Читать книгу Odas y fragmentos - Píndaro - Страница 10
6. La lírica coral
ОглавлениеEl moderno lector de Píndaro no dejará de sentir una particular sorpresa frente a los contenidos de la poesía lírica en él representada. La idea del género lírico como un modo de interpretar el sentimiento individual, de caminar por las rutas íntimas de la soledad, de buscar el amor de lo divino o de lo humano en que el poeta se libera en el canto de su propio dolor o se entrega al gozo interior, es algo casi ajeno al poeta de Tebas. Aunque la lírica griega cuente con representantes congéneres a nuestro moderno concepto de lo lírico en Safo y Alceo, el género en sí mismo no significó más que una canción acompañada del instrumento musical de la lira, bien por medio de un solista (lírica monódica), bien confiada a un grupo o coro. En esta segunda versión de la ejecución coral, la aparición del «yo», pronunciado por el autor poeta, tiene que ver con él mismo y con el grupo de cantores y oyentes. Se trata de una poesía destinada a una fiesta en la que la comunidad toda se siente protagonista. En esa poesía tienen expresión los sentimientos personales del poeta, como de cuantos cantan y oyen el poema. Aun en los casos en que el poeta alza su voz individual e inconfundible, en una apelación, en una sentencia, en la manifestación de un deseo, hasta en los acentos polémicos contra un posible rival, ha de ser entendido siempre en estrecha unión con la fiesta común. Esta lírica es, ante todo, glorificación de la exterior belleza del mundo y del hombre en los que se revela el esplendor de lo divino dentro de una sociedad noble, que cree en su heroico pasado.
El verdadero iniciador de esta lírica coral fue Alcmán en la segunda mitad del siglo VII , en Esparta. Un grupo de jóvenes, a veces un coro femenino, vestidos de fiesta ejecutan la canción, acompañados preferentemente de la lira y, más tarde, de la cítara y de la flauta, al par que evolucionan rítmicamente danzando y comunicando así, con un lenguaje de gestos, de brazos y manos, armónica corporeidad a la melodía. El coro debe dominar la palabra, la voz y la danza. El Estado se encarga de procurar los gastos para la fiesta. Los componentes del coro son miembros de la pólis , ciudadanos, o hijos e hijas de ellos, que cantan en nombre de la comunidad. De ahí que la lírica coral sea un arte de la comunidad, la más solemne y representativa que existió en Grecia antes de que naciese la tragedia. En este sacro deber comunitario resonaron en público los Himnos festivos a los dioses, los Ditirambos , los Peanes y los Cánticos procesionales . El maestro de coro e intérprete del poeta era, en muchas ocasiones, un artista de oficio, pagado por el Estado, si no lo era el mismo poeta. Estructura métrica y melodía eran nuevos para cada canción. El lenguaje es altamente poético, evitándose la expresión corriente y cotidiana. La tradicional educación griega, en la que tenía importante presencia la recitación de los poemas homéricos, queda incorporada a la lírica coral, obligándose fundamentalmente a los componentes de la ciudad a saber cantar y danzar en esas representaciones corales. De este modo existe un público capaz de comprender y gozar la representación artística de una oda y un grupo de ejecutores que permanecen en ensayo constante y pueden intervenir en las ciudades vecinas 14 . Jamás un género literario, como la lírica coral, ha tenido mayor repercusión, extensa e intensamente, dentro de la cultura europea. Desaparecida la coyuntura histórica en que fue posible esta lírica, todavía encontraremos importantes elementos de la misma en las partes corales de la tragedia.