Читать книгу El libro de las religiones monoteístas - Patrick Riviere - Страница 6

Primera parte
LA REVELACIÓN Y EL MENSAJE DE LAS TRES RELIGIONES DEL LIBRO
EL JUDAÍSMO
MOISÉS Y LA TORÁ (LEY)
El Génesis (Bereshit)

Оглавление

En este primer libro del Pentateuco se encuentran los orígenes del universo y de la humanidad. Asistimos así a dos relatos de la Creación.

En el primero se ve a Dios (Elohim) crear sucesivamente en seis días: el Cielo y la Tierra, el reino vegetal, el día y la noche, los animales acuáticos y terrestres, y luego al hombre y la mujer, a su imagen divina, exhortándolos a crecer y multiplicar su especie dominando los reinos anteriormente creados. El séptimo día fue un día de descanso bendecido y santificado por Dios.

En el segundo relato, después de crear el Cielo y la Tierra y, luego, un mar brotando de esta, haciéndola fértil, Yahvé modeló al primer hombre, a partir del barro del suelo (adâma) – de ahí su futuro nombre, Adán–, y le insufló la vida por los orificios nasales, dando lugar así a la humanidad, que debía sucederle. Yahvé creó luego el paraíso (Edén), como un magnífico oasis oriental, y plantó en él el Árbol de la Vida, que representaba la inmortalidad; Adán tenía como misión cultivar y cuidar este magnífico jardín. Dirigiéndose a él, Yahvé le hizo este mandamiento: «De todos los árboles del paraíso puedes comer, pero del Árbol de la Ciencia del bien y del mal no comas, porque el día que de él comieres, ciertamente, morirías» (Génesis 2, 16-17).

Más tarde, con el fin de que el hombre no estuviera solo, Yahvé creó a todas las especies animales, que Adán debía nombrar. Y le concedió a este una compañera, la futura Eva, que extrajo de una de sus costillas, «carne de su carne» (en hebreo, al hombre se le llama îsh, y a la mujer, Ishsha).

La serpiente, el animal más astuto que creó Yahvé, intentó seducir a la mujer, despertando en ella el deseo de probar el fruto prohibido del Árbol del Conocimiento del bien y del mal, y se justificó diciendo que Yahvé había mentido y que si el hombre y la mujer comían de él, sus ojos se abrirían y se volverían semejantes a los dioses, que distinguen el bien y el mal. Eso es lo que hizo la mujer, dando también de comer al hombre. Ambos, al cometer así el «pecado original», supieron que iban desnudos e intentaron ocultarse de la vista de Yahvé, pero este se dio cuenta de su desobediencia; ese fue el principio de su «caída». Para castigarlos, Yahvé los expulsó del paraíso, condenándolos a una muerte terrenal, al sufrimiento físico y a la dura tarea diaria de ganarse la vida. Luego colocó delante del Edén a unos querubines (ángeles) y la llama de la fulgurante espada para guardar el camino que llevaba al Árbol de la Vida (Génesis 3).

Adán y Eva engendraron a Caín, y luego a Abel. Más tarde, el primero se dedicó a cultivar la tierra, mientras que el segundo se hizo pastor. Las ofrendas vegetales de Caín fueron rechazadas por Yahvé, mientras que el holocausto del primer cordero nacido del rebaño de Abel fue agradecido por la divinidad. Caín, celoso, mató a su hermano. Yahvé lo maldijo y lo condenó a errar, pero aun así le aseguró una descendencia.

Adán y Eva tuvieron otro hijo, Set, que reemplazó al difunto Abel. Set tuvo una larga descendencia que invocó a Yahvé, hasta llegar a Noé, que engendró a Sem, Cam y Jafet. Sin embargo, «los hijos de Dios conocieron a las hijas de los hombres», y, a causa de los malos propósitos de estos, Yahvé decidió borrar su Creación, con excepción del patriarca Noé, que fue el único que halló la gracia a sus ojos.

Yahvé encargó a Noé la misión de construir un arca, que salvaría a su familia y a todas las especies animales del Diluvio que había destinado a la Tierra. Las aguas inundaron la Tierra, pero luego se retiraron y la inundación tuvo su fin en la decrecida. Entonces, Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: «Procread y multiplicaos, y llenad la tierra» (Génesis 9, 1), y concluyó así la primera alianza con la humanidad, simbolizada por un arco iris a modo de testimonio. Sem, Cam y Jafet tuvieron una larga descendencia que pobló la tierra, hasta la llegada de Abraham, y, más tarde, de Moisés.

El libro de las religiones monoteístas

Подняться наверх