Читать книгу Protección jurídica de menores víctimas de violencia de género a través de internet - Melania Palop Belloch - Страница 10
III. EL CICLO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN LAS RELACIONES DE PAREJA DE MENORES
ОглавлениеWalker47) definió el ciclo de la violencia de género debido a los testimonios de las mujeres víctimas de violencia de género que trataba por su labor profesional como psicóloga y terapeuta, identificando cuatro fases: fase de acumulación de tensión, fase de estallido de la tensión, fase de luna de miel o arrepentimiento y fase de calma aparente.
Estas fases se repiten en la pareja con mayor brevedad en el tiempo y con un aumento en la agresividad en cada una de ellas. Este modelo es muy utilizado en la actualidad por los expertos en género como psicólogos, sociólogos, abogados, CFSE, médicos...para explicar este fenómeno social.
En la primera fase de acumulación de la tensión se producen cambios repentinos en el comportamiento de él, cursando agresividad y violencia hacía ella ante cualquier tipo de situación cotidiana normal de pareja fruto de sus frustraciones. Por ejemplo: ella no le ha respondido por teléfono inmediatamente y él cree que está coqueteando con otro; ella no se viste como él quiere, ella sale con amigas o amigos que no son del agrado de él...
El menor pretende controlar a la menor en todos los aspectos de su vida, ejerciendo sobre ella un abuso psicológico mediante mandatos restrictivos y controladores. La menor se sentirá sin autonomía y sin capacidad de decisión sobre los aspectos de su vida. Dejará de realizar las actividades que le hacían feliz y de salir con gente de su entorno, siendo cada vez más dependiente de él y consiguiendo su aislamiento social y familiar.
Ante este estrés emocional le aparecerán los primeros síntomas de irritabilidad, insomnio, perderá su autoestima, dejadez en forma de vestirse y peinarse, sufrirá ansiedad, sacará malas notas; siendo cada vez más sumisa ante los deseos de él.
La menor carece de formación en violencia de género y por lo tanto de capacidad suficiente para identificar estas conductas como propias de una relación de dominación-sumisión y las considera como un rasgo de masculinidad y de su amor hacía ella al ser normalizadas en los entornos más cercanos de ambos como en la escuela, en la familia y en la sociedad en general a través de la cultura del Estado Patriarcal. Estas conductas preceden a la segunda fase del ciclo de la violencia «estallido de la tensión».
Este proceso de normalización de los estereotipos de género inmersos en la sociedad provoca en las menores situaciones de indefensión aprendida y vulnerabilidad. La «indefensión aprendida» es la pasividad de ella frente a los actos violentos y situaciones no consentidas por falta de empoderamiento, sintiéndose atemorizada por la posible respuesta más violenta y agresiva por parte de él.
La segunda fase es el estallido de la tensión (agresión). Por primera vez el menor no controla su estado anímico y explota su tensión mediante una agresión física sobre la menor. La amenaza del menor se ha producido. Ella ha sido golpeada en el medio físico y él ha publicado en internet contenido negativo sobre ella, siendo la burla del resto de internautas en el mundo virtual.
Este suceso ha acontecido porque la menor no ha cumplido los mandatos de él y la castiga por su conducta desafiante, mostrándola quién es el líder en la relación. La menor ante este suceso offline u online sufrido se sentirá contrariada, bloqueada y conmocionada, es decir, no se puede creer lo ocurrido. Entonces la menor lo minimizará como medio de protección y de supervivencia.
Él justificará este suceso, restándole importancia, transformándolo y culpabilizándola a ella con pretextos como: «Si tú no hubieras colgado esa foto, te lo dije mil veces que no lo hicieras, yo no hubiera mandado esto a tus amigos/as...»; «si me hubieras hecho caso, que te lo dije...48)».
La tercera fase se denomina luna de miel o arrepentimiento. Él pedirá disculpas a la menor mediante regalos, mostrándole su arrepentimiento y siendo cariñoso con ella. Ella lo perdonará, creyendo que todo seguirá como antes del acto violento acontecido.
La cuarta fase llamada la calma aparente. El menor se muestra con la menor calmado, cariñoso, simpático y tolerante. Las conductas agresivas han desaparecido en su relación de pareja.
Sin embargo, estas cuatro fases se repetirán en el tiempo cada vez con mayor brevedad e intensidad tanto en el ámbito offline como online. La tercera y cuarta fase reducirá su duración hasta desaparecer. Por lo tanto la menor continuamente estará sometida a una tensión emocional y a una violencia cada vez más acentuada procedente de la primera y de la segunda fase, provocándola unos efectos muy negativos en la salud psicológica y física de la menor como ideación al suicidio, etc.
Ante estos hechos la menor estará acechada en la red, sufriendo violencia de género virtual en todos sus tipos: ciberacecho (ciberstalking), ciberacoso sexual (sexting), (sextorsión) y ciberacoso psicológico.
Por eso se recomienda el apoyo familiar, la asistencia clínica y el asesoramiento jurídico a la víctima por parte de profesionales especializados para combatir esta lacra social con consecuencias tan devastadoras en las víctimas y, aún más en niñas menores de edad. Y sobre todo en el momento de la ruptura de la relación porque «es de mayor riesgo para la menor al percibir el menor la ruptura definitiva de la relación y la negativa de ella ante sus manipulaciones afectivas49)».