresas, especialmente las pymes familiares, no ha sido satisfactoria. Aunque todo lo que ha ocurrido durante este tiempo no todo tiene porque ser negativo, ya que las empresas familiares también pueden ver en esta crisis una oportunidad para reestructurar, reenfocar y hacer crecer sus negocios. Para ello, deben apostar por la creación de soluciones innovadoras que, junto con la sostenibilidad, les permitan seguir creciendo. Esta fue una de las principales conclusiones que se obtuvieron en el XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, celebrado online en octubre del año 2020. Donde Marc Puig, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, puso de relieve la difícil situación que atraviesan las empresas familiares, especialmente las pymes, pero también la posibilidad de salir reforzados de esta situación: “Tenemos frente a nosotros una oportunidad de modernización, de propiciar el siguiente salto a nuevas cotas de desarrollo tecnológico, ecológico y de productividad. Esa apuesta es, a la vez, una de las claves de la salida a la crisis de la pandemia”. En esta misma línea, Marc Puig manifestó también: “La distribución del Fondo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea no va a resolver todos nuestros problemas, pero es un punto de apoyo que no debemos desaprovechar. Los empresarios familiares tenemos mucho que aportar, muchísimo, para garantizar un uso eficaz de esas ayudas que permita que las empresas españolas ganen competitividad y creen nuevos y mejores empleos y podamos salir de esta crisis”. Así mismo, también se manifestó el compromiso de colaborar con el Gobierno en la identificación de proyectos que encajen en las líneas definidas en el Plan España Puede, el cual guiará la ejecución de 72.000 millones de euros de fondos europeos hasta 2023 y movilizará en los próximos tres años el 50% de los recursos con los que cuenta España. Queda de esta forma manifiesto que los empresarios/as familiares apuestan por un uso eficiente de los fondos europeos que recibirá España para afrontar la recuperación. Siendo para ellos prioritario el fomento de la innovación, el cual crece a medida que aumenta el tamaño de las empresas, ya que las pymes familiares tienen mayores dificultades para destinar recursos y tiempo al I+D+i que las grandes empresas, ya que están más enfocadas en la rentabilidad del día a día para poder subsistir. También, manifestaron abiertamente sus quejas, debidas principalmente a las diferencias de tributación que existen dependiendo de la Comunidad Autónoma donde se encuentre ubicada la compañía. En este sentido, los empresarios/as familiares esperan que el Gobierno de la Nación ejecute un plan de armonización tributaria para eliminar las diferencias existentes.

A modo de conclusión, hemos de destacar la gran importancia que tiene para la empresa familiar el tener un modelo de negocio que sea flexible y adaptado a su sector, ya que para garantizar su continuidad es fundamental ser flexible a los cambios y saber reaccionar de una forma acertada a los mismos. Además, debido al alto nivel de control de la familia sobre la empresa y la concentración de la riqueza, hemos podido comprobar, a través de los diferentes estudios realizados, que, aunque invierten menos en innovación, tienen una mayor tasa de conversión de la entrada de la innovación en la producción, que las empresas no familiares. Por último, a través de la mirada de la Antropología Social, hemos conocido que son organizaciones vulnerables por el lado afectivo, ya que los lazos familiares se pueden romper con facilidad ante una situación de relevo generacional, crisis o de quiebra del negocio. Por eso, es necesario fortalecerlos y la mejor forma de hacerlo es profesionalizar a estas empresas y orientarlas a la innovación, con ayudas que las favorezcan en este sentido.