Читать книгу Salud y asistencia sanitaria en España en tiempos de pandemia covid-19 - Juan Carlos Alvarez Cortes - Страница 180

En sector salud, también se utilizan muchas aplicaciones en las tareas de orden administrativo. El uso de la IA es algo con menor potencial revolucionario en este ámbito en comparación con el impacto que tiene en la atención al paciente, pero puede proporcionar una eficiencia sustancial. Ello es necesario en la gestión del sistema de salud porque, por ejemplo, una enfermera o un médico a menudo dedican la mayor parte de su tiempo de trabajo a actividades normativas y administrativas. La tecnología que probablemente sea más relevante para este objetivo es la RPA. Puede utilizarse para diversas aplicaciones en el ámbito de la sanidad, como por ejemplo para procesar reclamaciones, para la documentación clínica, la gestión de ingresos, la gestión de historiales médicos o para concretar citas. Algunas estructuras sanitarias también han experimentado los chatbots para la interacción con los pacientes y usuarios26. Un intento similar tuvo lugar en España a lo largo del pasado año por el colapso de las redes sanitarias, pues durante el confinamiento, las nuevas tecnologías adquirieron rápidamente un papel relevante en la gestión de la comunicación con los usuarios, no solo en el sector privado, sino también en el sector de los servicios sanitarios. Tras un estudio hecho sobre el nivel de uso de los chatbots sanitarios específicamente creados para la COVID-19 con la finalidad de descongestionar los servicios sanitarios en España, se ha llegado a la conclusión de que el nivel de uso de los mismo ha llegado solo a un 30% de la muestra analizada y que los usuarios han empleado este tipo de asistentes lo han hecho con fines meramente informativos27.

El sector de las farmacéuticas y de la tecnología médica tampoco se quedaron atrás, ya que el uso de la IA en la salud implica también el uso de IA en la investigación, ensayos y monitoreo de los productos farmacéuticos. En este sentido se utiliza la IA para indagar en la literatura médica y los ensayos clínicos realizados ya, otros nuevos usos para las sustancias ya existentes y analizar datos genéticos para llegar a nuevas hipótesis sobre compuestos que podrían curar enfermedades.

Y es que, sin ir más lejos, ciertas sustancias que se han utilizado para tratar el SARS Cov-2 que provocó la pandemia que todavía estamos padeciendo, se identificaron usando las técnicas de aprendizaje automático. Incluso cuando se trata de herramientas para mejorar el reclutamiento de pacientes, se podría utilizar la IA para buscar en los registros de salud y encontrar lugares para llevar a cabo ensayos clínicos que tengan significativas muestras de pacientes con el perfil digital adecuado para responder al tratamiento. Como es lógico, estas herramientas deberían de ser validadas y programadas de tal forma que acierten en la elección de los candidatos necesarios para dichos ensayos clínicos28.

A modo de resumen, podríamos decir que las nuevas realidades plantean siempre nuevos retos para las sociedades del mundo y la aparición de las tecnologías basadas en IA no son más que nuevas herramientas al cuyo uso nos iremos acostumbrando de forma progresiva e iremos implementando en nuestro día a día existencial al igual que lo hicimos en su momento con el surgimiento del internet. Todo lo nuevo revoluciona y tal como lo expresa la doctrina, los avances de tal calibre han de suscitar necesariamente, sobre todo en el ámbito del derecho, un debate sobre la aparición de una nueva rama de conocimiento, en este caso de un derecho de la robótica como disciplina jurídica que sobrepasaría la mera aplicación de la Informática a desarrollos jurídicos de carácter auxiliar, como los análisis estadísticos de decisiones judiciales, o el análisis económico de las decisiones jurídicas29.

La nueva disciplina a la nos enfrentaríamos denominada Jurimetrics en la visión norteamericana supondría, sin lugar a dudas, otra asignatura pendiente para el legislador español y no solamente, pues ya podría tratar de frente varias facetas relacionas con el Derecho Social, en tanto en cuanto habría que tratar en relación a esta materia del mundo laboral digitalizado aspectos como la prevención de riesgo laborales y nuevas técnicas y medidas de protección de los trabajadores del siglo XXI, la problemática sobre la protección de datos de carácter personal y todo lo que ello entraña (o, mejor dicho, la nueva enfermedad contemporánea llamada “empresa panóptica” cuyo surgimiento ya intuía George Orwell en 1948 cuando escribía la novela Nineteen Eighty-Four, adivinando en cierta medida el carácter omnipresente y vigilante que hoy día tienen las empresas), los nuevos planteamientos sobre la discriminación digital y, por supuesto, la necesidad de replantear las políticas públicas de tal manera que se adapten a los cambios sociales y económicos actuales y futuros.