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INTRODUCCIÓN I. VIDA DE PAULINO DE NOLA
ОглавлениеLa vida de Paulino de Nola 1 ha suscitado un buen número de estudios. El santo nolano constituye una de las figuras más poliédricas, complejas 2 y representativas del siglo IV d. C., una época en la que destacan una serie de hombres de extraordinaria personalidad que, convertidos unos en los paladines de la naciente cultura cristiana, y otros en héroes del decadente paganismo, dirimen un profundo conflicto que, si bien ha emanado de las conciencias, acaba por transcender la frontera del individuo y viene a asentarse en la mentalidad de la sociedad. En el conflicto religioso entre cristianos y paganos Paulino es el mejor reflejo de su tiempo, pues en su rica personalidad se aúnan las dos ideas enfrentadas en la lid. Fue educado, en efecto, en los principios de una cultura que moría y, por vicisitudes de su vida, se convirtió a las ideas de la pujante ideología cristiana. A pesar de ello, su actitud dialogante fue a veces incomprendida en uno y otro campo, de manera que constituyó un verdadero escándalo tanto para sus antiguos amigos cuando abrazó la nueva fe, como para algunos de los nuevos cuando renunció a todas sus posesiones y riquezas 3 .
La fecha exacta del nacimiento de Poncio Meropio Paulino es incierta, si bien dentro de unos límites bastante precisos donde la opción que cuenta con más probabilidades es la del año 355 d. C., frente a otras fechas que se defienden o se han defendido alguna vez y que sitúan el nacimiento en el año 353 o el 354.
En cuanto a su origen, Paulino es de Burdeos 4 y su familia era de la aristocracia senatorial, tanto por parte de padre como de madre 5 , siendo los dos cristianos, por lo menos cuando murieron 6 , aunque probablemente ya lo eran en la infancia de nuestro autor 7 . Por otro lado, el patrimonio de los Paulinos era inmenso, con propiedades en Fundi 8 (en el Lacio), tal vez en Hispania, concretamente en Ebromago 9 , y sin duda, en Aquitania, de manera que Ausonio puede hablar con toda propiedad de los Paulini regna 10 . En consonancia con esa elevada posición social y económica, Paulino, destinado a la carrera de los honores, se educa con los mejores maestros de su tierra, incluido Ausonio.
En enero del año 381 o a finales del 380 Paulino es gobernador 11 de Campania, y precisamente el día 14 de enero asiste a la fiesta de Félix en Nola y queda fuertemente impresionado por los hechos milagrosos que allí se producen 12 . Es entonces cuando manda reparar la calzada hacia Nola y construye un hospicio junto a la tumba de Félix 13 . Además, a semejanza de la costumbre pagana del barbitondium , celebra su depositio barbae en la capilla del santo, a quien ofrece su primera barba.
En el lapso de tiempo que va de finales del año 384 hasta el año 393 tienen lugar cuatro hechos fundamentales en la vida de Paulino: el matrimonio con Terasia 14 en Hispania; el nacimiento y muerte de su hijo Celso, el bautizo de Paulino en Burdeos y la muerte de su hermano, con el subsiguiente peligro para su propia suerte y la de su patrimonio. El conjunto de estos hechos constituye el detonante que obliga a Paulino a abandonar Aquitania, dirigirse a Hispania, vender sus propiedades y abrazar la vida ascética.
Precisamente en los años de estancia de Paulino en Hispania (389-394) es donde se ha querido situar cierto acercamiento al priscilianismo, un movimiento religioso de ascetismo radical dentro de la búsqueda del homo perfectus 15 . Ésta sería la explicación a la negativa del papa Siriacio a recibir a Paulino y Terasia a su paso por Roma camino de Nola. Otro argumento en favor del priscialinismo de Paulino lo constituye su encuentro con Martín de Tours 16 y la curación que aquél practica en Paulino. Martín, según el relato de Sulpicio Severo 17 , le curó una enfermedad de la vista que, según esta interpretación, no habría sido otra que ser priscilianista 18 . Recientemente Fabre y Lienhard han negado con razones de peso que Paulino fuera un partidario de Prisciliano, aunque se admite un gran parecido en la manera que ambos viven su fe 19 .
Sea como fuere, en el año 394 y ante la aclamación de los fieles mientras se están celebrando los misterios el mismo día de Navidad 20 , Paulino es ordenado sacerdote en Barcelona por el obispo Lampio, pero la ordenación no impide a los esposos emprender viaje a su querida Nola.
No se sabe con exactitud cuándo llegan Paulino y Terasia a Nola. Con toda seguridad, en el otoño del 396 estaban ya allí los esposos, porque el segundo natalicio (14 de enero del año 396), canta la alegría por estar ya en Nola. Nada más llegar, Paulino cae enfermo y, una vez recuperado, los esposos se enfrascan en las tareas de la organización de dos comunidades ascéticas, la de los hombres, que están bajo la tutela de Paulino, y la de las mujeres, que siguen las instrucciones de Terasia. La comunidad no estaba cerrada a las visitas y el cenobio de Paulino en Nola está totalmente abierto al mundo, sea a través de las visitas o de la correspondencia. Paulino se sigue escribiendo con amigos antiguos como Severo, Amando y Delfín, y con otros nuevos, personalidades como Alipio, Agustín o Jerónimo. Las cincuenta y una cartas en prosa no son, dice Fabre 21 , más que una mínima parte de las que escribió. Se reparten entre veinte destinatarios, donde también hay absolutos desconocidos, al parecer gente humilde. En lo que se refiere a las visitas, el año 400 Paulino acoge a dos ilustres personalidades de la cristiandad. Vienen a Nola Melania la Mayor, pariente de Paulino, que, acompañada por un abundante séquito, vuelve a Italia tras veintisiete años en un monasterio en Jerusalén 22 , y Nicetas 23 , obispo de Remesiana, en la Dacia.
