Читать книгу ¿Qué hace un psicoanalista en un hospital? - Lorena Aguirre - Страница 21
5. Escribir y abrir el intercambio
ОглавлениеLa práctica de un psicoanálisis reflexivo invita a escribir, a supervisar y producir. Construir un momento de reflexión sobre la práctica misma, posterior a lo vivencial, instala una pausa que permite trabajar la pregunta. El escrito materializa la brújula para seguir o rever la orientación planteada en un inicio. Aquí es donde tiene lugar la supervisión de la práctica clínica, la interlocución con colegas o profesionales. Esa es la importancia de espacio de supervisión en un establecimiento público, que permite reflexionar sobre los abordajes grupales; cómo pensar el trabajo en la internación, en la casuística médica, con los “casos críticos”; las internaciones de salud mental; las interconsultas, cómo armar las admisiones; cómo analizar la problemática institucional del hospital; cómo no alienarse en el discurso médico. Y en este proceso de escribir deviene la transferencia de un saber; este producir se transforma en un deseo de transmisión. ¿Cómo construir la transmisión de estas prácticas, las propuestas de docencia y de formación para colegas, para los médicos y enfermeros? ¿Qué tipo de saberes necesitamos para afrontar nuestro quehacer? Este interrogante lleva a otros y así se va armando un recorrido.
“El analista es al menos dos”, afirma Schab: uno en la transferencia y otro cuando puede dar cuenta de lo que hace.
Lacan dirá en el Seminario 22, RSI, clase 1: “Es necesario que el analista sea al menos dos”. Insiste en que esté atravesado por la castración y por fuera de la posición de Uno: ideal. La castración se pone en juego en el analista, lo que indica que no hay garantías y en ello consiste la diferencia con el discurso médico. Además, por ser al menos dos, es el que hace clínica de su praxis, es decir, teoriza los efectos que produce con sus operaciones en una lectura de lo particular. (Schab, 2010)
Este tema se abordará y reflexionará más adelante, en el Capítulo 12.