Читать книгу Biblioteca Studio Ghibli: La princesa Mononoke - Laura Montero Plata - Страница 38
DESTRUIR LA IMAGEN DE STUDIO GHIBLI
ОглавлениеCon la trama de Mononoke hime completamente reescrita, el nuevo largometraje de la compañía se propuso aglutinar una serie de temas necesarios para hacer frente al mundo a las puertas del siglo XXI. En el extensísimo documental sobre el making of de la película, ‘Mononoke hime’ ha kōshite umareta [Así nació ‘La princesa Mononoke’], el narrador navega por los cincos grandes temas que el cineasta japonés pretendía abordar en la película. El primero se centra en el vacío que los niños y los jóvenes sienten en su interior. Sus corazones se sienten atormentados sin razón aparente, por lo que no saben cómo confrontar con esperanza el presente y el futuro. La segunda cuestión que trata es el inevitable problema de las enfermedades y de la discriminación social debido a éstas, a la raza, al género, etc. En tercer término se centra en la relación del hombre con la Naturaleza: cómo debe la Humanidad vivir sin destruir el medio ambiente. El hombre debe recordar que es la Naturaleza la que nos permite sobrevivir. El cuarto gira en torno a los instintos negativos del ser humano, el karma, que aparecen con mucha facilidad. Sentimientos como el odio o la ira están dentro de nosotros. Lo bueno y lo malo conviven en nuestro interior. Y en última instancia, Miyazaki quería tratar el asunto de cómo se debe afrontar el miedo al ser conscientes de la lucha interior entre nuestros sentimientos y nuestra razón. En muchas ocasiones nos sentimos abrumados cuando somos testigos de eventos sobrenaturales y aun así tendemos a racionalizarlo todo.
La seriedad de estos temas alejaba a La princesa Mononoke de la filmografía anterior de Hayao Miyazaki. Aunque había abordado algunos de ellos en filmes como Nausicaä del Valle del Viento o Porco Rosso, el tono era definitivamente más lúgubre, al igual que lo era su propia actitud con respecto a la situación del momento. Este último punto pudo bien haber sido el motivo por el cual el cineasta decidió abandonar su tono narrativo precedente y romper con la imagen que había construido en torno a Ghibli. En varias declaraciones ha confesado que uno de los motivos que le decidió a emprender este giro radical fue escuchar que Studio Ghibli era adorable y que hacía películas amables sobre la Naturaleza. Con La princesa Mononoke sintió la necesidad de acabar con esta etiqueta, en una estrategia que iba en contra de las expectativas del público pero que también sirvió para sorprenderle y hacerle acudir a las salas de cine. El problema sobre el medio ambiente se volvía acuciante y ya no bastaba con transmitir un mensaje esperanzador sobre la necesidad de proteger la Naturaleza y de iniciar una nueva relación entre la sociedad contemporánea y ésta. El mundo tiene una complejidad que no había tratado hasta ese momento y el cineasta se propuso abordar este tema desde diferentes ángulos para demostrar que, aunque las soluciones no son simples porque todas las partes implicadas tienen motivos para actuar como actúan, es necesario reflexionar sobre la acción y las consecuencias que el hombre ejerce sobre su entorno y, sobre todo, sobre el medio que le permite seguir existiendo. Después de todo, como afirma el animador con rotundidad en el texto en el que desarrollaba las ideas básicas de La princesa Mononoke:
No pretendo resolver todos los problemas del mundo. Nunca podrá haber un final feliz en la batalla entre la Humanidad y los feroces dioses. Incluso así, en medio del odio y la carnicería, la vida sigue mereciendo ser vivida. Es posible que encuentros maravillosos y cosas bellas existan.
Representaré animosidad pero solo para mostrar que, de hecho, hay cosas más importantes. Representaré la esclavitud de una maldición solo para mostrar el júbilo de la liberación. Lo que quiero mostrar es al chico llegando a un entendimiento con la chica, y el proceso en el que la chica le abre su corazón al chico. Al final, la chica puede que le diga al chico: «Te quiero, Ashitaka, pero no puedo perdonar a los humanos». El muchacho le sonreirá y dirá «No pasa nada. Por favor, vive conmigo».
Esta es la clase de película que quiero hacer (Miyazaki, 2014a: 16-17).
2 Para evitar posibles confusiones nos referiremos al manga creado en 1980 por su título original japonés –Mononoke hime– y a la película por su traducción literal y título oficial en castellano –La princesa Mononoke–.
3 Onigawara es un ornamento de los tejados japoneses representando una gran cabeza de oni –demonio u ogro–.
4 El cuento de Mononoke hime cuenta con una traducción al inglés, publicada en 2014 por Viz LLC con el nombre de Princess Mononoke. The First Story.
5 En el original japonés: ‘Shishigami’ es la unión de シシ –shishi– (ciervo) y 神 –kami–. Kami es un término japonés difícil de traducir al castellano. Por una cuestión de fluidez y consistencia con la traducción de la película usaremos ‘dios’ para referirnos a ‘kami’. Sin embargo, la nomenclatura incluye dioses, espíritus y toda clase de seres fantásticos, bondadosos o malvados, que poseen una cualidad extraordinaria.