La actividad constructora (durante los años 401 a 405) era asimismo otra de las facetas de la relación de Paulino con el mundo. Siendo gobernador de Campania, mandó reparar la calzada que llevaba hasta Nola y construir un hospicio para los pobres 24 . Antes de su llegada había a las afueras de Nola 25 , a un kilómetro aproximadamente, cuatro modestas iglesias o capillas de las que una albergaba el cuerpo de Félix. En su segunda y definitiva estancia, a aquellas cuatro capillas Paulino añadió una quinta basílica de mayor tamaño, la iglesia de los Apóstoles 26 , y construyó otra iglesia en Fundi 27 . Mandó levantar un baptisterio y multiplicó los coros y pórticos. Construyó además varios edificios no sólo para los peregrinos, sino también para albergar a la pequeña comunidad que lo rodeaba. Asimismo dispuso lo conveniente para traer agua a las fuentes 28 de la gran plaza porticada a la que daban las iglesias. Igualmente, Paulino remozó y renovó por completo la basílica en memoria de Félix 29 . Arregló y pintó el pórtico (dañado en un incendio) y transformó el huertecillo interior en un hermoso patio. El techo de la iglesia donde estaba el sepulcro de Félix fue enriquecido con artesonado. Incorporó nuevas lámparas a esta iglesia y las viejas columnas de estuco fueron sustituidas por otras de mármol. Otro hecho que denota la incesante actividad de Paulino es que pasa por ser el inventor de la campana, o al menos así se le dice al visitante de Nola a quien se le muestra la primera campana y el campanario donde estaba colgada. La historia es poco creíble en todos sus términos, y lo único que parece bastante verosímil es que fue Paulino el primero que hizo uso de la campana en una iglesia. No hay que olvidar que fueron célebres los fundidores de bronce de la Campania y que la «nola» es la campana del coro en los monasterios, así como que la propia palabra campana deriva del nombre de esa región italiana.
Paulino fue ordenado obispo de Nola en una fecha situada dentro de los límites bastante precisos que señala la carta 95 de Agustín (del año 408) donde todavía no lo llama episcopus y la cita de La ciudad de Dios I 10, datada en el año 413, que menciona a Paulino como Nolanus episcopus . Su actividad episcopal fue tan importante que el propio emperador Honorio lo invitó a presidir el sínodo general de Espoleto el día 13 de junio del 419.
Inmediatamente antes de la entrada de los bárbaros en Roma, Paulino habría realizado un viaje a Cartago sobre el que hay algunas dudas. Esa travesía y el período de estancia en Cartago acaecieron entre los años 408-409, corroborados por la carta 50, 14, del propio Paulino y por la 149, 2, de Agustín, en la que el obispo de Hipona responde a su mejor amigo y confidente en Italia. Como los natalicios se interrumpen en el 408, hay que suponer que Paulino se ve obligado a dejar Nola y la serie anual de los natalicios no tuvo continuación debido a los apremiantes y graves sucesos que siguieron a la entrada de los godos en la ciudad. Por otra parte, dado que desde el punto de vista textual no hay nada en contra de la referencia a esa estancia que aporta la Carta 50, 14, dum Cartaghini exhiemarem («durante el invierno que pasé en Cartago»), es muy verosímil que Paulino pasara en África 30 el invierno del año 408. Sin embargo, la noticia de su esclavitud en África es insostenible 31 .
No sabemos con exactitud cómo transcurrieron los siguientes años de la vida de Paulino, pero el hecho más significativo de este período tuvo que ser la muerte de Terasia, ocurrida con posterioridad al año 408. A partir de la correspondencia de esos años se deduce que su preocupación fundamental fue la reflexión sobre textos escriturísticos y del Evangelio y de ello escribe a Agustín 32 y a su vez recibe cartas de aquel, aleccionándole sobre el pelagianismo, herejía contra la que luchaban los obispos africanos en torno al 417 33 . El año 421 Agustín le dedica el tratado De cura pro mortuis gerenda . Este librito ilustra bastante bien un episodio de la correspondencia entre ambos y sobre cómo entendían el tránsito final del hombre. En una carta no conservada, Paulino había solicitado consejo sobre la petición de la santa mujer Flora que solicita enterrar a su hijo Cinegio en la basílica de Félix. Paulino sostiene que la sepultura ad sanctos reporta al difunto los beneficios del patronazgo de aquéllos, mientras que Agustín ve en la depositio ad sanctos algo puramente ornamental, un consuelo dirigido más bien a los vivos, porque ante Dios poco importa el tipo de sepultura 34 .
Rodeado de sus amigos, Paulino murió al año siguiente del fallecimiento de su entrañable Agustín de Hipona, concretamente el 22 de junio del año 431. Uranio, un discípulo suyo, dejó el relato de las últimas horas de Paulino, de las que fue testigo ocular. Paulino tuvo un fuerte dolor en el costado, (neumonía o pleuresía seguramente), pero conservó siempre el conocimiento. Reunió a todos los clérigos para un mensaje de adiós y paz, mandó que lo dejaran solo y, después de una meditación, murió «hacia la hora cuarta de la noche», habiendo recitado en voz alta el verso del salmo: Paraui lucernam Christo meo 35 .
Su cuerpo descansó en Nola durante quinientos años, y después de estar en Benevento y en Roma casi mil años, finalmente Paulino volvió para siempre a Nola el 28 de mayo del año 1909 36 , cuando Pío X restituyó sus restos a la comunidad de esta ciudad 37 .